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Cumbre de Valencia: ha surgido el nuevo orden del FutVE

El nuevo orden del fútbol profesional en Venezuela parece que ha llegado. Una consecuencia indirecta de la COVID-19. ¿Está bien o mal? En esta carrera por la supervivencia parece ser lo más adecuado

Cumbre de Valencia
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Hace apenas una semana abordaba en esta tribuna la situación que enfrenta a la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) con la LigaFutVe, resumiendo que dicho rifirrafe flaco favor le hacía a nuestro balompié, detenido en medio de la situación de la COVID-19. Sin embargo, por fortuna, el panorama aparentemente ha cambiado en apenas unos días y el vuelco ha sido positivo para alcanzar puntos de encuentro.

Los pasos se están dando progresivamente. Siendo Venezuela estadísticamente el país que menos casos de contagiados por la COVID-19 tiene, es obvio que el regreso de la actividad deportiva debe irse planificando. Más temprano que tarde los equipos retornarán a los entrenamientos, aunque existen atenuantes que modifican el panorama de lo que pudiera considerarse volver a la normalidad: la disponibilidad del combustible para la circulación en el país (aspecto de momento solventado pero cuya sostenibilidad es incierta) y la solvencia de los clubes en los pagos a sus empleados.

Entendiendo estos aspectos como factores que inciden directamente en la vuelta a las actividades, lo cierto es que la Cumbre de Valencia (reunión de clubes, federativos, gobierno nacional y regional del pasado 5 de junio), revela un nuevo orden en el fútbol nacional. ¿Por qué?

La FVF determinó el 14 de mayo pasado la suspensión de los campeonatos profesionales de primera y segunda división en 2020, anulando todo lo que hasta el momento se había disputado. El 3 de junio, hizo circular una propuesta de torneo para jugarse una vez el Ejecutivo instruya que la actividad deportiva pueda retomarse donde se propone un torneo de dos grupos conformados por cercanía geográfica a dos vueltas, todos contra todos.

No obstante, la Liga elevó su disconformidad con dicha propuesta y se organizó para formular la idea de un nuevo torneo en el que se le dé continuidad a lo que ya se había disputado en 2020 y en una sede geográfica única que reúna a todos los equipos durante un periodo de tiempo que abarque jugar las fechas pendientes. Carabobo, entidad con menos casos de contagiados por el virus y estado gobernado por un involucrado en el fútbol como Rafael Lacava (propietario de Academia Puerto Cabello) sería, con otras ciudades aledañas, la locación para terminar el campeonato.

Golpe a la mesa

Con presencia incluso del presidente encargado de la FVF (Carlos Seguerí), siendo éste el ente que aún organiza el fútbol rentado del país, la propuesta que comienza a consensuarse entre clubes va amparado por el apoyo del Gobierno Nacional y Regional, peso suficiente como para que la propuesta inicial de la FVF quede pulverizada.
¿Intervencionismo? Pudiera ser, pero lo real es que el músculo logístico, organizativo y hasta económico que puede brindar lo gubernamental no lo puede garantizar la Federación. Así de claro. Una que le ganan los equipos a la FVF, organizados y apoyados. La primera. El nuevo orden, que casualmente surge ante la ausencia física del Presidente de la FVF, por problemas de salud.

Ahora viene lo organizativo. Los equipos continuarían la temporada y no la comenzarían de cero, otra victoria ante la resolución 013 de la FVF que anulaba lo disputado del torneo 2020 hasta ahora y que comprometía seriamente los temas contractuales. Hay participación hasta de los técnicos de los equipos de primera división en la elaboración del esquema del torneo, que en principio se jugaría entre el 4 de julio y el 18 de agosto, aunque ya los futbolistas han elevado un reclamo de no querer jugar el resto del campeonato en una sede única (no argumentan por qué) y exigen que se salden las deudas de algunos equipos (no especifican cuáles) con sus empleados.

Lo cierto es que la reanudación del fútbol se avecina en un contexto donde aparentemente los equipos, bajo el brazo protector del Estado, han encontrado la fuerza necesaria para alcanzar el objetivo primario de la creación de la LigaFutVe: «Tender puentes con la FVF con el fin de conseguir el aval para la conformación de la liga profesional de fútbol que tendrá como objetivo fomentar, promover, desarrollar, comercializar, explotar, dirigir y administrar las actividades de la división profesional del fútbol», tal como lo expresó el presidente de la Liga, Akram Almatni en un tuit que concentra los acuerdos a los que llegaron en la Cumbre de Valencia.

El nuevo orden del fútbol profesional en Venezuela parece que ha llegado. Una consecuencia indirecta de la COVID-19. ¿Está bien o mal? En esta carrera por la supervivencia parece ser lo más adecuado.

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