Venezuela

Sin perrarina: los ladridos del hambre

Como nadie se escapa en esta república de revoluciones y desmanes, las mascotas también están pasando hambre. No hay alimentos para animales. Algunos proveedores aseguran que el stock acaso puede aguantar un mes. Los maullidos y ladridos por la escasez se escuchan con más furor en tanto los estómagos rugen y se enferman.

Publicidad
Publicidad
Publicidad