Política

¿Y será que Milei puede?

Hay algunas cosas claras, a partir de las primeras declaraciones del presidente electo en Argentina. Javier Milei anuncia privatizaciones de empresas estatales, admite una mayor alza inflacionaria en la primera etapa de su gestión y descarta la tesis de la gradualidad para el inicio de su gobierno

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Milei despierta mercados en Argentina

Electo de forma contundente este 19 de noviembre, con una amplia diferencia sobre el ministro peronista Sergio Massa, Javier Milei es desde ya un fenómeno político digno de estudio. De los estudios de televisión en los que se mostraba histriónico hace apenas tres años, llegó a la Cámara de Diputados en 2021 y dos años después se hace con la presidencia.

La pregunta que gravita, ahora, entre argentinos y entre los países vecinos a Argentina es si este candidato excéntrico y ultra liberal podrá gobernar con éxito. ¿Y será que Milei puede? No es una pregunta baladí o malintencionada.

Le tocará gobernar a un país se ha caracterizado por vivir en crisis económica recurrente y que atraviesa la más aguda en tres décadas. Es franca minoría en el Congreso y tendrá que aliarse con sus otrora adversarios conservadores. Su elección ha generado amplias expectativas y anuncia de entrada un agresivo plan de ajuste. Esto y seguramente mucho más, acompañará a Javier Milei en los días de vértigo que vive Argentina con su llegada al poder.

Los allegados a Milei descartan que haya sido determinante el apoyo que recibió el candidato, en la recta final, de quienes eran sus adversarios: el ex presidente Mauricio Macri y la ex candidata Patricia Bullrich. No hay manera de saberlo con certeza, sin embargo, lo que sí parece verse con mayor claridad es la necesidad que tendrá el nuevo presidente de apoyarse en lo que se define como el macrismo para darle viabilidad institucional a sus propuestas de profundas reformas económicas e institucionales en Argentina.

Privatizaciones y derogaciones de leyes han estado en la boca de Milei en sus primeras 48 horas como mandatario electo. En general estas medidas necesitarán de respaldo institucional, especialmente en el seno del Congreso de Argentina, donde el líder ultra liberal estará en franca minoría cuando asuma él la presidencia y haya un recambio parcial en la legislatura federal, el próximo 10 de diciembre.

Privatizaciones y derogaciones de leyes han estado en la boca de Milei en sus primeras 48 horas como mandatario electo. En general estas medidas necesitarán de respaldo institucional, especialmente en el seno del Congreso de Argentina, donde el líder ultra liberal estará en franca minoría

En el pasado, especialmente antes de la primera vuelta, Milei sostenía que si el Congreso no respaldaba sus reformas llamaría a referendos para que la población le respaldara en una suerte de democracia directa. Sin embargo, tal mecanismo político no ha sido mencionado ni en la recta final de la campaña ni en las primeras de cambio, tras saberse presidente electo de Argentina para un período de cuatro años, con posibilidad de reelección.

Moderado, tras la inserción en su campaña de Macri quien fue presidente entre 2015-2019 y de Bullrich, candidata derrotada de la Coalición Juntos por el Cambio en la primera vuelta electoral del 22 de octubre pasado, Milei ha evitado en sus primeras declaraciones como presidente electo abordar temas espinosos como la desaparición del Banco Central, la dolarización total de la economía argentina o la venta de órganos, como parte de su visión ultra libertaria.

La fuerza del peronismo

El 10 de diciembre, que está a la vuelta de la esquina, cuando asuman los funcionarios electos, el peronismo, aunque derrotado en la elección presidencial seguirá siendo la principal fuerza en el Congreso con 108 diputados, mientras que Juntos por el Cambio contará con 93 y la coalición libertaria de Milei sólo tendrá 38 legisladores, de un total de 257. Entre los senadores el peronismo tendrá 33 curules, la coalición conservadora tradicional 24 y apenas 7, de un total de 72, serán de las mismas filas que el presidente electo.

