Migraciones

Panamá suspende a Médicos Sin Fronteras mientras aumentan violaciones en Darién

La ONG Médicos Sin Fronteras denuncia que el gobierno de Panamá no le renueva autorización para ayudar a atender la crisis humanitaria en el Darién, por donde cada mes pasan miles de migrantes rumbo a EEUU, la gran mayoría venezolanos. Las víctimas de delitos graves también aumentan con este tráfico humano.

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Darién y Médicos sin Fronteras

La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) anunció este jueves que el gobierno de Panamá le obligó a suspender sus actividades humanitarias en la selva del Darién, tras denunciar un aumento de las violaciones sexuales a migrantes que cruzan la inhóspita jungla rumbo a Estados Unidos, reportó AFP.

Desde el 4 de marzo, MSF «se vio obligada a suspender toda actividad médica para la población migrante en el Darién por orden de las autoridades panameñas», dijo la ONG en un comunicado.

Según la nota, el gobierno panameño alegó que MSF actualmente «no cuenta con un convenio de colaboración vigente con el Ministerio de Salud» para operar en Panamá. La ONG dijo que ha tratado en vano de renovar el acuerdo desde octubre de 2023.

La medida fue adoptada días después de que la oenegé denunciara un «aumento de los ataques brutales y la violencia sexual en la selva» contra migrantes, destaca el comunicado.

El gobierno panameño no ha informado nada sobre este asunto hasta ahora.

El 29 de febrero, MSF alertó sobre el incremento en las violaciones sexuales y en la «brutalidad» que sufren muchos migrantes que cruzan la inhóspita selva del Darién, en la frontera entre Colombia y Panamá, a manos de bandas criminales.

En solo una semana de febrero los equipos sanitarios de esta ONG atendieron a 113 migrantes, entre ellos nueve menores, que sufrieron agresiones sexuales por parte de criminales en el Darién, dijo entonces MSF. En todo enero habían sido 120 los casos, había reportado esta ONG.

La selva de Darién, una frontera entre Colombia y Panamá de 266 km de longitud y 575.000 hectáreas de superficie, se ha convertido en un corredor para los migrantes que desde Sudamérica tratan de llegar a Estados Unidos.

Mayoría de venezolanos en Darién

Personas de Venezuela son la vasta mayoría de migrantes sin papeles que cada día llegan o atraviesan la potencialmente mortífera selva del Darién rumbo a Estados Unidos. La mayoría emprende ese viaje motivados por el boca a boca de familiares y amigos, o tras dejarse seducir por falsas informaciones difundidas por «coyotes» y otros traficantes de personas, coinciden autoridades migratorias de varios países.

Cifras de Migración Panamá muestran que en enero pasado 36.001 personas atravesaron la selva del Darién, de los cuales 21.940 son venezolanos, es decir el 61%.

El resto de estos viajeros irregulares son ciudadanos de unos 50 países de América, Asia y África.

En todo el año 2023 atravesaron 520,085 personas, de las cuales 328.650 (63%) son venezolanos, seguidos por ecuatorianos, haitianos y chinos.

Esto significa también que numéricamente son venezolanos la mayoría de las víctimas de delitos cometidos ordinariamente en esta ruta migratoria, una de las más peligrosas de América.

Un problema más allá de Panamá

En febrero pasado, durante su participación en el Primer Foro Internacional de Seguridad: “Una Perspectiva Global», la directora del Servicio Nacional de Migración, Samira Gozaine, destacó «el reto que ha significado para el Estado panameño el reforzar la atención humanitaria ante una situación inédita, con un inminente y abrupto incremento del flujo irregular de migrantes por la selva del Darién».

Gozaine subrayó, que el flujo irregular de extranjeros por territorio panameño se incrementó desde 10 mil personas en 2009 a 520 mil en 2023, y en lo que va del 2024 ya son 63 mil 806 personas las que han cruzado el Parque Nacional Darién, un 20% son niños y adolescentes.

Atender esta esta situación le ha costado a Panamá más de $70 millones de dólares, en los últimos cuatro años, «en un intento por darles una atención digna a cada uno de estos extranjeros: alimentos, alojamiento, agua potable, salud y seguridad», dijo Gozaine, citada por Migración Panamá.

Hasta el momento, el Servicio Nacional de Migración ha identificado 226 fallecidos, aunque la jefa de la cartera migratoria fue enfática en señalar que «nunca se conocerá el número real de los que perdieron la vida en el intento por tener una mejor vida y que nunca serán repatriados a sus casas porque sus cuerpos se los tragó la selva».

Gozaine también expresó en su participación en el foro internacional, que la frontera colombo-panameña se ha convertido en una zona peligrosa que no responde a los principios de movilidad humana, sino a un nuevo negocio del crimen organizado que está sustituyendo el tráfico de drogas por el de seres humanos.

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