Los estereotipos se están rompiendo: la Grant’s Reunion Beach Edition fue la prueba de que el whisky va bien en traje de baño y escuchando a Bad Bunny y Rawayana. El resumen de lo que se vivió el jueves 23 de marzo, te lo contamos aquí
Los últimos rayos del sol alumbran sus rostros. Bailan un mix de Rawayana con Danny Ocean. Ninguno pasa de los 28 años. Y si alguien tiene más, no parece. Mientras unos se hacen sun-kissed selfies para Instagram, otros se ponen al día bebiendo de un vaso que, por fin, no es el famoso “Contigo”.
Ese cóctel que aumenta el tono de sus voces, que los pone a bailar y a jugar desinhibidos frente a una piscina, no es vodka, ni ron. Esta fiesta se ameniza con whisky escocés, el mismo que toman sus padres, tíos y abuelos.
Así fue la Grant’s Reunion Beach Edition, el pasado 23 de marzo, una cita a la que creadores de contenido, actores jóvenes, comediantes y emprendedores, asistieron para probar, una vez más, que el whisky también es una bebida para quienes andan en shorts y camisetas, vestidos florales, sneakers y escuchan Bad Bunny.
Bajo la luna, varias botellas, paletas de whisky y tequeños acompañaron las risas y respuestas a la pregunta de la noche: “¿Por qué el whisky también es para chamos?”.
Lo que decían dejaba ver una sola cosa: sinceridad ante un gusto que pasaron de criticar a disfrutar en la playa, en las reuniones de un viernes por la noche e incluso en una cita improvisada con sus parejas.
“Es como que empiezas a desarrollar un paladar refinado, entonces te comienzan a gustar el whisky, las pasas y las aceitunas al mismo tiempo”, dijo Sofía Saavedra, creadora de contenido y dueña de la marca de ropa Covas.
Eso sí, para hacerlo digerible al inicio, la mayoría prefiere una combinación «divertida». La elección es libre, pero las mezclas más comunes ya están establecidas: jugo de naranja, agua de coco, soda y rebanadas de limón o naranja. Y para no ofender a los mayores de la familia ni a los puristas, el clásico: whisky en las rocas.
La bebida no solo ha adquirido popularidad por las mezclas más dulces, sino que puede adaptarse al momento. En la Grant’s Beach Reunion hubo una muestra: mesa de gopong, parada de ring shot y la torre de Jenga con retos en las piezas, cada juego con shots de whisky para los perdedores que, perdiendo, igual ganaban.
«El whisky está estigmatizado como una bebida para viejos, pero hoy en día es para cualquier edad. Es una bebida bien divertida, con la que podemos tripear infinito con nuestros panas y seres queridos», dijo Daniel Bencid, locutor y creador de contenido sobre turismo en YouTube e Instagram.
Y por eso la apuesta de expansión está ahí: en los Gen Z y los que vendrán. Agatha Cappucio, brand manager de Grant’s Venezuela, lo explicó mejor: «Grant’s es una marca que celebra el éxito colectivo en un mundo obsesionado con el éxito individual. Queremos apropiarnos de momentos como carnavales y Semana Santa porque son momentos perfectos para divertirnos y crear historias con nuestros amigos».
«Aquí queremos romper los paradigmas en la categoría whisky, queremos hablar con los millennials, esas personas que creen en los equipos y que juntos pueden llegar más lejos», resaltó Cappucio, una de las organizadoras de las fiestas Grant’s.
«Si no están tomando whisky, quizás están tomando otro licor que no les hace bien al estómago. El whisky te ayuda a asentar, te hace tener conversaciones amenas, agradables, por muchos más tiempo porque no emborracha tan rápido», aseguró Ricardo Del Bufalo, comediante invitado a la Grant’s Reunion Beach Edition.
En su caso, Ricardo prefiere el Grant’s 12: «Es más dulce, y en las rocas, no regaña tanto». La cosa, como todo, es que el consumidor se acostumbre y que encuentre su sabor.
Deborah Herrera, activadora de marca de Grant’s Venezuela, recomienda el whisky a los jóvenes por una razón: «La dimensión de sabor es completamente diferente. El whisky no se limita, puedes tener la edad que tengas, el sexo que tengas y seguir disfrutándolo».
Para hablar con base, Deborah creó un menú variado para el evento y además compartió una receta rápida y más elaborada para salvar cualquier fiesta que incluya la bebida. Eso sí, con ingredientes que cualquiera puede conseguir en su casa:
Y el toque especial: una conchita de piel de naranja para decorar.¿Va?
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