Venezuela

Ser o no ser… sapos o pajarracos

¡Uh, ah! ¡Los militares no se van!... ¿Qué cambió que ahora los verdeolivas de alto rango tienen que pedir permiso para salir del país?...

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¡Uh, ah! ¡Los militares no se van!… El pasado 3 de abril, dos tuits del periodista Javier Ignacio Mayorca nos anunciaron como noticia de última hora que las FANB notificaron que “sólo el Presidente podrá autorizar viajes al exterior de oficiales almirantes y generales” y que “los viajes al exterior de coroneles y capitanes de navío deberán ser autorizados por el jefe Estado Mayor del CEOFANB”, léase Vladimir Padrino López.

¡Uh, ah! ¡Los militares no se van!… ¿Qué cambió que ahora los verdeolivas de alto rango tienen que pedir permiso para salir del país?… Yo entiendo que un militar que comanda tropas no puede desaparecerse y tiene que reportarse desde dondequiera que se encuentre. Pero quisiera entender lo que hay detrás de la orden, porque más bien pareciera una decisión orientada a evitar que viajen al imperio… ¿o no?… Digo yo, por los que ya se han ido y han denunciado, acusado y delatado una cantidad de marramuncias que el gobierno ha tratado –con relativo éxito- de que pasen por debajo de la mesa.

¡Uh, ah! ¡Los militares no se van!… Y es que realmente no le conviene –ni a Maduro ni a ninguno de los altos funcionarios rojos- que los sapos y los pajarracos parlanchines terminen en el imperio, porque a pesar de que la mayoría no habla inglés, se vuelven hiperlocuaces al nomás aterrizar en tierras gringas, para dolor de cabeza de los jefazos de aquí.

¡Uh, ah! ¡Los militares no se van!… La verdad es que la fulana decisión me levanta más suspicacias que cualquier otra cosa. Los rojos han demostrado ser muy aptos en lo que a estrategia se refiere, y la verdad es que pensar que el “permiso” de viaje no lo darán para que no vayan a USA es bastante ingenuo, porque los señores generales y almirantes pueden decir que se van para Aruba y desde ahí comprar un pasaje a USA, o si son de muy alto rango y de mucha “responsabilidad”, pueden llamar collect al Departamento de Estado para que los manden a buscar… También pueden salir por Cúcuta, donde atraviesan el puente vestidos de civiles y se llegan al aeropuerto Camilo Daza y de ahí… al infinito y más allá…

¡Uh, ah! ¡Los militares no se van!… Yogi Berra, un gran beisbolista, entrenador y filósofo popular, decía que “el juego no termina hasta que no termina”. Parafraseándolo, Luis Herrera Campíns dijo que “los militares están con el gobierno hasta que están con el gobierno”. Y a nadie le gusta que lo controlen, aunque pertenezcan a la clase castrense y estén acostumbrados a que los mandoneen, por su estructura vertical de jerarquía. La desconfianza no es buen síntoma en ningún caso y es un ingrediente que se añade a la lista de exabruptos, humillaciones e impertinencias a las que han sido sometidos los militares desde hace dieciséis años, por cierto mucho peores que calarse a Blanca Ibáñez uniformada y dando órdenes, que ya era bastante.

¡Uh, ah! ¡Los militares no se van!… Y no se van porque siguen “rodilla en tierra” como los vimos a los pies de Chávez, pero ahora bajo la bota de Maduro. “Algo está podrido en Dinamarca”, dijo el centinela Marcelo a Hamlet… Polonio aconsejó a Laertes al partir a Francia “presta oídos a todos, pero a pocos tu voz; recibe la censura de todos pero resérvate tu juicio”. Señores militares, “ser o no ser, he ahí la pregunta”…

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