Dentro del esquema de economía devastada, falta de producción y carestía que imperan en Venezuela, las cifras en el estado Carabobo revelan que el 76% de sus habitantes no come 3 veces al día, indicó el diputado a la Asamblea Nacional, Juan Miguel Matheus, en un foro titulado “Hambre en Carabobo”, organizado por la Fundación Juan Germán Roscio y que se realizó en el Colegio de Abogados de la entidad federal.
“Eso significa que 1.720.000 carabobeños no se están alimentando como es debido. Las mediciones son desde febrero de 2016 y demuestran que ha habido un decrecimiento en las 3 comidas. En Carabobo el mes más duro fue el de junio y ahora es el de septiembre”, afirmó Matheus que es miembro del partido Primero Justicia.
Según los números que maneja Matheus, que están avalados por nutricionistas, durante el mes de junio de este año, el 65% de los carabobeños no tuvo acceso a los alimentos como es debido y desde allí la curva descendente continuó hasta ubicarse en un 76% en lo que va de septiembre.
“Esto nos hace creer que al final de año, cerca del 100% de los carabobeños estaremos en la situación de no comer 3 veces al día y es una tragedia”, dijo.
“El gran drama nacional es el problema del hambre. En términos generales, las cifras nacionales son terribles y las carabobeñas también. Desde el punto de vista nacional hay que decir que 74% de las familias venezolanas no comen 3 veces al día. El índice de ingesta calórica pasó de 2500 a 1700 calorías, eso significa niveles de supervivencia”.
El diputado Matheus resaltó que en Venezuela la ingesta proteica ha descendido en un 42% desde 2012 hasta la fecha. Mientras que la inseguridad alimentaria la calculan en el país en un 93%, es decir que solamente un 7% de la población no padece ante la incertidumbre de si conseguirá los alimentos para comer.
Resaltó que en Carabobo, la desnutrición infantil estaba en 25% pero al día de hoy, sin que haya aún cifras oficiales, estiman que se encuentra entre un 33% y 35%, lo cual supone daños irreparables e irreversibles tanto a nivel motor y de constitución física, como mental.“Los niños menores de un año que estén en situación de desnutrición, por largos períodos de tiempo, según refieren los médicos, sufren de daños neurológicos irreversibles”.
-Más hambre en vacaciones-
Juan Miguel Matheus explicó que una de las razones por lo que el mes de junio fue el más difícil en esta área de la alimentación, es porque coincidió con el cierre del año escolar y eso hace que, cuando los niños se quedan en sus casas, comienzan a sentir más el efecto del hambre. “El 60% de los padres dejan de comer para permitir que sus hijos puedan comer y se acuestan sin alimentarse”.
De igual manera señaló que muchas madres enfrentan la situación permitiendo que sus hijos duerman hasta tarde para que cuando se levanten coman un desayuno-almuerzo y luego al final de la tarde les preparan una merienda y los mandan a la cama de nuevo, de manera que puedan estirar los alimentos que hay en casa.
-Clap solo benefician al 16% de carabobeños-
Matheus además dijo que las bolsas que distribuyen desde el Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP) no llegan a toda la población. “El gobierno regional, con Francisco Ameliach a la cabeza, alardea de una supuesta distribución de alimentos en bolsas CLAP, pero según lo que ellos mismos han reconocido por cifras oficiales, estos CLAP solo han beneficiado al 16% de los carabobeños y dentro de ese 16% la inmensa mayoría solo ha recibido una sola bolsa”.
Refirió que la bolsa de alimentos comenzó costando 500 bolívares con productos regulados, pero en este momento ya va por 4500 bolívares, se paga por adelantado algunas semanas pero no se sabe cuándo va a llegar, lo que genera una incertidumbre.
“Cada bolsa se le entrega a una familia de 4 personas y esas bolsas en el mejor de los casos trae un kilo de arroz, uno de leche, otro de harina de maíz, uno de caraotas y eventualmente medio litro de aceite. La pregunta que hay que hacer al gobernador Ameliach es que más allá de la propaganda, de los números, qué puede hacer el 16% de los carabobeños que reciben esa bolsa y que debe durar un mes”.
-La producción nacional alicaída-
Por su parte, Carlos Paparoni diputado a la AN por el estado Mérida y miembro de la Comisión Especial de Crisis Agroalimentaria de la AN, dijo que en este momento 17.500.000 de venezolanos comen dos o menos veces al día.
Explicó que la pobreza crítica ha subido y ahora 4.700.000 venezolanos comen una vez al día, además 70,4% está alimentándose mal. “Cuando vemos que solamente consumimos un tercio de las proteínas para la dieta diaria, y buscamos la causa vemos que está directamente relacionada con la producción”.
Paparoni destacó que en Venezuela la producción nacional ha venido disminuyendo vertiginosamente en los últimos 10 años, de manera que de los rubros más importantes apenas producimos un tercio de ellos.
“En café en la década de los 90 estábamos produciendo 2.100.000 quintales y exportábamos alrededor de un millón de quintales y hoy apenas producimos en 2015, el 18% de lo que demanda el pueblo venezolano, es decir 267.000 quintales. En lo que va del año 2016, habremos producido un poco más del 8% de nuestro consumo”.
Respecto a la leche, de los 75 litros que recomienda la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) que se consuma por persona en un año, en el país a duras penas se producen 33 litros por habitante, aproximadamente.
“En los diferentes rubros estamos produciendo por debajo del 40% de lo que podríamos tener. Hubo una política de Estado que apostó por la importación en años anteriores y no por la producción nacional. Ese es el dilema al que nos enfrentamos”, indicó Paparoni.
Añadió que en junio de 2015, los tres productos que más consumimos los venezolanos fueron harina de maíz, huevos y pan. En junio de 2016 la lista cambió a yuca, mango y plátano.
