Escasez de reactivos y apagones complican trabajo de bioanalistas en Carabobo
Bioanalistas en el estado Carabobo observan cómo la falta de reactivos y las fallas en el suministro eléctrico entorpecen el trabajo en laboratorios privados y públicos.
Venezuela
César Sánchez, presidente del Colegio de Bioanalistas de la céntrica entidad federal, indicó que tienen dificultades para conseguir los materiales de trabajo, en la red pública de salud y en los centros privados.
“En la red pública de salud, ya sea hospitales, ambulatorios, centros que dependan del estado, la situación es muy grave. La mayoría de los laboratorios no cuentan con los materiales suficientes para realizar las pruebas de laboratorios, prácticamente es imposible conseguir uno que tenga todas las pruebas de rutina en la red pública”, dijo.
Sánchez indicó que los pacientes deben buscar los centros privados para los exámenes y en ellos logran conseguir aproximadamente el 80% de las pruebas. «Pero los precios ya no son para nada asequibles, porque el 95% de los reactivos son importados, se pagan en divisas y cada vez que sube la divisa, suben los exámenes de laboratorio”.
Apagones
María Fernández, bioanalista en un laboratorio al norte de Valencia, explicó que si bien es cierto que se ha vuelto complicado adquirir los reactivos químicos, las fallas eléctricas constantes también interrumpen las labores diarias.
“El mayor problema son los reactivos que no se consiguen y cuando aparecen tienen precios muy elevados pero también la dificultad con la electricidad que va y viene y es difícil trabajar así”, sostuvo Fernández.
Déficit
“Estamos muy preocupados porque estamos viendo una desprofesionalización de la salud en Venezuela y el estado Carabobo no escapa de esa realidad. Cada día es más complicado conseguir a profesionales de la salud que quieran trabajar en los centros públicos porque el estímulo salarial es nulo. Un bioanalista está ganando como 70.000 bolívares”, refirió el presidente del Colegio de Bioanalistas.
La situación también se presenta en las aulas de la Universidad de Carabobo, donde muchos profesores de esta área han dejado de trabajar por los bajos salarios y condiciones desalentadoras que, entre otros aspectos, no cuentan con laboratorios e insumos para las prácticas, indicó César Sánchez.
