Viciosidades

Potros, perros y lobas: así fue el Flow Fest del Poliedro

Nuestra querida y respingada socialité se lanzó en una expedición de aventura al festival de reggeaton más importante de Venezuela. Haber estado en el camerino con “El Potro Álvarez” no fue lo más recordado de una noche en donde todo parece haber sido “una vaina loca”

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A veces es bueno salir de tu entorno para entender mejor la situación que se vive en Venezuela. Y es que aquí somos muy difíciles de descifrar.

Por ejemplo, yo que soy sifrinísima, y a mucha honra, pero siempre, en mi corazoncito ha habido la curiosidad de ir ir a un concierto de reggeaton. Eso de mover las caderas o como dicen en el argot «el dembó», definitivamente tiene que activar aquello que llaman en el mundo espiritual el «kundalini».

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Con motivo del Flow Fest, un concierto que reunió a varios de los máximos exponentes del reggeaton bajo la cúpula del Poliedro, aproveché de ir a vivir mi experiencia.

Sin duda, el país ha afectado incluso a este ramo que, aunque tuvo muy buena convocatoria, una asistencia de aproximadamente 4000 personas que movieron el esqueleto, hubo varios espacios que se quedaron vacíos y la olla era un espacio cómodo para bailar sin tropezar con nadie.

Total que, atrevida pero no loca, me fui con unos amigos súper influyentes lo que me permitió tener acceso a ciertas zonas que el asistente común no podía. Como de costumbre.

Cabalgando con “El potro”

Entre la gente que conocí, me presentaron por segunda vez al Potro Álvarez y, aunque él no es santo de mi devoción y considero que su único mérito respetable ha sido mostrar nuestros maravillosos paisajes venezolanos a través de sus video-clips, tengo que admitir que las dos veces que nos han presentado, ha sido bien decente y ubicado.

En cambio su esposa… Por un momento pensé que era la PPRR de su marido por la actitud controladora que cargaba, incluidos gritos acompañaos de peladas de ojos, en la entrada del camerino decidiendo quién entraba o no. Nena: la verdad es que es muy triste que aunque pasaste por el certamen de Miss Venezuela donde hacen un intento importante por refinarlas, demostraste que aunque la mona se vista de seda reggeatonera… Este tipo de mujeres se casan con tipos con poder y no terminan de entender que no solo es ser la esposa del “César” sino parecerla. Típico.

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Cuando quieras llámame y te doy unos súper tips de protocolo que te vas a ver “bella mi Gorda” . Tanto que el Potro te va a terminar contratando de verdad verdad.

Hablando de lo que fue el concierto en sí, fue tan intenso como un maratón: Sixto Rein, Tomas “The latin boy”, Alex Sensation, Plan B, Yandel y Farruko fueron los artistas invitados que nos pusieron a mover el llamado “dembó”.

El Potro Álvarez salió a cantar un rato con Yandel y gritó “¡Yandel, Venezuela te quiere!” mientras todo el mundo se tongoneaba al son de las letras.

Una vaina loca

La verdad es que ese gordito llamado Farruko es como un osito-cuchi. Se mueve poco pero las mujeres gritan. Después de un «popurrí» de canciones propias y prestadas, Farruko paró la música mientras cantaba Una vaina loca y debo decirles que está más clarito que muchos políticos tanto de gobierno como de la MUD.

«El cambio no lo va a hacer un gobierno, no lo va hacer ningún político. Lo van a hacer ustedes mismos. Cuando alguien hable mal de Venezuela, cállenle la boca, cuando alguien esté necesitado, extiéndale la mano, pero el cambio lo hacen ustedes. Dios lo bendiga y sigamos bailando».

Y así fue, Farruko cerró el concierto acompañado de El Potro Álvarez y Sixto Rein con la canción ojitos chiquititos mientras yo salía corriendo a montarme en el carro para descansar de tanto “perreo”.

Brindar con “La Caroreña”

Los tiempos han cambiado y también los patrocinantes, por eso, ya no fue ron ni cerveza sino sangría “Caroreña” la que activó a los asistentes.

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Es importante destacar que los presentadores del show, el montaje, producción, seguridad, bomberos, protocolo e incluso protección civil, además de todo el tema de luces fue espectacular y súper organizado. Personas que desde hace tres días no dormían y que estaban puntuales para cumplir con sus responsabilidades tocaron mi corazón. Así que dentro de toda mi experiencia exótica, sensual e intensa, entendí que en mi país todavía hay gente que quiere hacer bien su trabajo.

¡Brindo por ellos con mi vaso de sangría!

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