Salud

Sentenciados a muerte los pacientes crónicos en Venezuela

Se cumplen 35 días de protesta y paro indefinido de enfermeras, médicos y trabajadores de la salud, quienes se mantienen en pie de lucha. Este lunes, pacientes se sumaron a las acciones para acudieron a la sede de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para exigir “contraloría social”.

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Fotografía: Daniel Hernández

Alrededor de una hora duró el encuentro con el doctor José Moya, representante de la organización regional quien aseguró que desde la OPS están conscientes de la situación que vive Venezuela. Además, informó como dato adicional que próximamente llegarán medicinas para atender la malaria.
Aunque salieron sin respuestas claras, para Ana Rosario, presidenta del Colegio de Enfermeras del Distrito Capital, las exigencias se mantienen pese al agotamiento natural de la protesta: mejores salarios y dotación de hospitales.
Destacó el hecho de que el presidente Nicolás Maduro reconociera los problemas que existen en el sector, pero le refuta: “Lo que para usted, señor Maduro, es un problema, para las enfermeras es una emergencia compleja. No tenemos cómo atender a nuestros pacientes”.
Rosario indicó que este martes se reunirán para abordar las próximas acciones, una de ellas, protestar nuevamente frente al Ministerio de Salud.
Y es que, tras 35 días, aún el ministro Carlos Alvarado sigue sin atenderlos.
A esta protesta y desde hoy, se sumaron pacientes crónicos. Aquellos “sentenciados a muerte” como los califica el director de la ONG CODEVIDA, Francisco Valencia, quien denuncia que cada día hay menos insumos y que el sistema de diálisis está colapsado, lo que ha generado once muertes en lo que va de año y más de 90 rechazos.
“Los enfermos de cáncer terminal no tienen medicamentos paliativos y están muriendo con dolor”, dijo Valencia mientras responsabilizó al gobierno por ello.
“Cualquier persona que depende del sistema de salud está sentenciado a muerte”, agregó Valencia.

El sector salud asegura que eran más unidos que nunca para visibilizar una crisis que, paradójicamente, padecen todos los venezolanos.
Venezolanos como Roberto Herrera, de 53 años, quien padece Párkinson.
Herrera acompañó la protesta de este lunes desde la plaza Altamira hasta la sede de la OPS, el este de la capital, un recorrido de pocos metros, pero que para él significó un gran esfuerzo ya que cada músculo de su cuerpo le pasa factura producto de que no consume sus medicinas con regularidad.
Él y otros pacientes desmintieron al gobierno, quien aseguró que han llegado medicamentos.
En el caso de Herrera, ingeniero de profesión, no toma sus medicinas desde octubre de 2017.
Esto significa que su calidad de vida ha mermado. “Soy una piltrafa, una carga por culpa de este gobierno. Yo pudiera trabajar y ser productivo para mi familia y el país y no lo soy porque el gobierno me niega la oportunidad”, señaló.
Algo en lo que coincide Rosmery Acosta, trasplantada de un riñón hace dos años. “Me están negando la posibilidad de vivir dignamente”, esgrime entre lágrimas mientras sostiene una pancarta exigiendo medicinas.
Las historias se repiten así como las exigencias.
A 35 días parecen que esas exigencias, en tono de súplicas la mayoría, parecen caer en oídos sordos.]]>

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