Venezuela

Lo que hacías el día que se entregó Leopoldo

La noche antes de que se entregara Leopoldo López (la del lunes 17 de febrero de 2014) recuerdo que estaba tratando de buscar una foto que pudiera anticipar lo que ocurriría al día siguiente.

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Finalmente publiqué en mi muro de Facebook una instantánea de la película Jesucristo Superestrella (1973) que no resultó demasiado descabellada como previsión de los acontecimientos que se desencadenarían el martes 18 de febrero en los alrededores de la estatua de José Martí en el sector caraqueño de Chacaíto:

Para febrero de 2014 yo era un periodista que escribía de manera especializada para la sección de cultura y espectáculos del diario impreso El Nacional. Si hay algo 100% inútil es un periodista de farándula en momentos de conmoción política. Quizás el día más absurdo de mi vida fue el sábado 13 de abril de 2002, cuando tenía que llenar una página de farándula de El Nacional al mismo tiempo que el general Raúl Baduel y otros militares estaban encabezando el contraataque contra Carmona Estanga. Al final creo que resolví con un cable de agencias de noticias sobre Bugs Bunny o algo por el estilo.

El martes 18 de febrero de 2014 no salí a la calle a reportear la entrega de Leopoldo. Lógicamente, se había cancelado una premier especial de prensa de la película Dallas Buyers Club (la de Matthew McConaughey) fijada para esa mañana. Me quedé en la espaciosa redacción escribiendo sobre la categoría de Mejor Director del premio Oscar. Recuerdo que, por algún motivo seguramente económico, nos habíamos quedado sin el monitor de TV más cercano en la oficina. Había que caminar unos cuantos metros para ver las noticias. Por supuesto, no me pude concentrar en nada.

En aquel inicio de 2014, El Nacional se estaba quedando sin papel para imprimir el diario y por lo tanto sin su principal fuente de ingresos publicitarios.

Recuerdo que, el año anterior, había llegado ya a la conclusión de que me era absolutamente inviable seguir comiendo fuera de mi casa sin quedar en la ruina. Terminé invirtiendo en una olla arrocera que actualmente no se consigue en Mercado Libre por menos de 40.000 bolívares, y que usaba escondido en algún rincón apartado de la redacción en casos de emergencia. En 2013 todavía no era extremadamente difícil o costoso conseguir un paquete de arroz en alguna tienda de chinos de la zona de Los Ruices, donde el 6 de marzo de 2014 observé una batalla campal que es quizás lo más parecido a una guerra civil que me ha tocado presenciar en persona.

Poco después renuncié a El Nacional y trabajé en un portal digital, antes de que casi literalmente El Estímulo me recogiera de la calle hasta el día de hoy.

Si me piden una impresión general sobre toda esa época, sin dármela de vidente, recuerdo que jamás sentí optimismo luego de la muerte de Chávez.

¿Y tú, lector, qué estabas haciendo el día que se entregó Leopoldo?

Recogí otros testimonios sobre uno de tantos días que partió en dos nuestra historia contemporánea:

Tom Monasterios (productor y conductor de El Monstruo de la Mañana en 92.9 FM): “Durante una temporada de mi vida que duró unos cuantos años, me dio por fotografiar cuanta marcha o concentración ocurriera en el Este de Caracas. Pero no hacía clásicas fotos periodísticas, sino retratos de la gente. Me interesaba capturar a esos venezolanos de clase media que se estaban yendo del país. Como no soy una persona delgada, no pude avanzar más allá de 200 o 300 metros de donde estaba Leopoldo. Lo que más recuerdo de ese día que había muchísimas, muchísimas, muchísimas mujeres bonitas. Y ese fue mi tema de aquel día: las muchachas bonitas. Lamentablemente mi proyecto fotográfico cayó en desgracia debido a un disco duro que se sobrecargó con los apagones de luz. Aquel día vi pasar a un Henrique Capriles muy perturbado y cansado y pensé: ‘Este sí que le ha echado bolas’. Fue uno de esos momentos en los que te contentas con Capriles”.

Bettsimar Díaz (hija del Tío Simón): “Una fecha muy particular: al día siguiente papá murió. Esa semana estuvimos con papá mañana, tarde y noche, estaba muy mal de los bronquios, la había sobrevenido una nueva infección en los pulmones que ya no superó. Estaba imbuida en eso, pero igual fue muy doloroso ver a un muchacho joven, valiente e íntegro que se entregaba a una locura. Porque para mí fue una locura: más hacía él afuera que adentro. Todo eso estaba metido en aquellas horas. Esos días impidieron que muchas personas pudieran despedirse de papá”.

• Reuben Morales (comediante): “Estaba en el Centro Médico La Trinidad esperando una consulta con mi médico internista. Las recepcionistas estaban viendo todo por un televisor muy chiquito, o quizás era por Internet o videos de celular. Siempre pensé que eso no iba a pasar. Pero una vez más supimos que aquí las amenazas sí se cumplen”.

Carmen Julia Álvarez (actriz): “Todo lo vi por televisión. Yo sabía lo que venía. Era de imaginarse, algo más que lógico. Recuerdo que ese día monté en Instagram una imagen de él abrazando a Lilian. Fue un momento histórico, pero sobre todo un momento muy, muy triste”.

• Roland Carreño (periodista y activista de Voluntad Popular): “Un día muy extraño, de sentimientos encontrados. Uno entendía el significado de aquel desafío al régimen, pero al mismo tiempo era un amigo, alguien muy cercano, un líder formidable. Recuerdo que la tanqueta donde lo llevaban se devolvió a la zona donde estaba el McDonald’s de El Rosal, corrimos hacia ella y se produjo un forcejeo. Me vi allí y aquella tanqueta empezó a moverse. Lo que pensé fue en la paradoja de alguien que había transformado los espacios del municipio Chacao con una gestión brillante y ahora iba rumbo a prisión en manos de gente que ha dado golpes de Estado. Un hombre libre convertido en preso de una dictadura”.

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