Venezuela

Comida del venezolano se limita a una dieta de sobrevivencia

El panorama de alimentación de Venezuela en el 2015 se deterioró aún más, junto con la pobreza, con respecto al año 2014. Dos millones y medio de venezolanos pueden comer dos o menos veces al día, según un exhaustivo estudio elaborado por expertos de tres de las más prestigiosas universidades del país (UCV, UCAB, USB) y la Fundación Bengoa. 

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La segunda Encuesta sobre las Condiciones de Vida de los Venezolanos,  con énfasis en el factor alimentario -Encovi Alimentación 2015- demostró que la crisis económica, la inflación, el desabastecimiento y la escasez determinan que hasta el 81% de los venezolanos se mantengan bajo una dieta de «sobrevivencia».
Este también es el porcentaje que sufre algún tipo de pobreza en Venezuela, sea esta pobreza crónica, extrema o reciente. Mientras tanto,  el 40% de los alimentos que se consumen en el país están compuestos principalmente por carbohidratos como harina de maíz, arroz, pastas, además de grasas. La proteína de origen animal es un alimento de lujo.
En los hogares venezolanos el 28%  de sus ocupantes se encuentra en pobreza crónica- extrema; el 19%  no extrema; 34,4% reciente y 19% en la categoría de no pobres. Pero independientemente de su nivel en el estrato social,  se demostró que todos le dan prioridad a estos alimentos, según el estudio divulgado el jueves en una rueda de prensa en Caracas.
La ensaladas y las frutas se ubican de últimas en la lista de hábitos de compra semanal de los venezolanos. Entre el 29% y el 10%  de la población adquiere estos alimentos.
“En el caso de las proteínas básicas que solían alimentar a nuestra gente menos favorecida, vemos con preocupación cómo el huevo y las caraotas han desaparecido de la mesa de los más necesitados” explicó la Coordinadora del Observatorio Venezolano de Salud (OVS), Marianella Herrera Cuenca.
Herrera Cuenca  explicó que los hábitos alimenticios de los venezolanos se mantienen muy por debajo del promedio de una dieta saludable que pueda acoplarse a las actividades y energías que se necesitan para una rutina diaria.
El panorama de alimentación de Venezuela en el año 2015 se deterioró junto con la pobreza con respecto al año 2014. Dos millones y medio de venezolanos comen dos o menos veces al día. Esto se refleja en un porcentaje del 12,1% , que si bien para un muestra del 100% no indica grandes dimensiones, afecta a millones de personas que no tiene acceso a una dieta mínimamente equilibrada.
El camino de la economía en guerra
El estudio reporta que en el 2015 aumentaron los casos asociados a problemas de alimentación; hay más casos de muertes, desnutrición, escasez y desabastecimiento.
Enconvi resalta que en el panorama del 2015 hubo aumentos en la  mortalidad infantil, materna y general, incrementos en hambre y la desnutrición, escasez y desabastecimiento «en niveles alarmantes», para concluir con el colapso en la red publica de distribución y una crisis alimentaria y nutricional.
Para las universidades y el OVS, los venezolanos se encuentran en medio de una inseguridad que no es la acostumbrada -como lo es la delincuencia- pero que igual pone en riesgo la vida de las personas.
La inseguridad alimentaria  deviene en que se sacrifiquen alimentos, disminuyendo los aportes calóricos de la dieta diaria.
El médico Julio Castro destacó que estos síntomas son propios de una economía de guerra, en donde reaparecen enfermedades ya extintas y en donde los ingresos devienen en algún tipo de pobreza. La mala calidad de la alimentación tiene una incidencia directa en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad, desnutrición e hígado graso no alcohólico, entre otras patologías.
En el caso de los niños puede verse afectado su desarrollo cognitivo, peso y talla. En las embarazadas no solo se compromete la salud de la futura madre, sino también el bebé. Herrera Cuenca explicó que la generación futura de venezolanos está expuesta a una alimentación totalmente inadecuada desde el inicio de su vida intrauterina y que los niños que nazcan de esta generación probablemente tendrán bajo peso al nacer o una programación fetal de enfermedades que se pudieron prevenir desde el principio.
No hay recursos para alimentarse
En cuanto a la capacidad de ingresos para la compra de alimentos, en 2015  el 87 % de las personas no  contaban con los recursos económicos para cubrir sus necesidades.  En 2014 este porcentaje fue 80,1% .
El promedio del gasto diario en comidas fuera del hogar – 2014-2015- es de Bs 501 para el desayuno, Bs  1073 para el almuerzo y  1.068 para la cena. Bajo estos resultados y costos un salario mínimo alcanzaría para almorzar 10-15 días.
Como consecuencia, solo el 3,8% de las personas come las 4 comidas diarias afuera, mientras que el 63,8% no lo hace nunca. El precio de las comidas fuera del hogar aumentó entre 368% a 497%.
Sedentarismo y tristeza
Enconvi también relacionó los hábitos alimentarios de los venezolanos con factores como la tristeza y el sedentarismo. En el caso de la actividad física, 53% de los encuestados dijo no realizar ningún tipo de ejercicio. Entre 2014 y 2015 el sedentarismo se incrementó de 47% a 53 %, y la actividad moderada (caminata) disminuyó de 44% en 2014  a 39% el año pasado.
Además se demostró que poco más del 20% de los encuestados presentan síntomas de depresión, angustia y tristeza asociados a sus hábitos alimenticios.
Conclusiones
1-Harina de maíz, arroz, pastas y grasas son el 40% de los alimentos de la canasta.
2-La proteína animal es alimento de lujo. La compra se concentra en calorías más económicas, en perjuicio de la calidad de la alimentación.
3-Hay una dieta de sobrevivencia, pocos alimentos aportan las calorías de la dieta.
4-La clase media está en extinción, arropada por la pobreza de ingreso.
5-El precio de las comidas fuera del hogar aumentó (368-497%).
Como conclusión, los investigadores que participaron en la encuesta Encovi-Alimentación 2015 recomiendan desarrollar estrategias educativas que integren dos elementos fundamentales en los mensajes a la población: ingesta alimentaria y actividad física, para que los venezolanos conozcan los alimentos de calidad que pueden consumir ante las circunstancias actuales y no subestimen la importancia de practicar alguna actividad física.
Además, ven necesario implementar un monitoreo y evaluación constante de la situación alimentaria y nutricional del país, tal como se ha venido realizando con Encovi en los últimos dos años, y reiteran la necesidad de publicar  la data actualizada del SISVAN (Sistema de Vigilancia. Alimentaria y Nutricional), que solía difundir el Instituto Nacional de Nutrición (INN), para cotejar la realidad alimentaria con la nutricional del país.

Encuesta de ENCOVI-Alimentacion 2015

La Encovi-Alimentación 2015 fue realizada por investigadores de la USB, UCAB, UCV y Fundación Bengoa, entre ellos Maritza Landaeta de Jiménez (Fundación Bengoa), Guillermo Ramírez yMaura Vásquez  (Escuela   de Estadística de la UCV) y Marianella Herrera Cuenca (Fundación Bengoa, Cendes-UCV).]]>

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