Viciosidades

Cuando la llama se apaga, pero eres la “chica sexy”

Pocas cosas me preocupan en la vida, y esta es una de ellas. Que después de tener un alto y voraz apetito sexual mi organismo decida poner en off a mi deseo. Sí, a Astrid, la sexóloga, la chica ardiente, la amante del sexo y todas su demás variantes, la mujer, quien para los ojos de muchos, siempre debe estar dispuesta. Se le apagó la llama. ¡Ojo! Esto no tuvo nada que ver con mi pareja. Porque así hubiese tenido al mismísimo Johnny Depp en mi cama, me hubiese dado la media vuelta y a dormir.

TEXTO: ASTRID SALAZAR (@ASTRIDSTEPHANYS) | FOTOGRAFÍA: PIXABAY
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La queja sobre la falta de deseo sexual es muy común en la población femenina. Como causa más frecuente se nombra el alto nivel de estrés por las cuales muchas veces se ven sometidas las mujeres, y en donde la mayoría de las cosas suelen estar programadas, menos el disfrute sexual. Aunque hay diversas razones que pueden ser responsables de que no exista ningún interés por un contacto sexual, la mayoría de estas razones son psicológicas.

Cuando pensamos en una mujer sin deseo sexual, enseguida imaginamos la excusa perfecta en los labios de ella: “Amor, me duele la cabeza”. Sin embargo, la realidad es que sí pueden existir lapsos de inapetencia sexual.

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Y esto les puede ocurrir a mujeres jóvenes y sensuales que no padecen de ninguna disfunción sexual. A mí me sucedió, y por este motivo identifiqué tres elementos que pueden afectar el deseo sexual. Encontrando, a su vez, algunas posibles soluciones para volver a avivar el fuego de la pasión.

1. El estrés

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Y más si eres una mujer venezolana, pues esto representa una mayor demanda de tiempo y de energía. Debido a que una de las principales víctimas de un sistema de vida inseguro y atropellado, como actualmente se vive en este país, es el Deseo.

El deseo sexual requiere energía física y mental. Si se está bajo la preocupación perenne de no conseguir qué comer, o la falta de medicinas para algún familiar, por ejemplo; este episodio te perturbará a tal punto como para no pensar en ejercer la función sexual.

El estrés es capaz de apagar por completo toda la llama de pasión y sensualidad que pueda existir en ti. Si estás estresado, el organismo libera una hormona llamada Cortisol, y esta hormona extingue el apetito sexual, causando que los músculos de tu cuerpo se tensen y reduzca el flujo de sangre a tus partes íntimas. Al reducirse el flujo sanguíneo disminuirá también tu potencial de excitación.

Para contrarrestar las consecuencias del cortisol en nuestro organismo debemos buscar tiempo para relajarnos. Un masaje que nuestra pareja nos brinde puede ser la base para comenzar con la relajación de tu cuerpo. El masaje calma, y puede llegar a ser la leña para que nuestro cuerpo vuelva a encender las llamas.

2. El papel de las hormonas

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Sí, nuestro cuerpo nos habla a través de las hormonas. Eues estas, según estudios, nos programan para sentirnos más excitadas unos días más que otros. De hecho, nuestro deseo sexual se incrementa cuando nos encontramos en período de ovulación –días fértiles-. Durante este ciclo aumenta la producción de estrógenos, propagando la excitación.

Pero no esperes que la biología haga todo por ti, también puedes aumentar la producción de la hormona testosterona haciendo ejercicios aeróbicos, como correr o trotar. Al segregar esta hormona, el organismo duplica el deseo y la frecuencia de encuentros sexuales. Aumentando el flujo sanguíneo, algo vital para nuestro deseo, ya que inflama nuestro clítoris.

No olvidemos que la excitación se basa en la mezcla de cuerpo y cerebro. Utilizar la mente para estimularnos es una gran estrategia. Fantasear con el momento que deseas con tu pareja es una técnica que estimula tu cerebro de forma positiva. También leer una novela erótica puede fusionar cuerpo y mente, para así volver a encender el fuego de tu cuerpo.

3. Los medicamentos

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Algunas medicinas pueden influir negativamente en el apetito sexual, como lo es la píldora anticonceptiva, la cual muchas veces provoca resequedad vaginal, entre otros efectos secundarios.

También las medicinas para las alergias o los antidepresivos pueden ser detonantes de la inapetencia sexual. Hablar con nuestro médico para un posible descanso o cambio de medicina puede resolver el problema. Una vez descubierta la causa, podrás volver a la normalidad.

Tomando en cuenta, estos tres comunes elementos, es importante señalar que si nunca te excitas, si no tienes fantasías sexuales y ni la más mínima carencia aviva tu llama; ir a un especialista, asesor o terapeuta sexual, para una evaluación médica completa, será la mejor opción. Lo cierto es que no hay una única solución válida para todas por igual, porque esto de ser una “chica sexy” no te hace exenta de un off en tu deseo sexual.

Astrid Salazar | Instagram: astridstephanys | Twitter: @astridstephanys

Poeta, editora, sexóloga, docente y directora de Ediciones Dirtsa Cartonera nacida en Maracay. El poema es su lugar y la poesía el camino que transita. Piensa que la vida es más llevadera si tiene una dosis de café diaria.

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