Venezuela

Aveledo: en Venezuela todavía hay paz porque la gente cree en el voto

Ex secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática, profesor universitario, ex diputado, agudo crítico del escenario actual, asegura que el único camino que le queda al gobierno para no desaparecer políticamente es contarse en el referendo, en vez de permanecer sentado sobre esta olla de presión en la que se ha convertido Venezuela. El chavismo es hoy una serie de casos policiales, gracias a la corrupción. Mientras, la oposición tiene el deber de estar lista para después del revocatorio, porque se está jugando la credibilidad ante la ciudadanía, afirma en entrevista con El Estímulo.

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Aveledo

Ramón Guillermo Aveledo, Doctor en Ciencias políticas, pero también hombre de beísbol, describe el panorama social y político actual de Venezuela, sin desligarse del pasado, porque, dice,  quedó un aprendizaje del camino transitado por esta llamada «quinta república».

¿Cómo sentarse a negociar con un gobierno que está acorralado por sus propios errores?

En efecto, el gobierno está acorralado por sus propios errores, uno de los cuales es no admitir los errores. Es lo que más lo acorrala, porque si el gobierno estuviera dispuesto a admitirlos tendría mucha más libertad de movimiento. Entiendo que ellos le dan prioridad a la preservación del poder inclusive por encima de atender las demandas que les hace la realidad a gritos, la realidad social, la realidad económica. Lo que no entiendo es, si eso es lo que quieren, por qué se cierran tanto a tener flexibilidad y a rectificar.

Hecho este comentario previo, te digo que las diferencias no son motivos para no dialogar, al contrario pueden ser un motivo para dialogar. Ahora para que el dialogo pueda ser relevante, tiene que haber credibilidad y respeto mutuo entre los actores. Y la credibilidad, y el respeto del gobierno hacia la oposición está en entredicho, porque por ellos declaran que están dispuestos a dialogar, pero todo lo que hacen va en contra de eso.

Pero habrá quien diga que también está en duda la credibilidad de la oposición. Yo no lo creo, porque el juego de la oposición es muy abierto, está entre los linderos constitucionales. La oposición trata de cambiar al gobierno por los métodos que están en la Constitución, no hay otra amenaza que esa. En cambio el gobierno cuando coloca temas que son estrictamente constitucionales como la libertad de los presos políticos, es algo que debería derivar del debido proceso y en el debido proceso si no hay pruebas para que alguien sea condenado, debe ser liberado.

La emergencia humanitaria es un tema de salud. Que el gobierno considere que haya que sentarse a conversar para poder decidir acerca de eso, es como si los venezolanos fueran rehenes, es una cosa gravísima.

Respetar a la Asamblea Nacional está en la Constitución, al igual que el referendo revocatorio, eso no es un invento. Está en la Constitución que si se cumplen los requisitos, pues debe ser convocado y si la gente vota que sí, debe salir el presidente de la República, debe irse. Y si la gente vota que no, entonces debe continuar, eso no debería tener discusión. El diferimiento del CNE para decir algo que todo el mundo sabe, que se recogieron las firmas, muestra la falta de voluntad.

¿Qué escenarios le quedan al chavismo?

Lo que más le conviene es jugar en el canal constitucional, porque ese escenario lo deja con vida.

¿Vida después de la muerte?

Así es, así es, ninguna elección es la última elección de la historia y ninguna minoría es incurable, ni ninguna mayoría es eterna. Entonces, así como mucha gente allí pasó años siendo minoría y después se convirtió en mayoría y nosotros pasamos un buen tiempo siendo minoría y ahora nos hemos convertido en mayoría, por todo este conjunto de circunstancias. Eso no quiere decir que no vaya a cambiar nunca, entonces, un tránsito lo menos traumático, rupturista posible, los deja con vida (al chavismo).

