EN FOTOS | Del este rumbo a la lucha por el país

Desde las 8:45 de la mañana, los vecinos de El Calvario bajaron con sus franelas blancas y sus banderas de Venezuela para sumarse a la marcha opositora. Siguiendo la ruta, muchos residentes de La Lagunita hacían la parada obligatoria en la panadería Nancymar para recargar energías con un cachito.

Algunos iban vía La Trinidad para llegar a Santa Fe y otros por la urbanización Los Naranjos para unirse a los vecinos de El Cafetal. En el camino entonaban el himno nacional o la conmovedora canción que rinde homenaje a Venezuela.

En el Distribuidor de Santa Fe se encontraban diputados de Voluntad Popular como Winston Flores que animaba a las personas con el lema del partido “El que se cansa pierde” y “Fuerza y Fe”.

Entre los venezolanos y su pancartas que no solo exigían seguridad, medicinas y alimentos, sino también elecciones y la destitución de los magistrados, se encontraban mascotas que llevaban el tricolor en sus lomos e iban al paso de sus amos.

Familias unidas y decididas por un mejor país recorrían las calles. Incluso los más pequeños de la casa fueron parte de la
convocatoria.

Los jóvenes eran mayoría. Dos conversaban y mientras uno se alejaba, le respondía al otro «Yo voy pa´ esa, ¡primera línea papá!» demostrando su valentía a estar al frente, luchando por el país que anhela.

De las personalidades que se encontraban en el trayecto estaba el cantante Chino Miranda, quien reafirmó su compromiso con el país y la solidaridad con los venezolanos marchando a su lado.

En la zona de Plaza Las Américas, el bulevar de Cafetal y Caurimare los señores mayores de edad se hacían sentir en las calles a pesar de sus pasos acortados, bastones y sillas de ruedas.

Parejas que han alcanzado las bodas de oro iban agarrados de mano. La pareja Mendez declaró al equipo de El Estímulo que marchaban y lo hacían por sus hijos y nietos que merecían disfrutar de una Venezuela como en la que ellos crecieron.

Entre tantas caras, una señora se acercó, diciendo “tengo 71 años, no tengo medicinas pero estoy aquí, ¡marchando!”