Melomanía

Chappell Roan, la nueva princesa del pop es así

Chappell Roan es su nombre artístico y con su propuesta de pop atrevido y su estética drag queen ha conquistado a las audiencias: en directo, en Spotify y hasta en Tik Tok

chappell roan
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Drag queens, amores y desamores, y pop etéreo son sólo algunas de las ideas que giran en torno al universo de Chappell Roan, la artista LGBTQ+ del momento. Con más de 42 millones de oyentes en Spotify, 68 millones de reproducciones en su catálogo de música, y su álbum The Rise and Fall of a Midwest Princess siendo el número dos en Billboard’s Top 100, la cantante ha ascendido tanto y tan rápido que la comparan con Elton John y Taylor Swift.

Outfits estrambóticos llenos de brillantina, maquillaje exagerado y pestañas más largas que carrera de universidad son algunos de los elementos que identifican el fanatismo hacia la Princesa del Oeste -apodada así por su álbum. En pocos meses, se transformó en una de las cantantes más conocidas de 2024. El crecimiento de su popularidad fue tal que en septiembre de 2023 tenía menos de 2,5 millones de reproducciones, y ahora pasa de los 68 millones, de acuerdo con la revista Lluminate.

Solo hace unos días -el 19 de agosto- la artista se montó en el escenario con Olivia Rodrigo durante su concierto del Guts Tour en Los Ángeles. Chappell Roan apareció como invitada especial e hizo su famoso y viral baile de Tik Tok de la canción «Hot to Go!». Básicamente, no hay momento donde la artista no se haga noticia.

Pero eso de que alcanzó el éxito de la noche a la mañana no es del todo cierto. Chappell Roan llevaba más de 7 años trabajando en la industria de la música antes de lograr el gran hit que la propulsó a la fama. Dice el proverbio que la tortuga gana la carrera, y en el caso de Chappell Roan, es una realidad.

Entonces… ¿de dónde salió?

Aunque su drag persona es Chappell Roan, su nombre verdadero es Kayleigh Rose Amstutz. Y antes de que fuera la Princesa del Oeste vivía en un parque de tráilers en Willard, Missouri. En un pueblo conservador de 6.000 personas, Roan le contó al periódico The Guardian que iba a misa tres veces a la semana y creció sintiéndose diferente por su sexualidad reprimida.

Entonces, no es sorpresa que en sus años de adolescencia se viera atraída por los videos “escandalosos” y llenos de mujeres sexys de Katy Perry, Kesha y Lady Gaga. Cuando Lady Gaga sacó su canción “Alejandro”, Roan estaba en la secundaria. “Yo estaba como ‘Oh por Dios, ¿esto es porno?’”, le dijo a The Guardian.

Empezó a escribir canciones por estar enamorada de un estudiante mormón un año mayor que ella, y pensaba que debía “escribir la canción de amor más grande de todos los tiempos”. Por el camino que va, quizás no le falte mucho, aunque ya no sería una canción dedicada a un hombre.

Pero eso no fue lo que llamó la atención de las disqueras del momento, sino los covers de canciones que montaba en Youtube. En 2015 fue firmada por Atlantic Records tras el éxito moderado de su canción “Die Young”. Lo cuenta en The Guardian: “Tenía 17 años y pensé que ganaría un Grammy. Es chistoso porque cuando firmas en una disquera, ahí es cuando el verdadero trabajo comienza”.

Aquí nació su nombre de artista. Chappell Roan es una mezcla del apellido de su abuelo, Dennis Chappell, con la canción favorita de él, “The Strawberry Roan” de Marty Robbins. Ya asentada como Chappell, en 2017 lanzó el EP School Nights con una estética muy alejada de los brillos y extravagancias del drag que tanto disfruta.

Vox describió su vibra de esa época como un estilo “brujita”, oscuro y sombrío. En resumen, la cantante se había convertido en la personificación del negro y la moda gótica. El rosa y los colores alegres de sus videos como “Redwine Supernova” y “Good Luck, Babe” parecían imposibles e inexistentes.

El trabajo no era ser feliz, sino compartir el encanto de estar con un chico malo. “Nadie se compara con quien tenía antes”, canta Chappell Roan en “Good Hurt” mientras se sumerge de manera melancólica en un lago negro. “Todo lo que quiero es un buen dolor”.

Habían pasado ya 6 años, y todo su repertorio de canciones le parecía extraño y estresante. No tenía la misma perspectiva de artista que la llevó a Atlantic Records en su adolescencia. “Me sentía poco preparada”, le dijo a la revista Rolling Stone. “No sabía las consecuencias de cuánto iba a tener que sacrificar. No hice mi último año. No fui a mi baile de graduación. No fui a la graduación tampoco. Me perdí de mucho de lo que debía ser el final de mi infancia por este trabajo”.