Lo otro es la incertidumbre, es el reino de la oscuridad, que el gobierno tome el camino que de ninguna manera haya revocatorio, que de ninguna manera haya salidas constitucionales, que no se respete a la Asamblea Nacional, que se siga prolongando la emergencia económica y usarla como excusa para no hacerle caso a la Asamblea, para abolir el control parlamentario del presupuesto, de los créditos adicionales. El constituyente no diseño un poder concentrado, diseño un poder distribuido y le puso a cada quien unos papeles y el funcionamiento del sistema depende de que cada quien pueda cumplir sus papeles.

Lo que busca el gobierno es desprestigiar a la Asamblea, desprestigiar a la oposición para que la gente pierda la esperanza, para que la gente se rinda. Lo que pueden lograr es que la gente repudie la vía electoral, que es el secreto de la paz en Venezuela. En Venezuela hay paz porque la gente cree que con el voto se cambian las cosas. Si esa fe en el voto se pierde, queda abierta la puerta para cualquier cosa y es allí donde el gobierno jugaría en un escenario temerario, un escenario donde es muy difícil que la superstición de salvarse se haga realidad.

El país es como una olla de presión por las tensiones, porque la calidad de vida de las personas se deteriora a una velocidad pasmosa. Cuando sales del supermercado hoy no puedes saber si eso que compraste lo vas a conseguir mañana y cuánto va a costar. Lo que si sabes es cuánto va a ser tu sueldo mañana, entonces esa situación es desesperante. La gente tiene válvulas de escape, en sus derechos. Ahora, si yo tapo eso, lo que hago es aumentar la presión dentro de la olla, a veces pareciera que no conforme con tapar esas válvulas, el gobierno decidió sentarse en la olla, como para garantizar que nada se mueva allí. Claro, debe ser un sitio incómodo para sentarse, pero más tonto deber ser pensar que yo me siento allí, eso estalla y a mí no me va a pasar nada, eso es una bobería.

Y ese es el reino de la incertidumbre.

¿Cómo analiza usted la inacción del presidente Nicolás Maduro?

A mí me impresiona, y me impresiona porque en un momento uno pensaba que no tenía poder, que el hueco dejado por el difunto presidente Chávez no había sido llenado por él, pero resulta que por un lado parece que ha ido eliminando rivales o debilitándolos. Hoy en día parece que esto fuera una coalición del madurismo con la cúpula de la Fuerza Armada que se comporta como si fuera otro partido político, porque uno siente que el general Padrino fuera el socio político en esa coalición, pero si esa es la base de sus decisiones, ¿por qué no las toma?, ¿por qué simplemente se conforma con repetir la misma propaganda que no funcionó?. Con la propaganda de la guerra económica pasó lo que pasó en las elecciones, con esa propaganda ha continuado el deterioro del gobierno, entonces por ahí no está haciendo nada.

¿Qué es lo que espera Maduro, ver si cambian los precios del petróleo?

¿Puede el presidente huir indefinidamente de la realidad? ¿Seguir en una carrera que no tiene final? Es una gran falta de realismo, lo malo es que el precio lo estamos pagando todos los venezolanos.

¿El general Vladimir Padrino López es quién manda?

Fíjate tú, yo comprendo perfectamente y respeto el derecho del ciudadano Vladimir Padrino López, a atar su suerte a la del Presidente de la República, pero eso es problema de él. Ahora, que él quiera meter a la Fuerza Armada como institución, porque él es el ministro de la Defensa, el jefe de CEO (Comando Estratégico Operacional) , la cabeza visible de la institución militar venezolana, meterlas como conjunto y amarrarlas a esa suerte, eso ya es un problema nacional, es un problema que nos concierne a todos los venezolanos.

¿Hay un escenario posible, que no se realice el referendo. Cómo le explicarían ustedes a la gente que no va el referendo?

Que no haya referendo es tan grave que yo me resisto a plantearme esa hipótesis. Fíjate tú, en todas las encuestas, no sólo hay un gran respaldo al referendo, sino que es el principal motivo que tienen los venezolanos para tener esperanza, el principal de todos, muy muy por encima de que mejore el abastecimiento o de que los precios se controlen, inclusive muy por encima de la renuncia del presidente, el referendo es lo que la gente ve con más esperanza.

