Venezuela

¿Qué le recomienda un ex ministro de Chávez a Freddy Guevara?

El economista Felipe Pérez Martí, un ex ministro de Planificación del presidente Hugo Chávez, que hace 14 años tuvo la responsabilidad de establecer el control de cambio, nutre hoy las filas de la oposición al gobierno de Nicolás Maduro. Coordina las discusiones de un variopinto grupo de intelectuales, académicos, profesionales de diversas especialidades, inclusive militares retirados y profesores universitarios, llamado “Qué Hacer”, muy activo en el territorio de los debates de ideas en las plataformas digitales.

Publicidad
Foto: Valeria Pedicini

Esta es la lista de recomendaciones de Pérez Martí al joven diputado Freddy Guevara, quien también forma parte de este “agora” de ideas donde chavistas, antichavistas, arrepentidos, neutrales, radicales y moderados sueñan con construir un país diferente para bien, donde todos ayuden a salir del marasmo actual:

Mi propuesta de estrategia para este momento
Felipe Pérez Martí
9 de Abril de 2017

Propuestas para Freddy Guevara, quien en el espacio Qué Hacer, pidió opiniones sobre directrices y estrategia a seguir (las paso abajo). Se reafirman al saber que Maduro ofrece elecciones regionales y de alcaldes.

Hola, Freddy.

Muchas gracias por pedir nuestras opiniones. Aquí van mis recomendaciones. Decías que es bueno que sean sobre cosas prácticas. Lo haré. Sabiendo que no hay nada más práctico que una buena teoría. Por lo que presento esta antes, de manera muy breve.

En primer lugar, hay que fijar objetivos claros para poder fijar la estrategia y la táctica. Pienso que el objetivo debe ser tener un nuevo gobierno este año. Cuanto antes. Y garantizar la recuperación de la democracia y la soberanía en todos los terrenos, en particular frente a los caza-renta, nuestros verdaderos enemigos. La gente lo pide, por un lado, y puede lograrse, por otro.

La gente quiere que se resuelvan sus problemas económicos, sociales, políticos, que la tiene pasando hambre y muriendo cada día, en una situación insoportable. Con Maduro en el poder, eso no es posible. Tú estás claro en esto, y la gran mayoría de nosotros en Qué Hacer también. He hablado de ello con alguna extensión, pero para quienes no lo han leído, aquí hay una breve introducción:

http://enpaiszeta.com/perez-marti-nuevo-sistema-dicom-cambio-no-cambiar/

Y se trata de un clamor tan grande, que incluye al chavismo democrático, además de los trabajadores, los más desvalidos, la clase media, la mayoría de la Fuerza Armada, y los empresarios no enchufados, que son la gran mayoría. De manera que sobre lo que queremos la grandísima mayoría de los venezolanos no hay duda alguna. Poner la salida de los siete magistrados del TSJ como objetivo de esta lucha se queda corto. Tampoco las elecciones de gobernadores y de alcaldes. No creo que es conveniente, ni necesario.

Alguien podría decir que vamos por partes.

El problema de ir por partes es que esto necesita un cambio comprehensivo, desde el ejecutivo, para poder resolverse. Y si el objetivo implícito es la salida de Maduro, y un nuevo gobierno, con este resurgimiento de la lucha de calle, no es necesario ni conveniente ocultarlo, pues es una preferencia revelada, y no se gana nada con ello. La honestidad es clave aquí, sobre todo para sumar todos los actores que nos pueden apoyar en esto.

Ahora, sobre la capacidad que tenemos para lograr ese objetivo. Creo que a estas alturas tampoco debe haber dudas. El año pasado escribí ampliamente sobre eso. Tú también lo sabes, por tu lado.

Mi error del año pasado fue confiar demasiado en el jugador MUD, que no dio la talla al entregar la lucha y entrar al “diálogo”. Pero ese problema no está presente ahora, pues la propia gente, con sus propios liderazgos, y con liderazgos como los de VP, VV, ABP, y algunos otros partidos y personalidades, como José Guerra, y otros militantes de relieve de PJ (que actuó muy mal al final del año, y jugó “gallina”), están asumiendo la estrategia propuesta como óptima, la del “coraje”.

En este momento, como entonces, tenemos más fuerza relativa que la del gobierno en todos los campos relevantes: la intención de voto, la comunidad internacional, y la Fuerza Armada. Sobre la calle, se está empezando a recuperar; y el poder de convocatoria del gobierno es bastante escuálido, como sabemos, y ha quedado evidenciado en las dos demostraciones pasadas.

