Salud

"No hay ni penicilina para tratar la difteria", denuncia Olivares

"No hay ni penicilina para tratar la difteria, ni siquiera hablemos de las toxinas para atacarla", denunció este viernes el diputado opositor, el médico, José Manuel Olivares, al denunciar la incapacidad del gobierno sobre lo que denominó una "epidemia" en el estado Bolívar.

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FOTOGRAFÍA: ANDREA HERNÁNDEZ

En declaraciones al Circuito Éxitos, Olivares aseguró que la reaparición de esta enfermedad luego de 20 años de ser registrado su último caso en Venezuela, refleja el «fracaso del modelo de salud» del chavismo.

Olivares, diputado por Vargas del partido Primero Justicia, también denunció que la compra exclusiva de vacunas a Cuba facilitó la reaparición de la enfermedad, que según denuncias de médicos de hospitales públicos ha matado a 17 niños en diferentes puntos de Bolívar desde el mes de abril.

El legislador cuestionó que el Gobierno haya gastado millones de bolívares para crear “una fábrica de vacunas” que no cubre las necesidades de la población.

Además, denunció que el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), amedrenta a los médicos del estado Bolívar para evitar que se pronuncien sobre los casos de difteria.

Olivares recomendó a la población a vigilar la vacunación de los bebés y los adultos mayores de 60 años, considerado el segmento poblacional más vulnerable por la enfermedad.

Hugo Lezama, presidente del Colegio de Médicos de Guayana, explicó que la reaparición de la difteria obedece a la «falta de vigilancia epidemiológica» en Bolívar, en especial en el sur de esa entidad donde se encuentran amplias zonas del llamado Arco Minero del Orinoco.

La difteria es una bactería (Corynebacterium diphteriae) que se aloja en la boca, nariz y garganta que se contagia por vía respiratoria, mediante tos y estornudos.

Una vez el contagio, la incubación dura pocos días -de dos a cinco-, aunque algunos infectados no muestran síntomas pero sí pueden contagiar. Los síntomas incluyen daño en la garganta, fiebre elevada, tos, estornudos, dolor de cuello y obstrucción en las vías respiratorias por la aparición de unas membranas que impiden respirar. La mortalidad ronda el 10%.

La bacteria no solo afecta a las vías respiratorias; también produce una toxina que al entrar en el torrente sanguíneo afecta a otros órganos como los riñones, el cerebro y el corazón. Una posible complicación es la inflamación del músculo cardíaco o miocarditis. El sistema nervioso también puede verse afectado y provocar parálisis temporal.

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