La manera de cambiar es por las buenas, la gente no confía en las malas maneras, por qué, porque es muy traumática y a los venezolanos nos gustan los finales felices. Alguien de la mesa dijo que estaba en las manos de las rectoras la paz del país, eso es verdad, porque que el referendo se realice es la clave, no para cambiar un gobierno impopular, es para resolver pacífica y constitucionalmente una crisis política muy severa.

¿Usted ve al chavismo entregando el poder?

Para empezar, yo no sé cuántos chavistas hay en el chavismo, porque no sé cuánto chavismo sea, los istmos ahí están ahora mucho más fraccionados mucho más repartidos. Una de las cosas que contrasta en relación al oficialismo actual y el chavismo, es que a Chávez le gustaban las elecciones. Yo no fui partidario suyo eso no es un secreto, pero el tipo siempre salía pa´ lante, quizá porque sabía que las podía ganar, siempre estaba dispuesto y por eso podía argumentar que habíamos hecho más elecciones que ningún otro país. Pero ahora estamos hablando más bien de un gobierno que no quiere elecciones. Fíjate tú, no sólo no quieren el revocatorio, tampoco hablan de las de gobernadores, eso no lo mencionan. He escuchado que podrían ser el primer trimestre del año que viene, como si fuera algo así como una concesión.

Al final,  la realidad de los hechos y el marco constitucional que le dan seguridad a todo el mundo, van a obligar al oficialismo a reconocer la realidad y eso es mucho menos costoso que cuando la realidad te caen en pedazos, como el techo que se derrumba con un terremoto.

¿Qué errores cometió la oposición en el primer referendo contra Hugo Chávez, que pudiera estar cometiendo en el camino a este segundo revocatorio contra Nicolás Maduro?

El cuadro de uno y otro referendo es muy distinto. De entonces a hoy, una cosa es que no está Chávez, otra es que no hay ese superávit de recursos fiscales que permitió entonces la creación de las misiones que le dieron una bombona, un bote salvavidas al gobierno.

Creo que la oposición tiene que hacer énfasis en la esperanza, no sólo en la salida del actual gobierno, sino en la esperanza de que el país funcione mejor, ahí tiene que hacer su acento y ese es un aprendizaje que queda de aquel momento. A diferencia de entonces, la oposición tiene una plataforma unitaria, estructurada, la Mesa de la Unidad Democrática, en comparación con la Coordinadora Democrática, tiene un nivel de desarrollo político mucho más avanzado y tiene equipos profesionales que se reúnen y tiene consensos programáticos. Es muy distinto, pero, yo creo que siempre hay que recordar, hay que vencer la tentación de sólo criticarte.

Hay una base para la esperanza, nosotros gobernamos en tres estados, Lara, Miranda y Amazonas, en esos tres estados estamos haciendo unas cosas que son un aval para lo que prometemos. Gobernamos en 76 municipios que es el 42% de la población del país, en esos 76 municipios estamos haciendo cosas que son un aval para la credibilidad nuestra, entonces yo creo que hay que hacer mucho énfasis en la esperanza.

¿Entonces la oposición está preparada para el lunes después del referendo, porque en 30 días se realizarían elecciones presidenciales?

Tiene que estarlo, es su deber, y allí nos jugamos la credibilidad.

En el 2005 cambió el país y Henry Ramos Allup era la cabeza del abstencionismo que dio al traste con la pérdida de la Asamblea Nacional. Hoy nuevamente Henry Ramos Allup está a la cabeza del poder político por ser el presidente del parlamento. ¿Deben confiar los partidarios de la oposición otra vez en Henry Ramos Allup?