De hecho, el gobierno se ha debilitado notablemente en todos esos frentes.

Internacionalmente ha puesto la torta, como sabemos. La situación económica y social ha empeorado notablemente, como sabemos también (las tortas del billete de Bs 100, por ejemplo, perdiendo el apoyo de las personas no bancarizadas, su base de apoyo político).

En lo político, se han visto fisuras muy grandes, como el de la fiscal al rechazar al TSJ y tildarlo de dictador. También la queja pública y más extendida del chavismo crítico, y los partidos que se están separando del Gran Polo Patriótico, la coalición política del gobierno. En lo militar, el rechazo al apoyo de El Aissami por parte de Padrino López. Y la primera muestra pública de contradicción en la Fuerza Armada, con lo de la acción de la Guardia Nacional en la universidad de Carabobo.

Prácticamente nadie quiere a Maduro, más allá de los caza-renta que tienen capturado al país, algunos clientes en la población chavista que reciben migajas, y los fanáticos fosilizados en algunas ideas falsas de la propaganda mercenaria (como el asunto de la guerra económica, y que todo es culpa de la burguesía y el imperialismo).

¿Porqué no aprovechamos eso, y hacemos una gran coalición que consiga los objetivos?

¿Por qué no hacemos un gran pacto que garantice que realmente vamos salir de Maduro, por un lado, y que vamos a producir un gobierno transitorio de inclusión, de unidad nacional, sin revanchismos, sin cacería de brujas, garantizando también las bases para un futuro de largo aliento fortaleciendo la democracia, el empoderamiento del soberano, y eliminando de una vez por todas el rentismo y sus consecuencias, como los caza-renta, que tienen secuestrado al país?

Teniendo esto en cuenta, es claro que una coalición ganadora, un jugador que juegue el juego planteado de manera exitosa, debe ir más allá de la MUD.

Así que mis recomendaciones prácticas, son las siguientes:

1. El comando político de este proceso debe incluir a los representantes del soberano, el que debe mandar en el país: la ciudadanía, el pueblo. Con sus distintos liderazgos.

Representantes de los trabajadores, los empresarios, las organizaciones ciudadanas no partidistas de diversa índole, como los estudiantes, los profesores, adultos mayores, organizaciones religiosas, intelectuales, demás gremios, etc. Los partidos que quieran apoyar esto, por ejemplo los de la MUD, los independientes, los de izquierda y el chavismo democrático. Gente del mundo militar, los institucionalistas, nacionalistas, los chavistas no-maduristas. En fin. No es bueno que salga mediáticamente la MUD como dirigiendo esto. Pues va a ser rechazado por demasiada gente, no alineada con esa organización, o incluso enojados con ellos. Ahí están los independientes y el chavismo democrático. No quiero dar nombres, pero en estos grupos nombrados hay conocidos líderes que se han ganado su puesto con sus luchas.

2. Esto tiene muchas ventajas, como se puede ver. Pero una de ellas, no despreciable, es que le hace prácticamente imposible al gobierno neutralizar el liderazgo que se opone a él. El gobierno está dando una lucha entre partidos. Tratando de neutralizar partidos anulando, de varias maneras, a sus líderes. Está suponiendo algo falso: el juego de la partidocracia, que está pasando a ser el juego entre el Principal (el dueño, el soberano), y el Agente (el gerente, el representante). Son cosas muy distintas, como nos lo dice la teoría económica. En este caso, los líderes son miles; cientos de miles. Pues si meten preso a uno, salen diez “suplentes”, con mucho más empuje, además. El liderazgo de la sociedad civil llega a los niveles comunitarios, a sus bases organizativas, donde hay mucho líder auténtico con mucho arrastre y poder de convocatoria para las acciones políticas y reivindicativas. Y si se conectan, es clave, como vemos.

