La informalidad de Iglesias ha sido motivo de críticas por la opinión pública de España, ya que habitualmente acude al Parlamento y a actos oficiales sin traje ni corbata. Un blue jean, una camisa y unos zapatos deportivos suelen ser todo lo que necesita para presentarse en cualquier escenario.
Los principales dirigentes de los partidos políticos de centro-izquierda en España llegaron temprano a la 30 edición de los Premios Goya, celebrada esta noche en el Hotel Auditorium de Madrid. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, se presentaron en la ceremonia engalanados con esmoquin, corbatín y mocasines.
La sorpresa de la noche fue la pinta del líder de Podemos, Pablo Iglesias, quien dejó atrás su look de rockero descontinuado con el que siempre aparece en los actos públicos y se vistió con su mejor smokin.
La informalidad de Iglesias ha sido motivo de críticas por la opinión pública de España, ya que habitualmente acude al Parlamento y a actos oficiales sin traje ni corbata. Un blue jean, una camisa y unos zapatos deportivos suelen ser todo lo que necesita para presentarse en cualquier escenario.
Iglesias inclusive fue motivo de burlas, ya que en su audiencia con el Rey Felipe VI se le vio sin esmoquin.
El presidente de la Academia de Cine, Antonio Resines ya había bromeado con la posibilidad de que el líder acudiera a la gala vestido con tal elegancia.
En la primera sesión plenaria del año, los diputados debían votar tres decretos aprobados en diciembre por el Gobierno, a los que era absolutamente necesario dar luz verde en el plazo de un mes. Dos fueron aprobadas por un voto de diferencia y otra fue bloqueada por el partido de izquierda radical Podemos
La Justicia española archivó este lunes la causa sobre la presunta financiación irregular de la formación de izquierdas Podemos, socios de coalición en el Gobierno español, abierta a raíz de las confesiones del exgeneral chavista Hugo Carvajal, tras su detención en Madrid reclamado por Estados Unidos por narcotráfico.
Según la investigación de The Objective, Irene Montero gastó más de 8.000 euros de dinero público para pasar un fin de semana en suites de un hotel de Santiago, con tres amigas a quienes coló en el avión privado, y sin ninguna misión oficial
