Salud

El paro continúa y los enfermeros gritan "¿Y el pago pa' cuándo?"

Tras cinco días de protestas, la presidenta del Colegio de Enfermería del Distrito Capital, Ana Rosario Contreras, informó que el gremio permanecerá en paro indefinido hasta que el gobierno nacional proceda a incorporar  a la Federación de Colegios de Profesionales de Enfermería (FCPE) a las mesas de trabajo

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FOTOGRAFÍA: Daniel Hernández /El Estímulo

«Debo anunciarle al país que 25 establecimientos de salud del Distrito Capital acataron el llamado a paro; 20 estados del país se encuentran paralizados», señaló durante su alocución.

El pasado lunes 25 de junio, enfermeras y enfermeros del país iniciaron una huelga indefinida por los bajos que ganan. La convocatoria a paro fue acatada por trabajadores de centros médicos como el J.M de los Ríos, el Hospital Clínico Universitario, el Pérez Carreño, el Periférico de Catia, la Maternidad Concepción Palacios, y Hospital Vargas, entre otros.

Posteriormente, el 28 de junio, el diputado a la Asamblea Nacional, José Manuel Olivares informó sobre la creación del «Frente Contra el Hambre y por la Vida», una coalición de trabajadores de la salud.

En la entrada del J.M de Los Ríos gritaban «¿Y el aumento pa’ cuándo?». A pesar que la mayoría son mujeres, los enfermeros también expresaron su indignación ante los bajos sueldos. Jesús Ortiz de 22 años, recién graduado tiene que rebuscarse para pagar el alquiler de tres millones de bolívares de su habitación en Petare, con un sueldo que no le alcanza para comprar un shampoo de 15 millones marca Head and Shoulders.

Lleva tres meses en el hospital de niños y con el sueldo integral no subsiste, por lo que de vez en cuando cuida ancianos por un millón de bolívares las 12 horas, pero no es algo constante.
En el Hospital Vargas las enfermeras están alejadas de las calles porque los colectivos las tienen azotadas.  Entre el grupo de mujeres hay otro enfermero que muestra sus zapatos sucios y pantalón manchado por tinta de bolígrafo. La directiva le exige pulcritud, pero el joven les recuerda diariamente que con bajos sueldos no se puede mantener un uniforme blanco.
Se trata de Rogelio Torres de 28 años. Lleva tres meses de servicios y aún el hospital no le paga porque siguen unas normativas. Su primer sueldo sera acumulado y se le entregará dentro de unos días, pero el trabajador afirmó que ya no lo quería porque esa cifra era una miseria «Deben ser como un millón 800».
Como muchos Torres vive en una zona alejada del trabajo, en su caso en Petare y la mayoría de las veces debe bajar a pie, tomar el Metro hasta Capitolio y de ahí volver a caminar hasta el centro de salud porque los buses no llegan hasta allá.
Sus compañeros mantienen los uniformes blancos porque casi no los usan, Torres y otros seis trabajan en el área quirúrgica así que usan otros vestuarios, pero algunos se mantienen con la ropa desechable para no ensuciar la que tienen.
No sólo piden sueldo, sino beneficios como el HCM, una buena caja de ahorros y su bolsa CLAP, pero todos aclaran que eso no les callará la boca ni les evitará que protesten.
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