Opinión

Reducir tus ambiciones profesionales tiene sus beneficios

Reducir las ambiciones profesionales no significa conformarse con menos o renunciar a tus sueños. Simplemente implica ajustar tus objetivos para que estén más alineados con tus valores, necesidades y deseos personales

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Soy de los que piensa que la época de pandemia fue un período maravilloso que permitía – en medio de las dificultades del teletrabajo y encierro – hacer una reflexión intrapersonal tan necesaria, que nos permitiría encausar objetivos profesionales, pero, mejor aún, repensar las actitudes y estrategias que repercutan en la construcción de una mejor versión de nosotros mismos.

En definitiva, ¿de que vale el éxito profesional si en medio de ese camino reduces tus opciones de construcción de bienestar personal?

Este cuestionamiento ha estado en el tapete de muchos que, a pesar de los sinsabores y las lecciones que nos ha dejado la época de pandemia, no logran encausar acciones que conduzcan a darle importancia al valor de dedicar tiempo a vivir mas sosegadamente y compenetrarse con la institución familiar.

Preferimos seguir embarcados en una vorágine de estrés máximo en lugar de enderezar las cargas emocionales que, inevitablemente, nos invaden a todos. Y déjenme decirles que eso es mortal cuando el estrés y el cansancio se acumulan.

En consecuencia, desear un ritmo de trabajo menos frenético debe ser parte de tu agenda de vida. No te pido que te conviertas en un vago, pero si que mires con mas firmeza la posibilidad de reducir tus responsabilidades profesionales. Al fin y al cabo, reducir tus ambiciones profesionales – al menos por un tiempo – no significa necesariamente que estés tirando por la borda tu excelente expediente profesional. En realidad, puede significar que por fin has reconocido lo que hace falta para que los logros y la ambición sean sostenibles.

Entendiendo entonces que reducir tus ambiciones profesionales no implica, necesariamente, una elección negativa, me permito resumirte algunos beneficios que se desprenden si consideras este “alto en el camino profesional” como una posibilidad cierta que te permitirá gestionar mejor tus opciones y construir tu bienestar.

Mayor equilibrio entre vida personal y profesional. Aunque pueda resultarte obvio, permitirte dedicar más tiempo y energía a tu vida personal, incluyendo tu familia, amigos, hobbies y actividades que te apasionen fuera del trabajo, tiene un efecto positivo demoledor para complementar tu bienestar personal y felicidad. Con esto, renuevas fuerzas y razonas mejor tus opciones para cuando decidas volver con fuerza al ruedo laboral.

Menos estrés y ansiedad. Al disminuir las ambiciones profesionales, es posible que experimentes menos presión y ansiedad relacionada con el trabajo y la competencia laboral. Esto puede conducir a una mayor tranquilidad. En este punto, podría invadirte cierta sensación de que estas siendo ligero o irresponsable. Aun así, te pido que lo intentes pues sus beneficios en la salud mental son contundentes y muy apreciados para los retos futuros.

Menos riesgo de agotamiento: Perseguir ambiciones profesionales significativas puede ser agotador y consumir mucho tiempo y energía. Al reducir tus ambiciones, es posible que evites el agotamiento y mantengas una mayor satisfacción en tu carrera a largo plazo.

Enfoque en el bienestar personal. Al permitirte disfrutar más del presente y enfocarte en tu felicidad y bienestar, puedes desarrollar una perspectiva más positiva de la vida en general.

Mayor tiempo para explorar otros intereses. Reducir tus ambiciones profesionales puede brindarte la oportunidad de explorar otras pasiones y áreas de interés que no estén directamente relacionadas con tu carrera. Esto puede conducir a un crecimiento personal significativo y a una sensación de realización más amplia.

Menor presión externa. La sociedad a menudo puede imponer expectativas y presiones sobre las ambiciones profesionales, lo que puede llevar a la insatisfacción y a una sensación de no estar a la altura. Al reducir tus ambiciones, puedes liberarte de esas expectativas y enfocarte en lo que es realmente importante para ti.

En conclusión, es importante tener en cuenta que reducir las ambiciones profesionales no significa conformarse con menos o renunciar a tus sueños. Simplemente implica ajustar tus objetivos para que estén más alineados con tus valores, necesidades y deseos personales en un momento determinado de la vida.

Cada individuo es diferente, y lo que puede ser beneficioso para una persona puede no serlo para otra. La clave está en encontrar un equilibrio que te haga sentir satisfecho y realizado en todos los aspectos de tu vida.

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