Venezuela

Venezuela sin tratamiento para peligroso síndrome que se propaga con el Zika

El Guillain-Barré -una seria enfermedad neurológica cuya aparición en algunos pacientes se asocia al virus Zika- debe ser tratada con inmunoglobulina intravenosa (IgIV) antes de que sea demasiado tarde. Pero este medicamento es muy escaso en Venezuela, pues sólo era producido por Quimbiotec, una empresa tomada por el gobierno que está paralizada desde hace meses, por falta de materia prima.

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L  as alarmas contra el virus del Zika se propagan vertiginosamente, y las precauciones se quedan cortas cuando la escasez de medicamentos impide un tratamiento adecuado.

Una de las complicaciones más temidas y peligrosas que pueden derivar de este virus transmitido por la picadura del zancudo  Aedes Aegypti, es el Síndrome de Guillain-Barré.

Este es un trastorno inmunitario que daña parte de los nervios y su recuperación puede llevar desde semanas hasta años. La única empresa que produce en Venezuela el derivado de la sangre que conduce a la recuperación del paciente afectado está en paro desde hace más de un año por problemas de divisas y falta de materia prima. Mientras tanto, se ha confirmado la muerte de tres pacientes diagnosticados con Guillain-Barré en el país y hasta el gobierno admite la existencia de 255 casos, 55 de ellos en terapia intensiva.

En agosto del año pasado la planta de la empresa Quimbiotec paró la producción de todas sus funciones por problemas con las divisas y la falta de materia prima, y aunque las instalaciones de la planta continúan inoperativas, el representante sindical de la empresa, Nixon Berrios, habló con El Estímulo y confirmó que actualmente se estarían llevando a cabo los procesos de acondicionamiento de áreas y equipos necesarios para la reactivación de la planta a finales de febrero.

 El contrato colectivo para la industria químico farmacéutica  lleva paralizado desde el año 2005. El  menoscabo a los precarios salarios de los trabajadores en relación al resto de la industria, la falta de insumos, y mala planificación gerencial son algunas de las razones que llevaron a la paralización de las actividades en la empresa, ubicada en la Carretera Panamericana de San Antonio de los Altos.

Sin embargo, los tratamientos del Guillain-Barré no esperan por la luz verde que debe tener la empresa para comenzar a producir de nuevo la inmunoglobulina intravenosa (IgIV), tan necesaria para su tratamiento.

Una de las carencias principales que perjudica a Quimbiotec es la falta de los kits necesarios para extraer el plasma de los donantes, es decir, la materia prima principal para la producción de los productos derivados de la sangre como la albumina humana, factor 8, monoglobulina y proyectos de vacunas y anti venenos. Los trabajadores de la empresa, desesperados por soluciones, han intentado estimular la donación nacional para que la demanda pueda ser cubierta.

“No tenemos los kits para extraer el plasma de los donantes voluntarios, y tampoco tenemos reactivos para procesarlo”. Esto sin contar con que los dos centros regionales de distribución de plasma, ubicados en Carabobo y Lara, están paralizados porque “las cavas donde se almacena el plasma están dañadas y no ha habido voluntad de repararla, lo que quiere decir que el poco plasma que hay corre el riesgo de dañarse”. «Los inventarios de inmunoglobulina y factor VIII están completamente agotados”

Quimbiotec  produce aproximadamente un 50 % del plasma en Venezuela. Berrios cree que una de las soluciones para contrarrestar esta crisis es que las autoridades asignen recursos para aumentar la producción, y estos se puedan utilizar en la fabricación de los insumos necesarios elaborados por la empresa.

Esta situación pudo evitarse si las autoridades competentes hubieran prestado atención a las alertas presentadas por la empresa, según dice Barrios,  que ya a finales del 2014 tenía problemas con la materia prima y la falta de asignación de recursos.

“Ante esta situación era inevitable que sucediera la escasez de hemoderivados que vive actualmente Venezuela, nosotros alertamos al gobierno y a la opinión pública para reactivar la empresa, y si era necesario importar los productos para garantizar su acceso a la personas”.

La falta de control en cuanto a los estamentos legales correspondientes no se hizo, la adjudicación de la empresa se realizó sin los actos legales debidos, lo que trajo como consecuencia, aparte del sobre cargo de trabajo, la paralización de la planta.

También Berrios afirma que la empresa debe garantizar ciertas condiciones ambientales para los equipos y el área de sus instalaciones, estas se han retrasado debido es este “disparate jurídico” en el cual se vio envuelta la compañía.

Aunque Quimbiotec espera reactivar su producción en el mes de febrero, la empresa todavía debe pasar por una serie de pruebas biológicas y micro-biológicas necesarias para garantizar las óptimas condiciones de sus espacios. Una de estas pruebas incluye la medida de los cultivos que garantizaría la seguridad de los equipos y las áreas en las que opera, estas medidas deben dar un resultado positivo para que se pueda volver a operar con normalidad. Sin embargo, el resultado de cada cultivo puede durar hasta dos semanas.

Gran cantidad de familiares, instituciones médicas y medios de comunicación han intentado comunicarse con la empresa para acceder a la inmunoglobulina –medicamento necesario para combatir el Guillain Barré- , pero el último inventario que tuvo Quimbiotec de esta medicación fue en noviembre, y Berrios afirma que por los momentos no tienen conocimientos de otra institución que tenga acceso a un inventario suficiente para tratar la enfermedad.

A pesar del panorama nada alentador, el sindicalista afirma que los trabajadores de la planta harán todo lo posible por sacar a la empresa adelante, y esperan la contribución de las autoridades para que la empresa vuelva a estar operativa cuanto antes.

Por otro lado, el ex ministro de sanidad, Rafael Orihuela, explicó en declaraciones para El Estímulo que el Guillain-Barré es una “enfermedad catastrófica dentro de la categoría social en Venezuela”. Ante este término las autoridades competentes deberían tener un almacenamiento de los medicamentos necesarios para tratar una crisis de tal nivel, este almacenamiento no existe en Venezuela.

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