Venezuela

¿Puede Venezuela calcar estrategias regionales para disminuir homicidios?

En el informe “Mapeo de Programas de Prevención de Homicidios en América Latina y el Caribe” se hizo especial énfasis en el homicidio letal 

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Texto: Francis Peña | Fotografía: Maunare Quintero

En el seminario “Experiencias y estrategias de reducción de homicidios en América Latina y El Caribe” se presentaron 93 propuestas latinoamericanas, entre las que se cuentan la “Lei Seca” en Brasil, “Paz y Justicia” en Honduras, “Proyecto Alcatraz” en Venezuela o “Tregua de las Maras” en El Salvador para erradicar la violencia en los territorios.

Uno de los ponentes, Ignacio Cano, investigador del  Laboratorio de Análisis de la Violencia (LAV) en Rio de Janeiro, informó a El Estímulo que este miércoles junto a Doriam Borges se reuniría con la Fiscal General, Luisa Ortega Díaz, en una mesa técnica para discutir el “Protocolo de Bogotá”.

Este protocolo está destinado a servir como una referencia para producir datos oficiales con respecto al homicidio a gobiernos nacionales y locales. A su vez, la reunión aspira a encontrar maneras de adaptar las prácticas realizadas en otros países latinoamericanos dentro del territorio venezolano para reducir la tasa de homicidios, así como los ocho criterios que tienen que ser cumplirse para tener un dato de calidad.

El Centro Internacional de Actualización Profesional CIAP – UCAB fue la sede del seminario de la mano de los ponentes e investigadores del  Laboratorio de Análisis de la Violencia (LAV) en Rio de Janeiro, Ignacio Cano y Doriam Borges. En la charla se trataron iniciativas implementadas en naciones latinoamericanas para orientar a las instituciones de los países del continente sobre políticas de prevención utilizadas y con resultados positivos.

Con estos ejemplos se demuestra que en los países de la región donde la delincuencia ha sido un problema importante, se puede lograr una baja de homicidios.

Entre las tipologías de programas para prevenir homicidios se encuentran el control de factores de riesgo o protección, la promoción de cambios culturales, la protección a grupos de riesgo, las mejoras en el funcionamiento del sistema de justicia criminal, la reinserción, mediación o negociación dirigida a victimarios, las estrategias integradas de reducción de la violencia letal y la distribución general de los programas según estrategia y tipo.

A pesar del optimismo que mostró el ponente al hablar de la disminución en los índices de homicidio en Brasil o Colombia, también comentó que al momento de evaluar el impacto de los programas todavía no se tiene una metodología ideal para obtener números certeros y definitivos en cuanto a la efectividad obtenida.

Cano dijo a El Estímulo que considera importante en un país como Venezuela,  hacer un “esfuerzo de divulgación y credibilidad en los datos”, pues hoy en día se manejan cifras de homicidio de diversas fuentes y que suelen ser distintas. De modo que no hay un dato homogéneo. “Tenemos cifras del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), de la Fiscalía Nacional, de la Policía e incluso de la morgue y aún así no se sabe cuál es el nivel real de homicidios y sin esa información no se pueden hacer evaluaciones ni crear estrategias”

La generación de confianza entre los ciudadanos y los cuerpos policiales y oficiales de la Nación parece ser esencial para lograr una implementación exitosa de cualquiera de las tipologías. En países como Venezuela, sin embargo la situación se presenta distinta, pues la relación entre entes oficiales y la ciudadanía está llena de desconfianza.

“La confianza en el Estado es muy baja en las naciones con una tasa de homicidios elevada, no es una situación únicamente de Venezuela. La polarización política es siempre un obstáculo y el único agente que puede superarlo es la sociedad, si ella exige a las autoridades que trabajen en conjunto, a veces se logra a pesar de diferencias personales o políticas porque hay una demanda social”, expresó.

Con respecto a los resultados que dicha reunión pueda traer a los ciudadanos, Cano se reserva el derecho de emitir alternativas. “No tenemos solución mágica para Venezuela. Lo que sabemos es que la guerra de drogas, la Operación para la Liberación del Pueblo (OLP) y la militarización no son la salida”, fue el comentario que emitió.

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