Venezuela

Pensando ya en la reconstrucción de Venezuela

Lo inevitable va a suceder y el camino de la reconstrucción hay que emprenderlo entre todos. Eso sí, utilizando el conocimiento global como la palanca que le permita al país cerrar brechas más rápido de lo que se estima. Recordemos que en tiempos convulsos la coyuntura no permite ver más allá de las 24 horas.

Publicidad
Por Iván de la Vega, sociólogo, experto en migraciones. Foto: cortesía Manuel Avendaño

Por ello, al realizar un micro diagnóstico de la realidad actual los resultados muestran claramente la evidencia. Los escenarios político, económico, social y la presión internacional, ya sin velo, arrinconan a un gobierno deslegitimado y transitando sus últimos ……
Hablar de la reconstrucción de un país es, en realidad, reinstitucionalizarlo. El esfuerzo pasa por relegitimar a las instituciones promoviendo un nuevo contrato (pacto) social y, por esa vía, impulsar aquellas iniciativas que mejoren las condiciones generales de forma sostenida.
Una de las catástrofes de mayor relevancia para Venezuela en lo que va de siglo XXI ha sido la pérdida masiva de personal cualificado, pero ese hecho de proporciones considerables ha sido de ‘relativa’ poca importancia para la sociedad, entre otras razones, por haber caído en la trampa de la permanente confrontación con el establishment.
En un mundo complejo dominado por la sociedad global del conocimiento era casi impensable que un país cualquiera pudiera perder semejante capacidad de conocimiento instalado en cada una de las cabezas que han (y están) emigrado, dado que los últimos dos gobiernos no promovieron la reconexión sino la desconexión con aquellos que decidieron emprender sus nuevos proyectos de vida en otras latitudes.
La gestión de las tecnologías emergentes se vuelve prioritaria para ayudar a Venezuela. Existe una gama de posibilidades que debemos explorar para que se generen iniciativas exitosas de cara a la resolución (y en aquellos casos que así sea, disminución) de problemas de todo orden.
Ahora bien, eso se logra con el uso adecuado de conocimiento, con inclusión y, tal vez, lo más importante, utilizando a las instituciones venezolanas como ejes (receptáculos). Tranquilos, no me refiero a las actuales ‘instituciones’. La estrategia pasa por repensar e incorporar personas competentes en los equipos de trabajo a todo nivel que permiten vehiculizar las iniciativas dirigidas a resolver problemas.
En el mundo y más específicamente en América Latina hay iniciativas en desarrollo que reconectan a sus conciudadanos independientemente de donde se encuentren para que algunos de ellos participen de distinta manera en proyectos.
El trabajo en red global es una de ellas; otra estrategia es programar el retorno inteligente (regresar con las condiciones adecuadas laborales); o fungir como asesor/consultor; realizar visitas cortas con agendas de trabajo precisas al país; incluso, dar aportes financieros a iniciativas concretas. En fin, un sin número de posibilidades que permitirán al país integrar esfuerzos entre aquellos que están radicados en otros países con los que siguen en la lucha por colocar nuevamente a Venezuela en la senda del desarrollo.]]>

Publicidad
Publicidad