Los embalses para consumo humano, generación de energía eléctrica y riego han sido azotados por la sequía y el calor producidos por las variaciones climáticas registradas desde 2013 generadas por El Niño, explicó en una nota de prensa José Gregorio Sottolano, presidente del Instituto Nacional de Metereología e Hidrología (Inameh).
La nota no precisa cuántos embalses ya están por debajo de sus niveles históricos, pero sostiene que más del 90% del territorio venezolano presentó entre 2013 y 2015 déficit «muy marcados de precipitación».
En ese período, la región norte costera llovió menos del 50% con respecto al promedio que registra la zona, mientras en la zona sur ese marcador fue de -25%, dice el texto.
La divulgación de Inameh se hace en medio del racionamiento energético y de agua que aplican los organismos del Estado por las «consecuencias» generadas por el fenómeno climático, argumentan las autoridades.