Tropas del Grupo Blindado n10 de la Décima Brigada del ejército colombiano recibieron la información que un grupo aproximado de 15 miembros de la Guardia Nacional Bolivariana habían ingresado a territorio colombiano en zona de Montelará. Según las versiones, los militares venezolanos traspasaron la frontera en aparente persecución de un individuo, quien se transportaba en una motocicleta y pretendía cruzar la frontera hacia Venezuela a través de un paso informal.
La Guardia Nacional Bolivariana efectuó disparos con armas largas y cruzaron la frontera en un vehículo 4×4, ingresando cerca de un kilómetro. Cuando el perseguido ingresó a una vivienda, denuncia Colombia, los militares venezolanos lo encontraron y la quemaron para luego cruzar de vuelta la frontera.
Los efectivos del ejército del hermano país fueron informados por los vecinos, y atendieron la denuncia de la población. En el lugar encontraron, además, la motocicleta destruida.
A raiz de estos hechos el Comando del Ejército ordenó la permanencia de las tropas en la población y un informe pormenorizado de los hechos que fue entregado al Ministro de la Defensa Nacional de Colombia, además de informar a la Cancillería.