sociedad

Daniel Hernández, fotógrafo de las emociones que se acercó a un Premio Gabo

Los prestigiosos Premios Gabo a lo mejor del periodismo iberoamericano fueron entregados hace pocos días en el Festival Gabo, de Colombia. El fotógrafo y artista gráfico venezolano Daniel Hernández -plantilla de El Estímulo- logró llegar a la recta final y su trabajo estuvo entre los 50 finalistas nominados. Esto en sí mismo es un verdadero reconocimiento a un trabajo sostenido por ponerle rostros a los últimos de la fila en la grave crisis humanitaria que enfrenta Venezuela.

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Escribir sobre quien uno admira muchas veces suele ser difícil. Y aún más si lleva sobre sus hombros el gran reconocimiento de haber sido nominado por su trabajo “Las cuentas del alma de Carmen María Guevara”, publicado en El Estímulo, para el Premio Gabo 2023 en la categoría de Fotografía.

Fueron 50 trabajos finales seleccionados, entre 1.943 postulaciones en todas las categorías.

En Fotografía, el Premio Gabo de este 2023 lo ganó el español Santi Donaire, quien durante seis años ha centrado su trabajoen documentar las consecuencias de los crímenes y violaciones de los derechos humanos cometidas durante el período histórico del franquismo.

«¿Conseguirá la Ley de Memoria Democrática reparar los daños del franquismo?», es el reportaje de Donaire, publicado en National Geographic.

En Fotografía llegaron a la última fase 10 trabajos nominados, para escoger al ganador y dos finalistas.

Los dos finalistas este año fueron Lalo de Almeida,fotógrafo documental brasileño, por su trabajo «Resistencia» que narra la lucha de las comunidades indígenas de la Amazonía por preservar sus territorios ancestrales en la selva ante el avance de la destrucción promovida por el gobierno de Jair Bolsonaro; y «Tierra de llamas y cenizas», de OllO Photo, un colectivo fotográfico multidisciplinar formado por fotoperiodistas, documentalistas, videógrafos y gestores culturales de Galicia (España): Vanessa Casteleiro, Óscar Corral, Sara García, Agostiño Iglesias, Brais Lorenzo y Paula Quiroga.

Los Premios Gabo son los más importantes del periodismo en español y portugués. Llegar al menos hasta los 50 finalistas ya implica haber aprobado una ardua consideración en cuanto a criterios de calidad profesional e impacto. Daniel Hernández tiene material para seguir compitiendo en futuras entregas.

Para él, recibir el correo ya fue una gran sorpresa, elevada con satisfacción y agradecimiento por la valoración que recibía su trabajo. Y aunque, humildemente, él considere que sigue aprendiendo a escribir, sus historias son sentidas, involucradas y, sobre todo, se entrelazan con su principal fortaleza: el retrato.

“Una cámara o un celular es una herramienta. Lo que necesitas es captar la esencia del momento”.

Daniel Hernández

La historia de Carmen, postulada en los premios Gabo 2023, nace de esa necesidad impulsada por una vivencia personal con su padre, quien sufrió un ACV diciembre de 2015, y con quien estuvo paseando por diferentes hospitales hasta conseguir un cupo para él, en el Clínico Universitario, de Caracas. De ahí, no sólo fue testigo de las muchas indolencias y ausencias que viven los enfermos en los hospitales, sino que también percibió el abandono de los pacientes con cáncer, cuando la pandemia del covid era lo primordial en atención hospitalaria.

“Fue duro ver a los enfermeros y médicos trabajar con las manos, enfermos desasistidos porque estaban solos. A mí el tema de la salud me pega porque tienes alguna complicación de salud y no somos prioridad para el Estado”, señala en entrevista.

Sin embargo, su trabajo con Carmen logró, de cierta manera, su objetivo: que su lucha se visibilizara y sensibilizara. Y así fue:

“La historia de Carmen es una historia íntima. Carmen se multiplica en cada familia porque siempre tenemos un enfermo y hay mucho desprecio por las condiciones de salud de la gente”.

Dolor y pasión en la mirada

Daniel Hernández está en constante encuentro con la gente en los hospitales, como el JM de los Ríos, donde la débil luz de los niños con cáncer languidece; en conexión con los pacientes que sufren insuficiencia renal —y que suma ya 22 maravillosos relatos que hacen rodar lágrimas sin siquiera esperar el final del texto que acompaña a las imágenes—; con el ciudadano de a pie; con las tradiciones y con ese deseo concentrar en la mirada de quien conoce su historia real, el sentimiento y, quizás, esa lucha interna de cada persona. Para Daniel ésta es la forma de entrar en la piel de sus retratos.

Daniel Hernández es un Diseñador gráfico y fotógrafo atípico, rockero hasta los tuétanos, asiduo a la lectura y ama vincularse, así como transmitir sus conocimientos y guiar el camino de algunos jóvenes dispuestos a entregarse a la magia que se da con una lente y un alma atenta.

Como profesor de fotografía en el Centro Instituto de Diseño (ICD) de Guatire, afirma que una de sus complacencias es poder transmitir lo que sabe y lo que su profesor Francisco Montes le enseñó a punta de “cocotazos” y amor; así como su escuela con Hugo Mariño y Marisela Morante, generando lo que él mismo asume como una “asociación de conocimiento que se va dando y que cada uno va amoldando a su estilo”.

Abrirse a nuevos afectos es una tarea difícil, sin embargo, Carmen lo logró. Y aunque la nostalgia y los duelos inertes brincan en momentos de susceptibilidad, los sabe llenar con su dócil entrega, con a esa facilidad para encontrarse en la mirada de otros, con los riffs de una buena melodía, con su bicicleta y compañera silente de aventuras, con su activa e inteligente imaginación lista para hacer una captura y dejarse atrapar por conexiones nuevas.

Daniel Hernández, fotografiado por Alejandro Cremades/El Estímulo
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