Chávez le manda a decir a Maduro que las firmas están completas

De alguna manera, la historia vuelve a repetirse. El oficialismo, con el presidente Nicolás Maduro a la cabeza, pone en duda la capacidad de la Unidad Democrática para recabar las firmas que activen el referendo revocatorio.

“He designado un equipo especial del Congreso de la Patria, del Gran Polo Patriótico (GPP) y del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que lo va a coordinar el doctor Jorge Rodríguez, para que en el momento indicado revisen las firmas, una a una, que sean entregadas por estos sectores de la oligarquía y de la derecha”, anunció Maduro el viernes 29 de abril.

Antes que el Jefe del Estado, el diputado Diosdado Cabello advirtió el 27 de abril en su programa “Con el mazo dando”, que transmite Venezolana de Televisión (VTV), que “nosotros no nos vamos a calar firmas planas”.

“Que se desesperen ellos, que dicen que están recogiendo unas firmas. Ahora viene la validación de esas firmas porque aquí nosotros no nos vamos a calar firmas planas del año 2002, por allá, cuando llevaron cajas y cajas de firmas planas. No. Nosotros exigimos que esas firmas sean revisadas una por una”, manifestó Cabello.

¿La Unidad Democrática necesita falsificar voluntades para forzar la convocatoria de la consulta? Según la lógica del difunto presidente Hugo Chávez, la respuesta es no. El 12 de noviembre de 2004, en el teatro de la Academia Militar, el comandante reflexionó sobre el revocatorio que se celebró ese año y la capacidad de movilización de sus adversarios.

“La oposición, cuando le ganaron a Arias Cárdenas, sacó menos de 3 millones de votos, 2 millones 600 mil, y ahora llegaron a 4 millones. Se dan cuenta que sí tenían las firmas, o sí han podido recoger las firmas. A mí lo que me decían es que no iban a poder recoger las firmas, pero cómo que no iban a poder si ellos sacaron 2 millones 600 mil y apenas son 2 millones 400 mil las necesarias”, argumentó Chávez en el marco del taller de alto nivel sobre “el nuevo mapa estratégico”.

En esta primera fase, la Unidad Democrática debe consignar 195.721 rúbricas ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) para que admitan la solicitud de convocar la consulta. Superada esta alcabala, llega el verdadero desafío: reunir unas 4 millones de firmas –equivalentes al 20% del Registro Electoral- para obligar a Maduro a medirse en las urnas, tal como lo establece el artículo 72 de la Carta Magna.

Más allá de las proyecciones que revelan las encuestas, existe un dato oficial incontrastable. El 6 de diciembre de 2015, en los comicios parlamentarios, la oposición cosechó 7 millones 707 mil 422 votos, cifra que representa 39% del padrón total que alcanza los 19 millones 797 mil 764 electores hasta enero de 2016.

Hace 12 años, las fuerzas opositoras venían de una derrota. “¡Ah! Sacaron 4 millones (en el revocatorio). Nosotros habíamos sacado 3 millones 700 mil en aquella ocasión (las presidenciales de 2000 contra Arias Cárdenas), y llegamos a casi 6 millones (en el referendo)”, comentó Chávez. Ahora la situación es distinta. El oficialismo perdió las parlamentarias por más de 2 millones de votos.

Maduro, Cabello y Rodríguez sospechan y ya avisaron que se dedicarán a revisar las firmas una a una. Pero ya su padre se los explicó en 2004: “A mí lo que me decían es que no iban a poder recoger las firmas, pero cómo que no iban a poder…”.