Venezuela

Perder la virginidad con una prostituta ¿Arrepentirse?

Hay conductas o patrones sociales que se repiten de generación en generación. Ir al puticlub para perder la virginidad es uno de ellos. También es un cuento aburrido, manido, que acentúa el estereotipo del macho vernáculo. Sin embargo, hay quienes se cuestionan e incluso se arrepienten de haber sucumbido a esta costumbre “bárbara”

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COMPOSICIÓN FOTOGRÁFICA: VÍCTOR AMAYA

En el 2010 José Luis Zerpa tenía 15 años y ya había pensado en perder la virginidad. Pero ni él ni su novia se sentían listos. Hasta que sus padres se fueron de viaje un fin de semana. Para que José Luis no se quedara solo, le permitieron que invitara a sus dos compinches: un par de amigos que vivían, al igual que él, en La Florida, Caracas. A las siete de la noche del viernes, el trío de adolescentes se aburrió del PlayStation. “¿Y si llamamos a unas putas?”, preguntó uno. La densidad que adquirió la idea llevó a José Luis a preguntarse si ese día perdería la virginidad.

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