Pac-Man, el simpático tragón de los videojuegos, cumple 40 años
Este 22 de mayo, Pac-Man cumple 40 años desde que revolucionó el mundo de los videojuegos que, hasta entonces, estaba dirigido más que nada a hombres. La inspiración del personaje fue una pizza a medio comer. Al principio nadie creía en él pero llegó a ganar un Guinness como el juego arcade más exitoso. Como recompensa su creador solo recibió un bono de 3.500 dólares
Han pasado 40 años desde que Pac-Man, el personaje de videojuegos probablemente más reconocido del mundo, debutó ante un público que conquistó con su sencillez. Pac-man transformó a una afición a los videojuegos hasta entonces mucho más masculinizada.
Aunque el lanzamiento oficial del juego en salas recreativas de Japón fue en julio de 1980, sus creadores consideran que el 22 de mayo es el nacimiento de Pac-Man. Fue ese día cuando se dejó ver a través de una máquina de prueba en una popular zona de Shibuya, en Tokio.
El comecocos, como se llamó en España, se presentó ante los japoneses como Puck-Man. Ese nombre original terminó adaptando su grafía a la pronunciación (Pac) para evitar que el público estadounidense sustituyera la «p» por una «f» y el juego terminara soezmente desvirtuado.
La inspiración fue una pizza
Puck/Pac, pronunciado paku en japonés (la onomatopeya usada en ese idioma para describir la acción de «dar un bocado»), se centró en el simple y universal concepto de comer. La idea era atraer a un público que hasta entonces no se sentía atraído por los videojuegos: las mujeres.
«Intentaba dar con algo para atraer a mujeres y a las parejas. Cuando imaginé lo que las mujeres disfrutan, me vino a la mente su imagen comiendo pasteles y postres, así que usé comer como palabra clave», explicó el padre de Pac-Man, Toru Iwatani, en una entrevista con el periodista británico Tristan Donovan para su libro Replay: The History of Video Games (2010).
Mientras investigaba en torno al concepto culinario durante el desarrollo del juego, que llevó poco más de un año, Iwatani tuvo una epifanía comiendo pizza. Vislumbró al que terminaría siendo Pac-Man en la forma a medio comer de este plato italiano.
Una dinámica sencilla
La dinámica del juego era extremadamente sencilla: ponerse a los mandos de Pac-Man para comerse todos los puntos, frutas y objetos distribuidos por un laberinto mientras escapaba de cuatro coloridos fantasmas. A ellos se les podía devorar en ocasiones para aumentar la puntuación.
El juego buscaba atraer al mayor público posible, incluidos mujeres, niños, parejas a los centros de videojuegos. Hasta entonces, estos sitios eran, más que nada, frecuentados por hombres y repletos de títulos de acción influidos por el exitoso «mata-marcianos» Space Invaders.
Pocas expectativas
Con Pac-Man ocurrió lo mismo que con grandes artistas como The Beatles. La primera vez no llamó la atención.
La productora del juego, la compañía Namco, no se mostró especialmente entusiasta con el muñequito comelón. Tampoco la crítica.
Namco fue fundada en 1955 en Japón por Masaya Nakamura. Esta compañía actualmente está asociada a la de juegos Bandai.
Pero su creador no se aminaló. El joven Iwatani, que entonces contaba con 25 años y se había incorporado a Namco para desarrollar máquinas de pinball, siguió creyendo en Pac-Man.
«A diferencia de los otros juegos estimulantes que existían en ese momento, Pac-Man fue diseñado para que las personas jugaran fácilmente, relajadas, sin agitación. Así que, cuando se lanzó, no recibimos el tipo de análisis que tuvieron otros juegos», relataría Iwatani después.
Pero el juego conquistó al público, especialmente en Estados Unidos. Allí se lanzó en octubre de 1980. En ese país vendió más de 100.000 máquinas en un año. Los centros recreativos instalaron filas del juego. Y su protagonista apareció en la portada de la revista Time y un programa de dibujos animados en televisión.
El juego obtuvo el récord Guinness a juego arcade de monedas más exitoso, con cerca de 300.000 máquinas vendidas entre 1980 y 1987.
Se estima que hasta los años 90 Pac-Man generó beneficios de 2.500 millones de dólares, uos 2.300 millones de euros.
Por su revolucionaria creación, Iwatani recibió un bono de menos de 3.500 dólares (3.200 euros). Sin embargo, poco después del lanzamiento de su poco exitoso juego siguiente, Libble Rabble, en 1983, fue promocionado a director de Investigación y Desarrollo como muestra de respeto, según el libro La gran historia de los videojuegos, de Steven L. Kent (2001).
Su vigencia
Cuatro décadas después de su aparición, Pac-Man sigue vigente.
El juego tiene decenas de versiones y más de 20 títulos propios de la franquicia. Desde «Ms. Pac-Man», publicado en 1981 por la estadounidense Midway y en el que la protagonista era una mujer con lazo, hasta el más reciente Pac-Man 256.
Este último juego, creado para Namco por el editor australiano de videojuegos independiente Hipster Whale y publicado en 2015, es una divertida interpretación del original.
Pac-Man tiene 255 niveles superables y un nivel 256 infinito, no previsto, resultado de las limitaciones técnicas para escribir números en sistema binario con ocho dígitos. La cantidad desbordante de datos en 8 bits daba como resultado una distorsión en la pantalla que resultaba imposible de terminar.
Hipster Whale jugó con este fallo técnico, o glitch, y creó un juego sin fin que, más acorde a los tiempos, permite también jugar en multijugador.
Además de juegos, Pac-Man ha estado presente en películas, series de animación o anuncios comerciales, y su figura sigue estampándose en ropa, artículos de papelería y todo tipo de mercadería.
«La gente conoce a Pac-Man. Gente que ni siquiera sabe sobre videojuegos conoce a Pac-Man. No me percaté de que iba a ser un éxito como el que es», confesó Iwatani.
El productor musical Ken Ishii creó a finales del año pasado el tema oficial de Pac-Man para este 40 cumpleaños, una mezcla de los característicos efectos de sonido del juego original. El tema debía amenizar las celebraciones por el aniversario pero la pandemia de coronavirus afectó los planes.
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