Venezuela

Siete cosas que hacen únicos a los maracuchos

Los marabinos cuentan con una idiosincracia única muy diferente a la de la gente del llano, los orientales o quienes habitan el centro norte del país. Son dueños y defensores de una retórica punzante e irónica, en la que para todo hay un dicho. Por ejemplo: "Estáis vestido como caja fuerte... (porque nadie se sabe la combinación)".

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1. A dónde llegan le piden un chiste

Los marabinos ya están acostumbrados. En lo que llegan a la capital u otra región del país siempre hay alguien que diga: «echa ahí un chistecito para reírme». A veces les molesta, pero la verdad es que el maracucho es un ser de alma noble y lleva en sus venas las ganas y maneras para hacer reír a los demás. Para echar el chiste enfatizan su acento y los sonidos nasales del «qué molleja» y el «vergación». Por eso mismo tienen la habilidad de ganarse el odio más recalcitrante o el amor más profundo en un instante. Esos sentimientos residen en el alto volumen de su hablar y el diccionario soez del que hacen uso para expresarse.

2. Conjugación de la verga

No es un verbo, pero tiene todo tipo de declinaciones y usos. La verga, vergatario, verguero, vergación, vergation (en inglés). Es una palabra que sirve para todo. PARA TODO. Podríamos escribir las diferentes acepciones de este vocablo y su palabras familiares, pero encontramos un video que lo describe mejor.

3. Son los creadores de su propio ritmo musical: la gaita

Es tradicional de las épocas navideñas y se escucha en todo el país. Aunque algunos intenten denigrarla, la gaita consiste en un ritmo pegajoso y sabroso para bailar. Además ha sido declarada Bien Patrimonial de Interés Cultural. La gaita nació como un género musical de protesta, pero en la actualidad interpreta temas de amor, religiosos y jocosos. 

Además de estas tierras nació la agrupación Guaco, dueña de su propio ritmo. ¿Guaco es salsa o gaita? Nadie ha podido argumentar del todo si es uno o lo otro.

También vale acotar que en Maracaibo se escucha mucho vallenato. Ni el estado de excepción, ni el cierre de trochas ha impedido el intercambio cultural entre Maracaibo y Colombia. Las radios siempre tocarán canciones de Jorge Celedón, Silvestre Dangond u otros vallenateros. Si no le gusta este género, lo invitamos a que vaya a una feria del Pozón y se cure a punta de raspacanilla y el «qué bonita es esta vida».

4. El uso del vos

El maracaibero es típicamente voseante. Conserva para esta conjugación la forma de la segunda persona del plural familiar (vosotros). Quizás esto permanezca así porque el Zulia se mantuvo fiel a la corona española durante la guerra de independencia de Venezuela. Pa’ que vos sepáis.

Otra de las razones es que la región oeste del lago estuvo aislada mucho tiempo del resto de Venezuela, hasta la construcción del puente Rafael Urdaneta en 1962. De ahí que la forma de hablar se haya arraigado en esas tierras.

5. Llegan al Pico Bolívar y dicen: Más frío hace en el cuarto de mami

¡En Maracaibo se pasa frío! En la calle hay 40 grados a la sombra, pero en las casas se procura una temperatura exageradamente baja. Ni los inhumanos recortes de luz, han podido acabar con la cultura del aire acondicionado. Por cierto, en Maracaibo se toma la cerveza más fría de Venezuela, mantenerla casi al punto de congelación es algo que ningún maracucho descuida al momento de conservar esta bebida.

6. De los patacones fritos hasta el Te con té

El maracucho es un excelente comensal y las cosas grasosas siempre han estado en su menú. Sin embargo, en los últimos años, una honda saludable ha invadido a la ciudad. Todo empezó con Te con té, después vino Sasha Fitness y el maracucho se metió a dieta. Pero no se engañen, todavía cantan «comer, todo lo que quiero es comer» y los calderos de las calles del hambre arden. Pastelitos con todo tipo de rellenos, tumba ranchos, patacones, pan con queso, arepitas con pernil y tequeños remojados en salsa tártara, son algunos de los manjares mejores preparados en el Zulia.

Y no se olviden del postre: ¡Unas mandoquitas o un cepillado (raspadito en caraqueño)!

7. «Yo no soy regionalista, pero a mi Zulia lo quiero»

Lo de ¡Viva la República Independiente del Zulia! no es solo un chiste. Los zulianos en realidad fueron independientes en el siglo XIX.

El 28 de enero de 1821 Francisco Delgado, Gobernador de la Provincia de Maracaibo, declaró la independencia de la Corona Española. La provincia se había mantenido adherida a España por el malestar generado por la pérdida de autonomía en favor de Caracas, a partir de  la creación de la Capitanía General de Venezuela en 1777. Este acto que se convierte en la primera decisión política «tomada autónomamente por el pueblo del Zulia, en defensa de su identidad y de sus intereses nacionales». Así lo reseña cultura.luz.edu.ve. Luego la provincia escoge unirse a la Gran Colombia.

El maracucho dice que el Zulia de «Venezuela es el primero en la lista». Siempre saca la cantaleta de que en su terruño se concentran los más grandes yacimientos de crudo ligero y que ellos históricamente han hecho una contribución mayor a las riquezas de la nación.

Pero además, el marabino defiende que «la tierra del zuliano es un paraíso pequeño». Con sentimiento defienden al lago que rodean, al prestigiosos puente que es símbolo de la modernidad de Venezuela,  al relámpago del Catatumbo que se ha convertido en récord Guiness y a su hermosa Virgen de Chiquinquirá.

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