El Jeep más rabioso
Un SUV con motor de un superdeportivo dan vida al Grand Cherokee Trackhawk, el todoterreno de producción más potente del mundo
Un SUV con motor de un superdeportivo dan vida al Grand Cherokee Trackhawk, el todoterreno de producción más potente del mundo
No necesita mayor presentación. Basta saber que el nuevo Grand Cherokee Trackhawk 2018 es el SUV más potente fabricado por Jeep, una impresionante bestia que comienza sus correrías por tierras americanas en las próximas semanas.
Nacido para plantar cara a los más aguerridos utilitarios del mercado (en realidad sus únicos competidores son el Porsche Cayenne Turbo y el Range Rover Sport SVR), este nuevo Jeep tiene todo los necesario para imponerse: fuerza, tecnología de punta, elegancia y no pocos toques de lujo. Una combinación perfecta para el modelo bandera de las razas de mayor venta en el mercado americano.
Resta decir que lo que llama la atención de nuevo ‘halcón del camino’ es su potencia, equiparable con la que muestran los más conspicuos y legendarios superdeportivos producidos por la antigua Chrysler.
Esta nueva belleza lleva en sus entrañas un contundente V8 HEMI de 6,2 litros con sobrealimentador. Quizás esto no diga mucho, pero la fuerza que entrega sí: unos contundentes 707 caballos de fuerza y un par motor de 875 Nm que ponen a esta máquina a la altura de cualquier ligero deportivo europeo.
En pocas palabras, equipa el mismo motor del mítico Dodge Challenger SRT Hellcat, uno de los modelos más feroces de la industria americana, gracias a lo cual el nuevo todoterreno de Jeep se convierte en el todoterreno de producción en serie más potente del mundo.
Y los resultados son aún más sorprendentes. A pesar de sus 2,4 toneladas de peso, el Grand Cherokee Trackhawk es capaz de alcanzar una velocidad de punta que raya en los 300 km/hora (290 para ser exactos), y llevar el velocímetro de 0 a 100 km/h en solo 3,5 segundos, con lo cual deja en la estaca a muchos modelos que se ufanan de llamarse deportivos.
Cuenta además con función Launch Control que, verdadero responsable de semejantes cifras de aceleración y que ajusta los controles para mejorar el reparto de fuerzas y garantizar la mayor tracción en el despegue.
Mejorando lo presente
Obviamente, trasplantar el corazón de un Hellcat a un SUV requirió de muchas mejoras que incluyen, entre otros, una transmisión más robusta que reparte la potencia en los cuatro extremos, y una caja de transferencia capacitada para soportar más carga.
También hay refuerzos en el árbol de transmisión trasero, en los semiejes y el diferencial, todo ello con el objeto de mejorar la estabilidad de un vehículo pesado, pero que puede desarrollar velocidades inconcebibles para un todoterreno.
Sustentado en el armazón del Grand Cherokee SRT8 (destronado como el más potente de la gama Cherokee) el Trackhawk 2018 mantiene intacto el eje delantero y la transmisión, que sigue siendo automática de ocho velocidades fabricada por ZF con cinco modos de conducción.
Los frenos también fueron reforzados para contener el ímpetu de esta bestia, por lo que ahora cuenta con un sistema Brembo de discos ventilados de 400 mm con pinzas de seis pistones adelante y de 350 mm con pinzas de cuatro pistones atrás, gracias a los cuales solo necesita 35 metros para frenar desde los 100 km/h. Los rines son de aluminio forjado de 20 pulgadas en negro y calza zapatos Pirelli Scorpion o Zero.
En el interior no faltan los detalles de lujo, como los asientos de cuero (rojo o negro) con logo Trackhawk, pantalla táctil de 8,4 pulgadas con Apple CarPlay y Android Auto y recubiertas internas en materiales nobles, incluso fibra de carbono.
El Grand Cherokee Truckhawk no es un auto para cualquiera. Y no se trata de que por su potencia no es apto para novatos, sino por el costo: el precio base es de 87.000 dólares, mucho más caro que un Challenger Hellcat. Sin embargo, la potencia en formato SUV lo vale.]]>