En 2020 sacó la canción “Pink Pony Club” con el escritor y productor Dan Nigro, inspirada en la emoción y excitación que sintió al ir a The Abbey -uno de los bares LGBT más famosos del oeste de Hollywood- donde estuvo libre por primera vez. En esta canción, se ve más de la Chappell actual: rulos rojos, traje de vaquero, y sonido indie pop.

Pero a pesar de la melodía pegadiza, no emocionó a los oyentes en medio de los primeros días de cuarentena pandémica. Ni esa, ni sus dos otras canciones “California” y “Love Me Anyway”. Por su falta de hits, 10 días después del lanzamiento de “California”, Chappell Roan fue botada de Atlantic Records.

La estrella de segunda mano

Así se acabaron sus días en Los Ángeles y Kayleigh Amstutz tuvo que volver a su pueblo natal en lugar de Chappell Roan. Cuenta en The Guardian que se sentía como una fracasada y que comenzó a trabajar en el auto-servicio de una cafetería. Se dio un año para recuperarse. Y si no lograba regresar a la industria, volvería a la universidad.

Volvió a Los Ángeles en octubre de 2020, pero fueron tiempos difíciles. No solo tuvo que trabajar como asistente de producción y en una tienda de donas en la ciudad de las estrellas para mantenerse, sino que también terminó una relación romántica de 4 años durante esos meses. Y en 2021, el compositor Dan Nigro le dejó de prestar tanta atención como antes, enfocándose en cambio en el proyecto del álbum Sour con Olivia Rodrigo, el cual había ganado impulso gracias al éxito masivo del tema “Driver ‘s License”.

Sin embargo, la relación de amistad que mantenía con Dan Nigro le permitió a Roan abrir unos días el Sour Tour de Olivia Rodrigo. Aun así, necesitó una charla mayor con el productor para recuperar su energía.

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“Estaba molesta porque mi proyecto no se movía. Me sentía estancada y como si nadie me estuviera prestando atención”, le mencionó a Rolling Stone durante una entrevista de 2022. “(Dan) me vio bien y me dijo ‘Vas a mandar a tu carrera al maldito suelo si no empiezas a hacer mierda por tu cuenta’”.

Las duras palabras despertaron la chispa en Chappell Roan. Así, empezó -tal como le aconsejaron- a hacer mierda por su cuenta.

En 2022, comenzaron a salir videos hechos con sus amigos, con brillos comprados al mayor y vestimentas encontradas en tiendas de segunda mano. Se aferró a la estética camp de desorden y caos, y no soltó hasta lograrlo.

“Soy la estrella pop de Good Will. Soy una estrella de pop de segunda mano. Soy una reina del DIY, sabes a lo que me refiero?” le comentó a Rolling Stone en 2022, añadiendo: “Si una niña de 5 años pudiera dibujar una estrella del pop, esa sería yo”.

Ahora realizada por completo y entendiendo su verdadera estética alejada de lo oscuro y sombrío de sus días con Atlantic Records, su drag queen persona comenzaba a sumar fans por todo el mundo. En marzo de 2022, obtuvo un contrato de publicación con Sony y trabajó de nuevo con Nigro para sacar “Naked in Manhattan”.

Esta canción marcó un hito en su carrera: fue la primera en dos años, la primera como artista independiente y la primera en incluir afirmaciones de atracción hacia las mujeres.

“Tócame, bebé, pon tus labios sobre los míos. Podríamos ir al infierno, pero estaremos bien”, canta en una estrofa: “Sé que quieres, bebé, puedes tenerlo”.

Si la Chappell de “Good Hurt” y “Die Young” creía que iba al infierno por su sexualidad, la Chappell de “Naked in Manhattan” ya lo sabía y no le importaba. Y fue gracias a ella que quedó seleccionada de telonera para el Girl of my Dreams Tour del cantante Fletcher.

Después de “Naked in Manhattan”, le siguieron “Femininomenon” y “Casual”. Estas dos amasaron una cantidad tal de seguidores – especialmente entre la comunidad LGBTQ- que le permitieron a Chappell irse de tour entre febrero y marzo de 2023. La gira Naked in North America se volvió una locura sáfica que se vendió por completo en todos los estados a los que iba.

Chappell Roan convirtió su gira en una rumba donde todos los participantes se disfrazaban de maneras exageradas para honrar a las drag queens que abrían el show bailando en el escenario. Los periódicos locales iban a observar y quedaban embelesados por la emoción del momento.