Henry Ramos es el presidente de la Asamblea Nacional, que es por definición un cuerpo colegiado. Es un político con experiencia, con capacidades, cultura, y con inteligencia para aprender de la experiencia y para captar los movimientos sociales. Henry no está solo, ni lo estuvo entonces ni lo está ahora y además no fue que estuvo en el 2005, se desapareció y apareció ahora en el 2016, ha estado allí. En ese intervalo qué pasó, que la oposición decidió participar en las elecciones de 2006 con Rosales, el grueso de la gente participó, AD no. Pero después en 2008 en las elecciones de gobernadores y alcaldes AD entró y hubo progresivamente una incorporación de más y más. El alcalde Ledezma era abstencionista mucho más tiempo después,  Leopoldo López fue abstencionista y fueron corrigiendo y fueron comprometiéndose en la participación electoral, eso son evidencias de un aprendizaje y de una maduración.

Tiene por otro lado la unidad, qué, no existía y ahora existe. Hay una conciencia, una maduración. Yo hubiese preferido que, por ejemplo, el modo como se tramitó la escogencia del liderazgo de la Asamblea hubiese sido por consenso y menos conflictivo, sin competencias. Lo lógico era proyectar ese ambiente de conciliación.

Jesús “Chuo” Torrealba dijo que habían liberado a 28 presos políticos y el Foro Penal lo desmintió. ¿Cómo ve el trabajo del representante de la MUD, tomando en cuenta que la ciudadanía dejó de ser ingenua hace mucho tiempo?

Yo le creo a “Chuo” en su declaración. Aquí hay que estar atento al gobierno porque ha hecho unos trucos, porque pone preso a una gente y entonces después suelta a parte de los que encerró, pero, el neto de presos por razones políticas sigue siendo muy alto.

Es importante actuar con la mayor transparencia tanto por parte de los políticos como de todo el mundo, que nadie meta gato por liebre en el tema de los presos políticos y que en eso haya claridad. Yo siento que el gobierno no está jugando limpio en eso, porque es verdad que suelta pero también ha detenido y hay presos que están desde hace mucho tiempo sin que sus juicios avancen. Una cosa escandalosa.

Hay sectores que conciben a Leopoldo López como el Chávez de la oposición. ¿Usted cree que eso es así?

No, no lo creo, no lo creo.

¿El chavismo se convirtió a través de los años en un gran caso policial?

Son como muchos casos policiales,  además policiales a todos los niveles, de la policiales municipales, de la policías estadales, de la policía nacional, de la policía judicial y de Interpol, por qué, porque cuando hay una gran concentración de poder, hay tanto dinero y tanta falta de escrúpulos, pero también no hay controles, es inevitable que prolifere el delito y eso es lo que hay que corregir en la raíz.

La raíz no está en que tal o cual manera de pensar o tal o cual manera de parecer político sea más corrupto que el otro, la raíz del problema está en que la concentración de poder sin control, es el ecosistema amigable para que proliferen los delitos. Eso pasa por el clima de impunidad que existe. Esa debilidad es la enfermedad del sistema que permite todas esas cosas.

Aquí tenemos algo mucho peor que el kirchnerismo, el caso venezolano no es solamente un proyecto corrupto, es que se ha corrompido porque tiene una visión hegemónica del poder, es un proyecto cuya vocación es mandar para siempre.

¿Qué hay que borrar después del chavismo?

Yo conocí la Unión Soviética, pero después fui a Rusia dos veces y me impresionó un día en 1997, yo veía desde la ventana del cuarto del hotel una cosa como un parque, que desde lejos parecía que habían como pedazos de esculturas. Me dio curiosidad. Un día fui a ver y efectivamente era un parque de la asociación de escultores de Moscú y si, eran pedazos de estatuas, era como un cementerio de estatuas, Lenin… «grafiteados»… !Cónchale! quedó como el recuerdo de esto que se derrumbó.

Todas estas cosas de la concentración de poder y del personalismo, el culto a la personalidad, son cosas intrínsecamente reaccionarias. Eso es lo contrario a la sociedad moderna, a la sociedad de esta época en el mundo, todo eso quedará atrás.

La democracia en Venezuela tiene que ser fundada en la verdad, en la verdad aunque duela, porque la verdad es la base de la esperanza.

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