Caraqueño en Ciudad de México, fotógrafo y realizador, Henry Cuicas vive rodeado de modelos y mujeres hermosas dispuestas a desnudarse ante él. ¿Cuál es su “secreto”? Aquí lo cuenta y comparte algunas reflexiones sobre el “duro” oficio de fotografiarlas a ellas
Si miras el Instagram de Henry Cuicas te haces la idea de que vive en un cuento de hadas, en la fantasía de todo hombre. Pero ni es cuento ni hay hadas: en realidad es una historia de formación, trabajo y -sí- con uno de esos toques de suerte que consisten en conocer a la gente indicada. En este caso, a dos beldades muy decididas a aligerarse de ropas frente al lente de su cámara fotográfica.
Llámalas hadas si quieres: Ivanna Vale Colman y Yuvanna Montalvo. Conductora de televisión, modelo, Reina Internacional del Café y finalista del Miss Venezuela, la primera. Actriz de telenovelas, Chica Polar y modelo, la segunda.
Fue, gracias a ellas, que el fotógrafo caraqueño –criado en Barquisimeto- orientó parte de su carrera a poner ojo y técnica sobre cuerpos hermosos. Y no es lo único de lo que se ocupa: Henry Cuicas es comunicador social, estudió en la escuela FotoArte, se formó en dirección cinematográfica en la Escuela Nacional de Cine e hizo un diplomado en dirección y guión con el mexicano Guillermo Arriaga (Amores perros, Babel, 21 Gramos). Hoy vive en el DF mexicano y trabaja con las productoras Rabbit House y Goicot. A saltos entre Ciudad de México y Rusia –donde realiza una cobertura especial del Mundial de Fútbol- contestó las preguntas de UB y compartió algunas imágenes de su archivo.
¿Cómo termina uno especializándose en fotografiar a mujeres semidesnudas? Fue algo realmente fortuito, yo venía de hacer radio durante 10 años aproximadamente entre 92.9Fm y luego Hot 94.1 Fm, donde pasé la mayor parte del tiempo. Venía de fotografiar protestas como una manifestación personal de lo que ocurría en Venezuela en la época que asesinaron a Basil Da Costa. Pero por cuestiones de la vida me piden dirigir un sketch con Manuel Silva para Chataing TV y ahí conocí a Ivanna Vale, con quien hice un click de amistad casi inmediato. Fue ella quien me pidió que le hiciera unas fotos en lencería. Acepté con la condición de que me dejara hacer lo que yo quisiera, ya que para ese momento mi formación sobre fotografía era meramente documental y cinematográfica, jamás con modelos. Hice las fotos y Yuvanna Montalvo (con quien había ya trabajado en Somos Tú y Yo) las vio y me escribió de inmediato «Negro, cómo es eso que tú estás haciendo fotos y no me dices”. Y el resto es historia.
Además de autocontrol, ¿qué hay que tener para lograr tan buenos resultados? ¿Qué busca el ojo: belleza, erotismo o se trata de hacer que la modelo encuentre su manera? Creo que hay varias maneras: tener buenas referencias y una formación que te permita combinar el mensaje con la técnica que se quiera usar. Mi ojo no busca el erotismo en sí, sino más bien busca tener una conexión con la modelo en la que ella se sienta lo más cómoda posible para mostrar su lado más vulnerable. Para algunas chicas es más fácil desnudarse o estar en ropa interior, para otras no. Y cuando se logra tener ese ambiente de confianza, te juro que las chicas se sueltan, proponen, disfrutan del momento. Básicamente es un momento de ellas desde su intimidad.
Ahora deben hacer fila para fotografiarse contigo, pero ¿cuándo hiciste tus primeras fotos de este estilo, cómo convenciste a las modelos de que se quitaran algo de ropa? Jajajaja, no sé si hagan fila. ¡Me sentiría muy halagado de ser así! Estoy en un ambiente con muy buenos fotógrafos y además panas, y varias chicas mueren por fotografiarse con ellos, como Santiago (@santiagopgm) o @RockoIturriaga. Mis primeras fotos de este estilo muuuuy light, como te comenté, fueron con Ivanna y con Yuvanna. Y ya luego con otras chicas comencé a experimentar un poco el desnudo. Recuerdo que uno de los que más me ha gustado se los hice a Alicia Ontiveros, fotos muy naturales, sin pretensiones de ser eróticas, pero con una carga sensual bien sutil.
En la dinámica de trabajo, ¿son ellas quienes piden mostrar o es algo que vas conquistando a medida que avanza la sesión? Las referencias siempre son importantes antes de ir a la sesión. Ellas mandan algunas cosas, luego yo les mando otras y ahí vamos discutiendo. Siempre me mandan fotos de desnudos o semi desnudos y a veces aclaran: “así pero con ropa”, cosa que me causa gracia porque al final como se sienten en un ambiente de confianza dicen: “bueno, una que se me vea la espalda descubierta”. Ya ahí puedo buscar otras tomas hasta que ellas se dan cuenta de que todo está fluyendo y muchas veces sin planearlo mucho se quedan sin ropa. Lo importante es que procuro en la medida de lo posible no acercarme mucho, darles su espacio.
¿Te ha pasado que alguna de ellas luego se arrepiente y pide borrar las fotos? Sí, es de las cosas que más detesto en el mundo. Siento que no hay nada más ofensivo. Bueno, sé de otra cosa que es más ofensiva en este tema y es aplicar filtros a las fotos. He tenido que regañar a varias por ponerles filtros. Siempre les digo: imagina que compras un cuadro o que te lo regalan y luego tú compras unas acuarelas y comienzas a pintar encima, ¿qué sentirías si fueras el pintor? En cuanto a borrar las fotos, pues sí ha sido un tema a veces. Ellas mismas escriben con aquella pena porque el novio la regañó (esta siempre ha sido la excusa número uno). Una situación lamentable…
¿Y pasa también que después de que se ven quieren mostrar más? Esto ocurre cuando se sienten en confianza y ven el resultado. Algunas dicen: “quiero una donde se me vea la espalda descubierta” y a los minutos ya están haciendo topless. Creo que les inspiro confianza y eso es bueno.
¿En qué categoría se inscribe esto: es fotografía artística, de moda o publicitaria? Esto es fotografía boudoir y proviene de la pintura. En Francia, principalmente, las mujeres adineradas y medio sinvergüenzas para la época, pedían que fueran retratadas en el salón de tocador de sus casas mientras se bañaban, arreglaban, vestían. Ese espacio, se llamaba boudoir, y de ahí proviene. Claramente todo ha mutado, ya no es solo en el tocador, sino en la sala, cama, cocina. El tema de la desnudez ahora es un poco más libre sin tantos tabúes como antes. Uno igual trata de meterle algo de moda, o algo artístico.
Las fotos que haces de modelos, ¿son para sus portafolios personales o estás publicando en algún medio especializado? Lo he visto como algo muy personal, pero sí me han publicado en revistas especializadas en este tipo de fotografías, como Another Love Magazine. Pero principalmente son para las modelos y para mí. Mi galería personal.
¿Cuál es tu trabajo formal? Soy director y realizador audiovisual, fotógrafo en los ratos libres, aunque yo lo llamo: “La caja chica”, jajaja…
¿Cómo es el concepto de «Un día con ella», que sueles promocionar en tu Instagram? Básicamente se trata de visitarlas a sus casas o de que ellas me visiten y compartir una tarde tomando fotos, escuchando música, inventando. Casi todo se da siempre en el momento. Hay algunas sesiones que sí son más formales en donde tengo que preparar un mood board y eso, pero las que más disfruto son las que salen un poco más improvisadas.
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