Salud

OMS no declara emergencia internacional pese a aumento del ébola

La Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió este viernes no declarar una emergencia internacional por el actual brote de virus del ébola en la República Democrática del Congo, pese al aumento de casos registrado en los últimos días y los problemas de acceso a zonas afectadas donde operan grupos armados.

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Fotografía: AP Photo/Aurelie Marrier d'Unienville

El Comité de Emergencias de la OMS se reunió este viernes para estudiar la posibilidad de una alerta internacional entendiendo que declararla «no beneficiaría» al tratamiento del brote, que causa hasta el momento alrededor de 700 muertos y más de 1.100 contagiados.

Pese a ello «seguiremos de cerca la evolución del brote y volveríamos a reunirnos, si fuera necesario», manifestó en rueda de prensa el jefe del comité, Robert Steffen.

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, añadió que la decisión tomada no cambia el objetivo de «hacer todo lo posible para acabar con el brote cuanto antes».

El comité ya se había reunido en octubre de 2018, cuando el número de casos superaba el centenar, y también entonces optó por no declarar la emergencia internacional, algo que en la práctica supone niveles más estrictos de prevención y políticas más coordinadas entre distintos estados para luchar contra un determinado brote.

Desde la formación de este comité en 2005 se declararon con anterioridad cuatro emergencias internacionales: por la gripe A en 2009, en el brote de ébola que afectó África Occidental en 2014, ese mismo año a causa del fuerte aumento de casos de polio en varios países asiáticos y africanos, y en 2016 por el virus zika.

El actual brote, cuyos primeros casos se confirmaron en agosto de 2018, es el décimo que sufre la República Democrática del Congo desde que fuera identificado este virus (hace 40 años, también en el país centroafricano) y el segundo peor de la enfermedad tras el que hace cinco años causó 11.000 muertos en África Occidental.

Los casos del actual brote se concentran en las provincias congoleñas orientales de Kivu Norte e Ituri, fronterizas con Uganda y Sudán del Sur, donde se vacunó a personal médico con fines preventivos.

Tras varios meses en los que el número de casos parecía ir en descenso, volvieron a aumentar de forma alarmante en zonas como las localidades de Butembo, Katwa, Vuhovi y Massereka, coincidiendo con ataques de grupos armados en esas zonas que redujeron la capacidad de respuesta de las autoridades sanitarias.

El virus del ébola se transmite a través del contacto directo con la sangre y los fluidos corporales contaminados, provoca fiebre hemorrágica y puede llegar a alcanzar una tasa de mortalidad del 90 por ciento si no es tratado a tiempo.

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