Política

Jesús Seguías no deja títere con cabeza: todos los políticos le fallaron al país

El más reciente estudio político de Datincorp, firma que preside Jesús Seguías, refleja el drama de liderazgo frente a una realidad que ha situado a Venezuela en los últimos lugares de desarrollo humano. La población rechaza a toda la dirigencia opositora y oficialista que se ofrece para cambiar la conducción del país. “Los venezolanos están expresando el hastío que sienten ante los políticos”, afirma el experto.

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Jesús Seguías

Cuando a los venezolanos les viene a la mente o escuchan hablar de política y de los políticos (opositores y oficialistas) 70% expresa “sentir una gran decepción”. Ese es el panorama actual cuando el país se plantea buscar un cambio para atender sus principales problemas, de los cuales, según esa misma gente, el alto costo de la vida es el más grave.

Pero el asunto no queda allí. Todos los líderes políticos que aspiran a una candidatura presidencial para los comicios que deberían realizarse en 2024 tienen un alto rechazo entre la población.

Todos los precandidatos, comenzando por el presidente Nicolás Maduro, tienen un nivel de rechazo entre los electores que va de 66% a 83%, incluyendo nuevas figuras que han puesto su nombre en la lista de aspirantes como Benjamín Rausseo, “Er Conde del Guácharo”.

Aunque algunos sectores celebran que tal o cual candidato puntea en las preferencias de los electores, antes de celebrar deberían evaluar las razones de ese enorme rechazo sembrado entre la mayoría de los venezolanos y que casi la mitad de la población (47%) aspira a que aparezca un independiente que logre cohesionar al país para llevarlo a ese cambio que muchos aspiran.

Números implacables

Estos datos corresponden al estudio cuantitativo, de diagnóstico político realizado por Datincorp el 5 de febrero de 2023, para medir las variables de cohesión política en el país. El estudio se realizó especialmente en centros urbanos y tiene un nivel de confianza de 95%.

Consultado su presidente, Jesús Seguías sobre los resultados de estas variables reflejadas en el estudio respondió con una dramática expresión:

“Como dice la canción:todo se derrumbó, definitivamente”.

Jesús Seguías

-¿Cómo debemos leer estos datos que indican ese definitivo rechazo a los actuales actores políticos, opositores y chavistas, cuando en lugar de seleccionar para reconstruir al país a los más competentes, o más preparados, entre las mejores opciones, tendremos que escoger al candidato menos malo, entre los malos?

«El gran tema es que se está cerrando un ciclo en la política venezolana y obviamente no se ha abierto el nuevo. Al cierre de este ciclo, igual como pasó en el año 1998 cuando se cerró un ciclo del dominio de los partidos Acción Democrática y Copei, se abrió una nueva etapa que fue el chavismo que lo hizo peor de lo que venía ocurriendo. En este momento se está abriendo un ciclo que no se manifiesta del todo pero que ya comienzan a verse las primeras manifestaciones».

-¿Qué se está cerrando?

«El ciclo del liderazgo político individualista que puso fin a los partidos políticos. En Venezuela ya no quedan prácticamente partidos políticos. El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) es el único que funciona pero muy disminuido porque ya comienza el liderazgo individual a opacar a los liderazgos colectivos o colegiados».

«Se toman decisiones a dedo. En el resto de los partidos de oposición ocurre lo mismo. Quizás Primero Justicia (PJ) tiene cierto rasgo de partido político porque no es el partido de fulano de tal sino que aún hay varios factores allí. Y Fuerza Vecinal. El resto de los partidos venezolanos están girando alrededor de algún individuo o de una persona que funge como líder de ese movimiento. No hay rotación de actores, no hay discusiones colegiadas, si el líder comete un error se queda allí y no le da paso a otro y eso genera un vacío enorme porque cuando se cometen errores en la política, en un partido democrático, la manera de subsanarlo es rotar a los actores, cambiar estrategias y permitir la movilidad interior. Cuando no hay esa movilidad interna los errores no se corrigen fácilmente. Los jefes se aferran a su zona de confort, a su cuota de poder y no son favorables para el cambio. Eso hizo que Venezuela se atascara políticamente y hoy estamos viendo las consecuencias».

«Todo el estamento político venezolano le falló al país. Tanto el gobierno como la oposición y los venezolanos están expresando en este momento el hastío que tienen con los políticos, están expresando rechazo hacia los políticos y la política».

«Además nos encontramos con que esos venezolanos comienzan a buscar opciones. Yo siempre he dicho que cuando los políticos fallan los pueblos inventan. Los venezolanos tienen muchos años en eso. No solamente inventaron con Hugo Chávez, anteriormente lo intentaron con Andrés Velázquez, Irene Sáez, luego reinventaron a Rafael Caldera, que se fue al lado radical de la oposición, para terminar inventando a Chávez».

«Hoy estamos en un escenario muy similar al de antes del año 1998 cuando ya los venezolanos comienzan a voltear su mirada hacia factores, por ejemplo, como “El Conde Er Guácharo, Benjamín Rausseo. Este popular comediante ha tenido escarceos en la política pero él no es político de oficio, no es un político tradicional. Es un comediante que le ha dado durante años alegría a los venezolanos que tienen una imagen de él muy liviana. Sin embargo en los sondeos también presenta rechazo (68%) desde que decidió participar en la política aunque no tanto como los demás».

«Tampoco significa que ya se definió el outsider o que Rausseo sea la nueva alternativa en la política del país. Eso no ha ocurrido y vamos a ver si va a ser consistente con su propuesta, cómo va a manejar las cosas, es muy incipiente. Aún hay juego para todos los factores pero este es el escenario que tenemos en este momento».