“Roan transformó el (teatro) Soundwell en el Pink Pony Club: un ‘buena vibra’, energético espacio donde las personas se reunieron para celebrar lo campy-burlesco”, comentó John Nelson, el reseñista de la revista Saltlake, al ver el concierto.

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En marzo de 2023, acabada la gira, Roan anunció que había firmado con la nueva disquera de Dan Nigro, Amusement Records, la cual estaba asociada con Island Records. Para entonces, gracias a su esfuerzo independiente, tenía opciones con nueve disqueras distintas.

“Me reuní con nueve disqueras y entré con la actitud de ‘Esto es lo que necesito – lo único que necesito ahora es dinero’”, le comentó a la revista NME. “‘Así que si no me das esto, no voy a firmar contigo porque puedo seguir por mi cuenta’. Era muy detallista y tenía un montón de palanca”.

Era la verdad, tenía palanca de sobra. La “Reina de segunda mano” se estaba transformando en la Princesa del Oeste. En septiembre de 2023, Chappell Roan editó The Rise and Fall of a Midwest Princess. Con él, se fue en la gira The Midwest Princess Tour y tocó en ciudades como Berlín, Ámsterdam, Londres y Sydney. Ya para el final de 2023, el álbum de la Princesa del Oeste había sido incluido en listas de “Los mejores álbumes del año” en las revistas Vogue, Rolling Stone, Billboard y Times.

Chappell Roan, princesa y reina a la vez

Chappell Roan acompañó a Olivia Rodrigo durante su gira Guts Tour entre febrero y abril de 2024. Sólo en la primera semana, las reproducciones de su música habían subido en un 32%. En estos mismos meses, sus oyentes de Spotify aumentaron en 500%.

El verdadero hit vino después de la gira con el single “Good Luck, Babe!”. Con la publicación de la sencilla y divertida melodía del coro en Tik Tok, consiguió 3 millones de vistas y 400 mil “me gusta”, cinco días antes de que se lanzara la canción.

El 5 de abril salió la maxi-tendencia de Tik Tok. Chappell Roan le había explicado a la revista StereoGum que era “la primera canción de un nuevo capítulo». Un nuevo capítulo sin fallas, porque en menos de una semana la canción recibió 7 millones de reproducciones, posicionándose en el top 10 de Spotify y en el número 77 de Billboard 100. Para agosto, se había convertido en el número 6.

El éxito se pudo demostrar en el Coachella de abril, donde su set atrajo a más de 40 mil personas, y en el Governor’s Ball de junio, donde la revista AV Club afirmó que la tuvieron que cambiar a un escenario más grande para acatar a la demanda y cantidad de gente. 

No tan cerca, por favor

Es ley de Hollywood: con la creciente fama vienen los acosadores raros. Y Chappell Roan ha aclarado que no lo aguanta más. Este 19 de agosto, la artista denunció los comportamientos extremos de los cuales había sido víctima por fans en la calle.

“Si vieras a una mujer al azar en la calle, le gritarías desde la ventana de tu carro? La acosarías en público? Te acercarías a una mujer al azar y le dirías ‘¿Puedo tomarme una foto contigo?’ y cuando ella dijera ‘No, ¿qué carajo?’ ¿Estarías ofendido si dijera que no a TU tiempo porque ella tiene el suyo?”, dijo Roan en el video.

Esta no es la primera vez que la cantante sufre de acoso. En julio, durante el podcast The Comment Section de Drew Afualo, admitió que le había “puesto freno” a lo que compartía con el mundo fuera de su arte porque existían fans que la perseguían hasta su casa, que sabían dónde vivía su familia o dónde trabajaba su hermana.

En el drag, hay una regla sagrada que dice que no se le habla a la persona de su drag queen cuando está fuera del disfraz. Pero cuando Kayleigh Rose es tan famosa y conocida como Chappell Roan no hay mucho que hacer. En conciertos y a través de diversos medios, ha reiterado “No me llamen Kayleigh, no me llamen bebé”. Ella es Chappell Roan cuando está en el trabajo, y Kayleigh en su vida cotidiana.

La realidad es que en la fama no todo es color de rosas. Pero lo positivo es que Roan viene con brillantina, maquillaje y outfits de todos los colores. Ahora toca esperar y ver si la Princesa del Oeste tiene preparado más de lo que nos trajo en su primer año como la nueva reina pop. Lo que sí parece estar claro –lo dijo su mánager- es que de aquí en adelante, apenas tenga listo nuevos temas, serán lanzados de inmediato como sencillos. Y ya está trabajando en eso. Así que la espera no será tan larga.

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