#VIDEO | Aston Martin con el estilo de James Bond

Aunque no guarda mucho en común con el futurista prototipo utilizado por James Bond en Spectre, la última película de 007, al nuevo Aston Martin DB11 le sobran atributos para ser el vehículo que conduzca el célebre agente británico en una próxima entrega de una saga fílmica en la que en el DB ha sido protagonista en ocho oportunidades.

Digno heredero del ADN de la marca, el nuevo integrante del portafolio Aston Martin mantiene esa extraña y perfecta mezcla entre elegancia, deportividad y potencia que ha caracterizado a la marca, en esta oportunidad reforzados por ser el primer modelo de la firma que integra un motor 100% hecho en casa.

Rediseñado por completo a partir de su antecesor, el DB9, la nueva joya de la casa británica es un deportivo dos puertas y cuatro asientos que mucho tiene de GT de los 70, un aire que le imprime la perfecta curva que describe el techo bajando sobre la maleta y los amplios pasos de las ruedas.

El amplio capó, la pieza de aluminio más grande colocada en auto alguno hasta ahora, resguarda la verdadera razón de ser del DB11: un impresionante V12 de 5.2 litros biturbo capaz de entregar 608 caballos de potencia de 6.500 revoluciones y un par de 700 Nm.

Para ayudar a domar esta bestia, Aston Martin propone una caja de cambios de ocho marchas ZF que puede ser manejada desde levas en el volante o puede convertirse en una transmisión totalmente automática a gusto del piloto.

Y vaya que una caja eficiente será necesaria para mantener bajo control a este bólido que e capaz de poner el contador en 322 kilómetros por hora y pasar de 0 a 100 km/h en tan solo 3,9 segundos, registros más que aceptables para un carro que incluso pesa casi 40 kilos menos que su predecesor.

Esa nueva generación de motores también incluye sistema Start/Stop y una función de avanzada que permite desactivar una bancada completa de cilindros para reducir el consumo de combustible. Puede además alcanzar la velocidad de crucero con el impulso de solo seis cilindros.

Rápido y lujoso
Aunque no posee mayores elementos de aerodinámica activa –mejor así, pues afectaría el límpido diseño de esta belleza inglesa-, incluye dos bien disimulados sistema de apoyo a la estabilidad: el ‘curlicue’, que hace que las agallas detrás de los cauchos delanteros conviertan el flujo del aire en un agarre adicional; y el ‘aeroblade’, sistema que toma aire por unas aberturas situadas delante del paral trasero y lo redirige a la parte posterior a través de unos canales que desembocan sobre la tapa de la maleta.

Un pequeño spoiler arriba del maletero que se eleva según el programa de conducción elegido complementa los elementos de estabilidad, sirviendo además de centro de equilibro para el hermoso juego de luces envolvente de la retaguardia, una visual en la que resalta el alto difusor y los contundente tubos de escape a cada lado

En el interior, el lujo británico se hace patente: cuero y alcántara son los materiales que dominan la escena, aunque no faltan detalles en aluminio para dar un adecuado toque deportivo.

En fin, el DB11 es más que un digno sucesor de la dinastía familiar, un auto solo disponible para quienes prefieren contenida potencia bajo una plácida apariencia que ofrece un Aston Martin, y quienes además deben disponer de cerca de 240.000 para pagar toda esta exclusividad.