-El estudio refleja que hay una gran mayoría que quiere un cambio en el país, a través de elecciones, se inclinan porque se lleguen a acuerdos entre gobierno y oposición. Sin embargo en los candidatos opositores la opción con más apoyo en este momento para las primarias es María Corina Machado quien en el pasado promovió la abstención y maneja un lenguaje radical. ¿Cómo se puede entender ese contraste de opinión?

«En primer lugar, María Corina Machado no tiene 50 puntos sino apenas 17 puntos de apoyo. Cuando hay un escenario polarizado sube unos puntos más. Pero el elemento dominante en este momento no es María Corina, ni Maduro ni nadie sino los que no van a votar por ninguno (51%) lo cual refleja el nivel de descontento que hay en el país».

«María Corina lo que ha logrado es capitalizar el voto opositor duro que está en el orden de 20% y es la que logra sumar apenas 17 puntos en un escenario fraccionado entre muchos candidatos. Así que hay que leer bien los números para no confundirnos».

«Con Maduro sí hay un hecho político y es que bajó casi cinco puntos, con un rechazo a su gestión de 73% respecto a la anterior encuesta porque la situación económica está afectando mucho a los venezolanos y les afecta la profunda devaluación que sufre el país».

«El escenario más sorprendente es el del “Conde Er Guácharo” porque viene de la nada. Lo único que ha hecho en política es inscribirse en las primarias de la oposición y ya eso denota que comienza a vislumbrarse una alternativa diferente frente a los políticos tradicionales, pero aún no se visualiza. Eso hay que tenerlo en cuenta porque María Corina apenas está sumando 17 puntos. Cuando en la pregunta se le polariza con Nicolás Maduro, como candidata de la oposición, frente a Maduro por el gobierno, ella sube a 30 puntos».

-¿Este distanciamiento de la gente ante los políticos y la política está relacionado con los graves errores cometidos por la dirigencia o es consecuencia también de las campañas divisionistas impulsadas desde el gobierno, la extorsión a factores de oposición y las persecuciones e inhabilitaciones de líderes?

«En toda confrontación política en el mundo entero en la historia universal juegan siempre todos los factores, como aquel cuento famoso de que los rusos también juegan. El gobierno siempre está tratando de intervenir en la diatriba interna opositora para beneficio propio. Es absolutamente legítimo en la lucha política, como en la lucha militar pero no significa que sea el factor determinante en la crisis opositora. La crisis opositora tiene que ver con asuntos estructurales internos de funcionamiento, estrategias políticas, de forma de hacer las cosas. Todo eso es lo que generó el estado de caos actual».

«La oposición tuvo nueve años propiciando una estrategia política que finalmente fracasó del todo. Una estrategia de ‘Maduro vete ya’ que comenzó en el año 2014 con las famosas manifestaciones de ‘La salida’ que costaron muchos muertos, heridos, encarcelados, exiliados, etc., y hasta ahora nadie ha dicho ‘soy responsable’. Hubo un paréntesis con las elecciones parlamentarias de 2015 en donde hubo una abrumadora victoria opositora. Entonces Henry Ramos Allup (AD) pactó con Voluntad Popular (VP) para ponerse al frente de la Asamblea Nacional y compró la estrategia de ‘Maduro vete ya’ a VP, por lo que se impone nuevamente esa estrategia hasta 2021 cuando fueron a elecciones en forma muy accidentada, fraccionada, con resultados catastróficos para la oposición cuando definitivamente comprueban que esa estrategia de ‘Maduro vete ya’ no funcionaba».

«Esta estrategia fue aliñada de forma significativa, como el cuento del gobierno interino, iniciado por Donald Trump, en función de sus intereses políticos, quien tomó el caso venezolano como una narrativa de su campaña electoral. Los opositores que cayeron en esa trampa, lamentablemente se la compraron a Donald Trump. Teniendo el apoyo de más de 50 países en el mundo, un apoyo irrestricto y con recursos de millones de dólares no cambiaron el gobierno de Nicolás Maduro y fracasaron rotundamente».

«Si con todo ese apoyo no lograron el objetivo, obviamente los venezolanos no son idiotas y se dan cuenta que esa gente no es competente para estar al frente de nada y hoy les están pasando la factura».

«Ese es el tema central de por qué la oposición ha decaído. ¿Qué viene a continuación después de una derrota? lo que viene sería un proceso de rectificaciones de evaluar qué pasó y siempre en los países normales democráticos con partidos democráticos lo que se hace es los actores que estuvieron a cargo de la derrota se apartan y surgen nuevos actores. Eso en Venezuela es impensable».

«En España, Albert Rivera, puso el cargo a la orden como líder de Ciudadanos por una derrota electoral en 2019. Un tiempo después Pablo Iglesias, de Podemos, no solamente renunció al cargo, sino a la política por unas derrotas electorales. El presidente del Partido Demócrata de Florida, Manny Díaz, puso su cargo de inmediato a la orden en 2022, después de la derrota contundente frente a los republicanos y lo hizo porque hay vergüenza democrática. En Venezuela eso no existe. Para cambiar a alguien en un partido tiene que haber golpizas, insultos y, al final, hasta divisiones. Todo eso debilita mucho las fibras de funcionamiento de los partidos políticos que se denominan ‘democráticos’ porque en realidad en Venezuela no hay partidos verdaderamente democráticos. Eso se paga en política y la oposición lo está pagando. El país está pasando su factura y está poniéndose a inventar de nuevo», remata Seguías.

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