La Fiscalía de Nueva York, que lleva el caso de los sobrinos de la primera dama de Venezuela, Cilia Flores, acusados de traficar 800 kilos de drogas a los Estados Unidos, reveló en un documento detalles de las declaraciones de Efraín Antonio Campos Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas con los agentes al momento de su detención en las que admiten haberse enriquecido mediante actividades de narcotráfico.
Según el informe presentado a la Corte del Distrito Sur de Nueva York por el fiscal acusador, Preet Bharara, el agente Especial de la Administración para el Control de Drogas (DEA), Sandalio González, quien formó parte de la detención, le preguntó a Campos Flores si había contactado con algún político, militar o funcionario del gobierno venezolano para pasar la droga por el aeropuerto de Caracas y este respondió que podría haber pasado las sustancias por el aeropuerto muy fácilmente debido a quién era.
“Campos (Flores) sintió que su reputación en Venezuela era tal que podía lograr el envío de 800 kilogramos de cocaína del Aeropuerto de CCS sin la asistencia de funcionarios de gobierno, militares o policiales”, señala la página 11 del informe donde se reseñan las “Confesiones de los acusados”.
Se añade que el oficial le preguntó si alguien de su familia conocía de sus negocios y Campos Flores respondió que no, que de ser así lo habrían matado.
Historial de sus relaciones con otros traficantes
En la misma página se destaca que los motivos de Campos Flores para participar en la transacción de cocaína eran financieros. Su salario era de aproximadamente 800 dólares a la semana. Se especifica que ese dinero era lo que obtenía por trabajar en una empresa de taxis en Panamá.
Además, el joven indicó que su primo, Erick Malpica Flores, director de Finanzas de Petróleos de Venezuela S.A, había rechazado una propuesta de convenio en el que Campos buscaría recoger «comisiones», es decir, sobornos, a deudores de PDVSA. El acusado de conspirar para ingresar drogas a Estados Unidos, dijo que Malpica Flores se negó a su petición.
En el mismo apartado de “las confesiones”, el documento indica que un hombre apodado “Pepero” presentó a los primos Campos Flores y Flores de Freitas a un hombre apodado “El Gocho” en Caracas. Campos Flores y “El Gocho” mantuvieron relación después de ese encuentro.
Otra persona apodada “Hamudi” le presentó a Flores de Freitas un hombre apodado “El Flaco” en Honduras. “El Flaco” trabajaba para un tal “El Sentado”, quien luego de un accidente estaba confinado a una silla de ruedas. Fue éste quien les presentó un hombre apodado “El Mexicano” a los sobrinos.
Flores de Freitas, según sus declaraciones, entendió que “El Mexicano” era quien llevaría la cocaína a México y de ahí a otras locaciones en Estados Unidos.
Con respecto a los 800 kilogramos de cocaína de la acusación, el informe dice que 100 kilogramos pertenecían a Flores de Freitas, 100 a Campos Flores, 200 a “El Gocho” y el resto (400 kilogramos) a “El Mexicano”.
Los guarda espaldas de Flores de Freitas estaban al tanto del cargamento de la droga y esperaban a los miembros del equipo para ayudar a subir el cargamento en el avión en el Aeropuerto de Caracas.
Flores de Freitas insistió que estaba involucrado en la transacción de cocaína “para hacer dinero”. Específicamente, esperaba que la primera carga generara 5 millones de dólares de los cuales el obtendría 560.000.
Campos Flores, por su parte, también declaró al oficial de la DEA, quien le preguntó si sabía dónde conseguiría su proveedor la droga, que la cocaína provenía de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
En el informe, también se revela que el imputado tenía un costoso auto Ferrari y una vida llena de privilegios. Con estas declaraciones, dice el informe, se demuestra que su estatus económico era incompatible con la declaración del acusado en la Corte, donde aseguró que «vivían modestamente en Venezuela» antes de su detención.
La página 12 del documento dice que el gobierno de Estados Unidos alega que los acusados confesaron el delito de narcotráfico de manera voluntaria, desmontando así la versión de la primera dama, quien aseguró que se trató de un secuestro de la DEA.
Trasfondo
El informe en sus primeras páginas de presentación, denominada “background” (fondo), relata:
“En el otoño de 2015, los acusados Efraín Antonio Campo Flores («Campo «) y Franqui Francisco Flores De Freitas (» Flores» ), y otros, trabajaron juntos para intentar enviar cientos de kilogramos de cocaína desde Venezuela a Honduras para que la droga luego fuese trasladada a los Estados Unidos por presuntos narcotraficantes mexicanos que eran, de hecho, fuentes confidenciales o espías de la DEA. Durante las reuniones grabadas en Venezuela, Honduras y Haití, Campos Flores dijo a uno de los agentes de la DEA: “Estamos en guerra con los Estados Unidos”. También, los ahora acusados, discutieron el transporte de múltiples cargas de cocaína a través de aviones privados, con el entendimiento inequívoco de que los narcóticos terminarían en EEUU. En relación con las transacciones esperaban generar millones de dólares en ingresos”.
Entre otras pruebas que presenta el documento hay fotos de los sobrinos manipulando la droga.
Caso de Efraín Antonio Campos Flores y Francisco Flores de Freitas – Documento de la Fiscalía de Nueva York… by El Estímulo on Scribd
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