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Así vivió San Cristóbal su primer viernes no laborable

Entre estaciones de servicio cerradas, inmensas colas frente a los supermercados y protestas estudiantiles, vivió San Cristóbal el primer viernes no laborable decretado por el presidente Nicolás Maduro para enfrentar la crisis eléctrica.

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TEXTO: ROSALINDA HERNÁNDEZ

Si bien las largas filas para surtir de combustible los vehículos se vienen presentando desde el día jueves en Táchira, este viernes aumentaron, al igual que las estaciones de servicio cerradas porque no llegaron los camiones despachadores.
Autoridades regionales explicaron que la ausencia del combustible obedece a las medidas de seguridad que fueron adoptadas luego que comerciantes informales del mercado mayorista de Táriba -población ubicada a 14 kilómetros de la capital tachirense- cerraron parte de la autopista que comunica a San Cristóbal tras la confiscación de algunas mercancías.
“Precisamente fue trancada la autopista a la hora que retornaban las gandolas desde la planta de llenado de El Vigía hacia San Cristóbal y demás municipios. Por lo que se tuvieron que activar protocolos de seguridad y no fue sino luego de las 8 de la mañana que los transportes de combustibles tuvieron de nuevo acceso a la vía. Esta situación retardo la llegada de la gasolina a los municipios metropolitanos y a la frontera, agravando la situación”, explicó la diputada al Consejo Legislativo del Táchira y miembro de la mesa de combustible, Nellyver Lugo.
Sin embargo, quienes se encontraban esperando frente a las gasolineras para surtir los vehículos no quedaron convencidos con la aclaratoria oficial.
“La protesta fue ayer jueves en la mañana y no duró más de una hora…pero las colas en San Cristóbal para poner gasolina están desde el lunes. Si te das una vuelta notarás que hay bombas cerradas. Hoy es viernes y estamos sobre el mediodía y la ciudad sigue congestionada por largas colas frente a las bombas”, dijo Malenys Ferrer, usuaria en cola.
De cinco estaciones de combustible que prestan servicio en el municipio Bolívar, frontera del Táchira con Colombia, ninguna se encontraba operativa. “Despacharon hasta cerca de las dos de la tarde. Solo trabajaron dos bombas y no tenían solo gasolina de 95 octanos”, afirmó Jin Navarro, habitante de la frontera.
“La ciudad hoy está de fotico. Colas por todas partes, en los supermercados no sé qué llegó porque están repletos de gente. Tengo aquí media hora esperando para poner gasolina porque tengo que viajar fuera del estado. Todas las estaciones de servicio que están abiertas tienen cola”, dijo Ligia Morales en la estación servicio “Don Bosco” de la avenida 19 de abril.
Mientras el equipo periodístico de El Estímulo, conversaba con quienes esperaban en las filas para poner la gasolina, un episodio curioso se registró en la bomba ubicada en la avenida España de San Cristóbal, cuando un presunto funcionario de la compañía regional de aguas, Hidrosuroeste, arribó al lugar conduciendo una camioneta particular y sin mayores reparos, se saltó las dos cuadras de colas que habían. No tardaron los reclamos por parte de quienes aguardaban horas allí, a lo que el supuesto funcionario respondió con insultos.
El impasse pasó a mayores cuando la persona a quien el supuesto trabajador de Hidrosuroeste le estaba arrebatando el puesto, sacó un bate de su vehículo y lo amenazó con quebrarle los vidrios de la lujosa camioneta que manejaba, sino se retiraba.
La intervención de la Policía Nacional Bolivariana, (PNB) fue necesaria para que los ánimos se calmaran. Finalmente, el hombre que portaba insignias de la empresa del estado logró su cometido, llenó su tanque sin hacer la cola, bajo la mirada atónita de quienes esperaban horas allí.
Colas
-Entre marchas y protestas-
El día no laborable fue aprovechado por muchos para madrugar directo a los abastos y supermercados a comprar “lo poco que se consigue”, dijo Flor Rodríguez en la cola del supermercado Garzón que sobrepasó las cuatro cuadras.
La presencia de compradores era evidente en varios puntos de la ciudad, especialmente en el sector La Concordia, donde el tráfico vehicular por algunas horas se paralizó.