Hasta este 21 de noviembre, cuando restaban 19 días para el inicio de su gobierno aún no había claridad sobre los nombramientos para formar el nuevo gabinete, ni las prioridades que tendrá su política económica. Para no pocos, estas son señales de una cierta improvisación, que aunado al gran cambio político que ha vivido Argentina con el triunfo del libertario, alimentan un ambiente de incertidumbre.

Sí hay mensajes negando la gradualidad en las medidas de ajuste. Se viene para Argentina lo que puede ser un agresivo programa de choque en materia económica. Milei gozará de un período de luna de miel que deberá aprovechar, ya que en general existe consenso en que la crisis la generó el Kirchnerismo, en primer término, la profundizó Macri y se exacerbó, ampliamente, con el gobierno de Alberto Fernández, del cual Massa ha sido ministro de economía desde agosto de 2022.

En sus primeras semanas, y no es una exageración decirlo, Milei se jugará la viabilidad de su gobierno. El que un gobierno sea naciente no garantiza la automática comprensión sobre la necesidad de aplicar medidas económicas. En sus primeras horas como mandatario, Milei ha hablado ampliamente sobre la gravedad de la situación económica, allanando el terreno al siguiente paso, hacer los correctivos.

En sus primeras semanas, y no es una exageración decirlo, Milei se jugará la viabilidad de su gobierno. El que un gobierno sea naciente no garantiza la automática comprensión sobre la necesidad de aplicar medidas económicas

En tal contexto, teniendo además a un peronismo en oposición, que no sólo puede bloquear decisiones en el Congreso, sino que tiene capacidad también para movilizar protestas a través de la cooptación que tiene de sindicatos y grupos de base, el tema de la gobernabilidad no es un asunto menor para la viabilidad del nuevo gobierno.

Los pactos

Es muy probable que Milei para poner en marcha sus decisiones tendrá que pactar con Juntos por el Cambio, la coalición conservadora de la cual son parte Macri y Bullrich, de cara a cumplir con algunas de sus promesas de campaña.

Al ex presidente Macri, a quien Milei le ha agradecido varias veces en público por su respaldo, le tocará también hacer una labor de filigrana ya que su grupo político optó por no respaldar, como coalición al presidente libertario. Han sido, como reseñan los medios, decisiones personales de Macri y Bullrich, por lo que no podría esperarse un endoso automático de todos los votos conservadores en el Congreso a las medidas que están por anunciarse, y según se estima se aplicarán con prontitud.

Macri será, entonces, un punto de apoyo institucional imprescindible, pero al mismo tiempo el ex presidente deberá recomponer la relación interna de su coalición para efectivamente darle un sostén al naciente gobierno de Milei.

Aunque el ministro de economía y candidato peronista Sergio Massa obtuvo un porcentaje alto de votos, en medio de la peor crisis económica en décadas, que la sociedad además le adjudica a su gestión de gobierno, no pocos reconocen que dio la cara y dio batalla hasta el final, al contrario de las dos cabezas del actual gobierno.

El presidente Alberto Fernández se reunió con Milei, poniendo fin a una etapa en la que prácticamente había desaparecido de la escena pública. Fernández concluye con un 80% de rechazo, a punto de quedar registrado como el presidente peor rankeado de la historia democrática de Argentina.

Otra figura que se alejó del foco público ha sido la actual vicepresidenta y dos veces jefa de Estado, Cristina Fernández de Kirchner. Para diversos analistas, los juicios que se le han seguido a la ex mandataria junto a esta notable derrota electoral del peronismo cierran el ciclo del kirchnerismo como corriente peronista predominante, en las últimas dos décadas.

Con Milei, sin duda, se abre un nuevo ciclo político en Argentina. El cómo sea registrado por la historia que está por escribirse dependerá ya no tanto de que haya llegado al poder, sino -fundamentalmente- del éxito o no que tenga en su gestión de gobierno.

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