La noticia causó malestar entre los vecinos “la respuesta que obtuvimos fue amenazas por parte de los encargados del Mercal y de los colectivos de suspender a todas aquellas personas que denunciaran, les advirtieron que no se les permitiría comprar más productos regulados allí si se quejaban”, dijo una de las vecinas.
Señalaron que allí son entregadas las llamadas bolsas solidarias, las cuales aseguran vienen cada día más vacías “aquí funcionan el sistema punto y circulo, que consiste en la atención de los consejos comunales que se encuentren cercanos a las instalaciones del Mercal. Cada vecino tiene derecho a comprar cada cinco semanas un combo que puede tener, si tiene suerte, un kilo de azúcar, arroz, azúcar, pasta y un aceite. Otras veces puede variar algún producto como mantequilla, salsa de tomate, pero muy raro es que vendan carne o pollo. La leche en polvo solo se vende a personas seleccionadas”, dijo otra de las vecinas.
Señalan que el contenido de la bolsa solidaria no alcanza ni para una semana y menos días en aquellas familias numerosas “ yo creo que además de lo complicado que es poder adquirir los alimentos básicos, el trato discriminatorio, la falta de respeto y las humillaciones que tenemos que pasar es imperdonable, aquí hemos visto que mujeres embarazadas con una barriga de seis y siete meses que tienen que presentar un informe médico, como para verificar que están esperando un hijo. Aquí hemos visto abuelos necesitados, que por ser menores de 70 años no le venden la leche”, dijo otro de los vecinos de Propatria.
Señalan que en un intento de buscar alimentos han acudido a las instalaciones del mercado de Catia, pero allí han encontrado colas de personas que ya llevan dos días durmiendo a las afueras e a la espera de poder comprar comida.