Venezuela

La Guerra Civil desde la trinchera de los inconsecuentes

Analizamos la nueva entrega del Capitán América, que en realidad es la entrada en Mercurio retrógrado del Universo Marvel, no a través de la perspectiva de Steve Rogers o de Tony Stark y sus respectivos amigos, sino de los que tienen la desagradable sensación de que todo el mundo sabe algo en la sala de cine excepto ellos.

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1. Capitán América 3: Guerra Civil es Batman vs Superman sin anticonceptivos. En un bando está un superhéroe multimillonario, tecnosexual, ya bastante adulto contemporáneo, con pelo facial y que lleva puesta una armadura. En el otro, un superhéroe que parece un muñequito de torta, no envejece nunca, siempre está peinadito y lleno de nobles y aburridos sentimientos. ¡Epa! ¿Esa película no la estrenaron ya este año? Sí, pero esta vez cada uno lidera una patota. Hay tantos superhéroes como diputados de la oposición en la Asamblea Nacional.

2. Guerra Civil en realidad no es Capitán América 3. Si usted está esperando un poco más desarrollo de la historia de Steve Rogers (un nombre tan aburrido como Pedro Pérez), no es exactamente así. Sí, de manera fugaz se muestra que el Capitán América tiene una nueva jevita, Sharon, una rubia de nariz extremadamente aguileña, pero esto básicamente es The Avengers 3, sin Hulk, que quizás se vino a ejercer la medicina en Venezuela para desarrollar la autocontención, y sin Thor, que quizás anda rastreando en otro universo el origen del mazo de Diosdado. El hecho es que ya entramos de lleno en la fase 3 del Universo Marvel, cuya traducción al español es arroz con mango.

3. Si no ha sido consecuente con el Universo Marvel, Guerra Civil se lo hará pagar. Algunos no vimos Capitán América 2: Winter Soldier. Quizás no nos atraía demasiado el personaje de Steve Rogers, o empezábamos a obstinarnos de tanta película de superhéroes. Algunos SÍ vimos The Avengers 2: la era de Ultron, pero quizás no nos pareció tan memorable como la primera The Avengers, y no recordamos bien todos los detalles, o no la volvimos a ver en la TV por cable. Nunca nos enteramos hasta ahora de que había un Soldado del Infierno, perdón, del Invierno, u otro superhéroe volador arrechísimo llamado Falcon que usa un dron de rapiña. En fin, Civil War nos lo hará pagar. Nos hará sentir la sensación de que todo el mundo alrededor de uno en la sala de cine está enterado de algo que nosotros no sabemos. Similar a esa sensación de que en este preciso momento hay personas que están haciendo el amor en alguna parte de la ciudad y no somos nosotros, o de que en este mismo instante se está formando una cola de Harina Pan a la que nosotros jamás llegaremos.

4. El Capitán América está a favor de intervenir en el extranjero sin aprobación de las Naciones Unidas. Si le hubieran dicho esa frase en la Esquina Caliente de la Plaza Bolívar durante las presidencias de George W. Bush, sonaría totalmente rutinaria y predecible. Pero, un momento… ¿Steve Rogers es republicano? ¿Por qué es amigo de un ex soldado soviético? ¿Donald Trump no se cuadraría más bien con el equipo de Tony Stark? El hecho es que Civil War explota una premisa que ya ha sido debatida en otras franquicias como los de X-Men o DC Comics: ¿es necesario algún organismo internacional que supervise/controle a los superhéroes o mutantes?

5. A los hombres nos gustaría que Wanda usara falda siempre. Los hombres sabemos que las mujeres no deberían elegir una falda en cualquier ocasión, sobre todo si van a trasladarse en el Metro de Caracas, y entendemos porqué Wanda Maximoff se viste con pantalón para la gran pelea de los superhéroes (spoiler, hay una gran pelea de superhéroes). Pero igual nos encantaría que la actriz Elizabeth Olsen no se quitara nunca la faldita plisada y nos enseñara sus pies con las uñas pintadas de negro. ¿Dónde estábamos cuando vimos La era de Ultron y no le paramos casi a Elizabeth Olsen? ¿Por qué fue ahora que descubrimos que es como una versión menos hippie de los ojos sensuales y llorosos de Maggie Gyllenhaal (la comparación no es original: nada es original en la era de las redes sociales), que por cierto, fue de lo menos bueno de The Dark Knight? Causa todas las muertes colaterales que quieras, Wanda, los hombres igual te amaremos.

6. El escudo del Capitán América y el nuevo traje de Spider-Man fueron fabricados por la familia Stark. Spoiler: en Civil War reaparece el Hombre Araña, y definitivamente las escenas en que aparece él y el Hombre Hormiga (perdón, se me fue otro spoiler invertebrado) son las que (casi) valen pagar una entrada de cine de mil bolívares. En todo caso, todo el mundo en el Universo Marvel le debe algo a la familia Stark, y quizás en Venezuela todos comemos gracias a que todavía existe la familia Mendoza.

7. Los premios Oscar quizás son racistas, pero el Universo Marvel no. Se podría alegar que no hay un superhéroe latino ni uno asiático, pero en Civil War hay hasta cuatro superhéroes afroestadounidenses, incluido uno nuevo que es el hijo de la relación secreta que tuvo Gatúbela con Kofi Annan. Y sí: el Universo Marvel se sale con la suya cuando pones “Black Panther” en Google y no dice nada sobre el movimiento político hasta la cuarta página de búsquedas.

8. Los uniformes de los superhéroes tienen imperfecciones. Quizás no estamos descubriendo nada nuevo (nada es nuevo en la era de las redes sociales), pero este es uno de los detalles divertidos del equipo estético que encabezan los directores Anthony y Joe Russo, sí, una pareja de hermanos tan excitante como los Wachowski, los Coen y los Escarrá. Los superhéroes se caen a piña entre ellos y por lo tanto era lógico que los trajes y armaduras de carnaval tuvieran rasgaduras, melladuras, etcétera. El escudo del Capitán América queda aruñado por la Pantera Negra (creemos) y, qué cool, jamás nadie lo manda a latonería y pintura. Por cierto, si a alguien le quedaban dudas: Superman sangra. Y el Capitán América sangra.

9. Es la era de Ultron y de las películas ultralargas. Civil War: 146 minutos. Batman y Superman: 151 minutos. Episodio VII de la Guerra de las Galaxias: 136 minutos. Quién sabe si la nueva versión de Ben-Hur sobrepasará los 212 minutos de la original.     

10. No, no ocurre nada tan grave como una guerra civil. “Guerra civil” es una frase muy fuerte. A muchos nos horroriza solo escucharla, no digamos imaginarla (menos mal que para que haya una, hacen falta dos bandos, y últimamente según las encuestas aquí todo el mundo está más o menos de acuerdo). Los superhéroes se pelean, pero todos sabemos que será como si jugaran y les salieran dos piedras, o dos papeles, o dos tijeras (bueno, no siempre), y que tarde o temprano se van a reconciliar, sea en esta película o la que viene, o la que viene después. No necesito tu guerra civil, como decía la canción de Guns N’ Roses.

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