Los 7 templos del hombre UB (en Semana Zángana)
La temporada de Semana Santa se acerca promisoria y sabemos que todo lo que quieres es compartir el cáliz y santificar las fiestas, sobre todo las que son a la orilla de la playa
La temporada de Semana Santa se acerca promisoria y sabemos que todo lo que quieres es compartir el cáliz y santificar las fiestas, sobre todo las que son a la orilla de la playa
UB presenta a su lectoría un recorrido por los 7 templos modernos, esos que no guardan una relación estrecha con la religión, pero que algunos visitan con devoción.
1. El Gimnasio: El cuerpo para algunos es sagrado. Al menos para nosotros en UB, el de las mujeres lo es.
Sabemos que pasas horas entre máquinas, pesas, sudor y una que otra lycra ceñida al cuerpo que roba tu concentración. También entendemos que hacer piernas supone un sacrificio como el de La Pasión de Cristo, pero todo el esfuerzo valdrá la pena cuando puedas quitarte la camisa sin vergüenza en tu próxima visita a la playa.
2. La playa: Somos caribeños y para nosotros los fines de semana se ríen con la arena, el sol y el mar. Si agregamos unas birras a la ecuación y un par de diminutos bikinis entonces la vida es perfecta. Cuando estés sentado sobre la arena con una fría en la mano y una jevita restregando protector solar en tu espalda, recuerda las palabras de Jesús: «Hoy estarás conmigo en el paraíso».
3. La cama: Las horas que se pasan entre sábanas son de puro júbilo y gloria. Por ello, es importante que empieces a ver tu cama como un Santuario. En este caso el tamaño importa, procura que el espacio para los retozos sea KING (digno de un verdadero rey del amor). A aquellos que no tienen el hábito de lavar sus sábanas de vez en cuando, solo les podemos decir: «Dios, perdónalos, porque no saben lo que hacen».
4. El mirador: Para los que no tienen la posibilidad de pagar un hotel, un mirador es una ermita. Los vidrios empañados siempre anuncian el pecado capital que estás a punto de cometer.
5. El Carro: No es secreto para nadie, tu carro es sagrado. No soportas verlo sucio o desordenado y no permitas que nadie coma en él, porque las migajas son cosa del demonio. Aunque pasas ratos agradables con alguna chica en tu máquina, entendemos por qué apenas ella se baja, acomodas las alfombras y las rendijas del aire acondicionado. Eres un maniático, pero está bien, entendemos tu fervor por el octanaje.
6. El lugar de las birras: Este espacio merece sacralidad y respeto. Es aquí donde te reúnes con tu más cercano núcleo de panas a hablar paja y codiciar a la mujer del prójimo con el colectivo. Sí, ese cuchitril que tanto quieres, en donde la birra es más fría, más barata y sabe mejor, es parada obligatoria para este recorrido de la Semana Mayor.
7. Casa de la suegra: Después de tanto gozo tendrás que pagar penitencia. Te sale plan en casa de la suegra. Lo único que podemos recomendarte es que encomiendes tu espíritu y respires profundo.