Una nueva vacuna podría prevenir tres tipos de cáncer
Ya ha sido probada en ratones, con respuestas esperanzadoras y muy pocos efectos secundarios. La vacuna podría tratar y prevenir tumores de pulmón, intestinos y páncreas
Ya ha sido probada en ratones, con respuestas esperanzadoras y muy pocos efectos secundarios. La vacuna podría tratar y prevenir tumores de pulmón, intestinos y páncreas
Con una nueva vacuna se podría llegar a prevenir, en un futuro cercano, tres tipos frecuentes de cáncer: de pulmón, intestino y páncreas.
En este esperanzador proyecto están trabajando investigadores del Instituto Francis Crick de Londres. La vacuna, que ya está en la primera fase de ensayos, trataría y prevendría esas tres enfermedades oncológicas. Actualmente se está ensayando en ratones. Los resultados son prometedores.
Los investigadores tienen previsto presentar los resultados de este ensayo el domingo 25 de octubre en el 32º simposio EORTC-NCI-AACR sobre dianas moleculares y terapéutica del cáncer. Por motivos de la pandemia se realizará en forma virtual.
La vacuna fue creada para apuntar a un gen denominado KRAS, relacionado con el desarrollo de muchos tipos de cáncer.
El estudio de la vacuna es realizado por la doctora Rachel Ambler y otros investigadores en el Instituto Francis Crick.
«Sabemos que, si el gen KRAS falla, las células que empiecen a multiplicarse y a convertirse en cancerígenas. Más recientemente, hemos aprendido que, con la ayuda adecuada, el sistema inmunitario puede ser capaz de ralentizar ese proceso», adelantó Ambler en un comunicado difundido por Efe.
Agregó que «queremos usar este conocimiento para crear una vacuna del cáncer que lo trate y ofrezca una protección duradera, con efectos secundarios mínimos».
La vacuna está compuesta de dos elementos unidos. Uno es un fragmento de la proteína producida por las células del cáncer que tienen el gen KRAS mutado. El segundo es un anticuerpo que ayuda a que la vacuna llegue a un tipo de célula del sistema inmune denominada dendrítica. Ella ayuda al sistema inmune a identificar y destruir células cancerígenas. Esta es la habilidad que las vacunas pueden reforzar.
Los investigadores han probado la vacuna en ratones que ya tenían tumores de pulmón y en otros a los que se les indujo el crecimiento de tumores.
En los ratones con tumores, el 65% de los tratados con la vacuna seguían vivos 75 días después. Solo 15 % de quienes no recibieron la vacuna seguían vivos.
En los ratones tratados para inducirles tumores, el 40% de los vacunados seguían libres de tumores 150 días después. Solo un ratón de los no vacunados sobrevivió.
Al vacunar a los ratones, los investigadores hallaron que la aparición de tumores se veía retrasada de media 40 días.
«Cuando usamos la vacuna como tratamiento, vimos que ralentizaba el crecimiento de tumores en ratones. Y cuando la usamos como una medida de prevención, no aparecían tumores durante un tiempo bastante largo. En muchos casos no llegaron a aparecer nunca», resumió Ambler.
Algunos ensayos previos de vacunas contra el cáncer han fallado porque no fueron capaces de crear una respuesta lo suficientemente fuerte del sistema inmune que lograse hallar y destruir células cancerígenas.
«Esta investigación todavía tiene mucho trecho por recorrer antes de que pueda ayudar a prevenir y a tratar el cáncer en personas. Pero nuestros resultados sugieren que el diseño de la vacuna ha creado una respuesta fuerte en los ratones, con muy pocos efectos secundarios», concluyó.