Entre los transeúntes, las colas y la presencia policial del estado en las adyacencias al Instituto Universitario de Tecnología Agroalimentaria, -IUT- el colapso fue total.
Por otra parte, grupos de docentes pertenecientes a la gobernación del Táchira, marcharon por las principales arterias viales de la ciudad, “en un llamado de paz y en apoyo al gobernador (José Gregorio) Vielma Mora”. La movilización acrecentó la anarquía capitalina que desde tempranas horas ya se estaba viviendo.
La sede del Comando Regional Nº 1, de la Guardia Nacional, ubicada en la parte alta de San Cristóbal, recibió la visita de un grupo de jóvenes que se identificaron como estudiantes. Y exigían la liberación de dos compañeros que fueron apresados el día jueves en medio de una protesta cuando intentaban despojar al conductor de una buseta de la línea Intercomunal y en el intento el chofer resultó herido.
Mientras tanto, en la Universidad del Táchira (UNET) la Federación de Centros de Estudiantes, repudió los hechos en los cuales se pretendió secuestrar dos unidades de transporte público.
Indicaron que a pesar del cerco militar instalado en las cercanías de la casa de estudio, “sorpresivamente se presentan hechos irregulares”.
Acciones que rechaza categóricamente el Centro de estudiantes a la vez que hizo un llamado a la población estudiantil a la paz y a la calma y “a no caer en provocaciones que sólo benefician al Gobierno Nacional, principal responsable de la crisis económica, social, política y universitaria que atraviesa el país”.
Asimismo hicieron un llamado los representantes de FCU-UNET, al gobernador del Táchira para que levante el cerco de seguridad, instalado en las adyacencias de las casa de estudios superiores porque no estaría cumpliendo ninguna función.
-Estresados y a punto de colapso-
Mientras tanto, al sur de la capital tachirense, en el municipio Guasimos, una turba enardecida intentó linchar y prendió fuego a la moto de un atracador que aprovechándose del despiste de una dama en medio de una cola para comprar azúcar y aceite, la sometió para que le entregara sus pertenencias.
“Ya estamos cansados no solo de hacer tantos sacrificios para medio comer. También del vandalismo que se ha desatado (…) yo me siento enferma, enferma de los nervios porque cada día salgo con el estrés que me van a atracar. Uno se pregunta ¿hasta cuándo será esto? No veo que las autoridades hagan mucho por perseguir malandros por aquí que después que cerraron la frontera se han multiplicado”, comentó Grisel Arellano, vecina del sector.
-“El día no laborable, no resolverá nada”-
Algunos transeúntes fueron consultados por El Estímulo, sobre si consideran que el que el decreto del día no laborable, contribuirá o no a paliar la crisis hídrica. Diversas opiniones se encontraron, pero el promedio estimó que “no resolverá nada”, dijo Juan Nieto.
Para Libia Sarmiento, “es otro intento fallido del gobierno en medio de la crisis que vive el país. Si revisan pueden darse cuenta que durante la semana santa, que el Gobierno dio la semana entera de asueto el consumo aumentó. A parte que no disminuye la crisis eléctrica, tampoco contribuye al funcionamiento de las instituciones para responder por los problemas o cualquier trámite q necesite un ciudadano”.
Por su parte, Alexis Sánchez, empleado de una institución dependiente a la gobernación del Táchira, señaló que en su caso particular, “no hay ahorro eléctrico, al contrario. Si estamos en la casa todo el día, por lo menos hoy han permanecido prendidos dos televisores, el aire acondicionado y también he usado la computadora. Mandar a la gente para la casa no significa que se va a ahorrar electricidad”.
Mientras cae la tarde en la conocida “ciudad cordial”, y sus habitantes se preparan para un fin de semana largo, el tráfico agitado no cesa como tampoco las colas, las sirenas de bomberos y de cuerpos policiales, llaman la atención de las personas que notablemente en la calle se ven agitadas, a la defensiva y aseguran estar viviendo en medio del “estrés y el caos de un cuento de nunca acabar”, dijo, Luz Depablos habitante de San Cristóbal.]]>

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