3. De hecho, dicho comando político debe dar la solución a los problemas económicos y sociales. Así se conecta la lucha política con los problemas de la gente que sufre en todos lados, representados por los líderes propuestos. Varios puntos a incluir, brevemente, cuyas medidas económicas son de consenso entre prácticamente todos los economistas, incluyendo al chavismo democrático aquí:

a) Es conocido que esta no es una crisis clásica, sino artificial, que técnicamente tiene una solución relativamente sencilla para que se pare el deterioro, y comience la recuperación. Sin necesidad de despidos masivos, por ejemplo. Y sin subir los impuestos. Solo quitarle a los corruptos (lo cambiario, la gasolina, las importaciones y distribución corrupta, mezquina y clientelar del gobierno, subsidios a Cuba y Petrocaribe, etc), y cerrar la brecha fiscal (y parar en seco la inflación), y a la vez subsidios directos a los venezolanos para compensar las subidas de gasolina, etc. Nadie va a perder, excepto los que tienen que perder: los caza-renta. La camarilla de Maduro y la banda de los siete. El resto de la gente se beneficia.
b) En lo productivo, liberar precios de productos no-monopólicos, y garantizar la propiedad privada. La confianza para la inversión privada es esencial en esto.

c) Refinanciar la deuda con ayuda de nuevos préstamos internacionales, para dedicar dólares a importaciones privadas, con un régimen cambiario de flotación limpia (de mercado).

d) Medidas de emergencia alimentaria y sanitaria

e) Democratización de los consejos comunales.

f) Garantías políticas para que no haya cacería de brujas a la militancia chavista.

g) Medidas de justicia contra los corruptos, en un ambiente de reconciliación nacional.

4. Dejar de lado lo de las firmas para remover a los magistrados. Además de lo del objetivo incorrecto, esto valida al gobierno y sus instituciones, que debemos desconocer, usando el artículo 350 de la Constitución. En vez de eso, realizar asambleas en cada comunidad y en cada organización de las mencionadas arriba, para difundir las propuestas básicas, para que la gente decida qué hacer; si es en consonancia con la coordinación nacional, mejor.

Pero deben tener independencia. Por ejemplo, su decisión puede implicar la participación en el cronograma de protestas políticas, relacionadas con las protestas reivindicativas. Todas las cuales deben ser pacíficas, es bueno decirlo una y otra vez. Resistencia pacífica. No-violencia activa.

5. En particular, los militares, como ciudadanos que tienen derecho al voto, a escoger el destino político del país, deben hacer sus propias deliberaciones de acuerdo a sus normas institucionales, actuando de manera inteligente para que su dignidad como personas no sea pisoteada y manipulada en función de intereses ajenos a la moral y el honor bolivarianos, que dice que los soldados están para servir al pueblo, no a los opresores de su pueblo.

5. Hacer mucho énfasis en la necesidad de asambleas ciudadanas en los barrios populares. Las marchas de protesta no deben salir solo de los sectores de clase media. Eso es un error político inmenso. Se debe mostrar que el apoyo es general. Y que la vinculación de lo político y lo social es general.

6. Muy buena la propuesta de marcha general el día 19 de Abril, que debe marcar un impulso definitivo del fin de Maduro y la banda de los siete.

7. Las iniciativas de la Constituyente Originaria, y de Decisión Ciudadana, van a acompañar todo este proceso. Y podrían ser adoptadas explícitamente como parte del programa de lucha conjunta.

8. Finalizo diciendo que este liderazgo debe acordar un gran pacto social que garantice que sus promesas van a ser cumplidas en el gobierno de transición. Y en el diseño de la recuperación definitiva de nuestra democracia y la proscripción del rentismo y los caza-renta por diseño. Deben mencionarse algunas cosas básicas de cambio en este sentido en la constitución, impulsado por un proceso constituyente originario (de Empoderamiento democrático del soberano, la ciudadanía, el pueblo):

a) Eliminar el presidencialismo

b) Garantizar la descentralización territorial y administrativa.

c) Eliminar la reelección indefinida

d) Poner la solución al rentismo (como el fondo petrolero de Noruega, o similares, según sea decidido por los electores) con rango constitucional.

9. Todo este proceso puede y debe ser interpretado, en particular las asambleas de ciudadanos, como un proceso de empoderamiento de la ciudadanía. Un proceso constituyente originario de rescate de la democracia, dejando de lado la partidocracia, para que los partidos sirvan a la ciudadanía, y no se sirvan de ella

10. Esa coalición que produce un pacto, bien puede conformar una junta de gobierno para la transición, con las características citadas. Bases constitucionales para esto existen. Y deben implicar un salvoconducto para Maduro y su esposa para que dejen el país por vía pacífica. Eso puede ser parte de un diálogo en que Maduro nombre a la persona escogida por el pacto como vicepresidente, y luego renuncie.

11. La otra alternativa es que se produzcan elecciones generales, y el candidato a presidente apoyado por esta coalición se comprometa a cumplir los acuerdos.

Publicidad
Publicidad