Médicos del Táchira demandan “urgente” ayuda humanitaria

Tomados de las manos -o con brazos entrelazados- los galenos desplegaron pancartas y caminaron unas cuadras desde el Hospital Central de San Cristóbal hasta el Hospital Oncológico del Táchira, lugar donde pidieron a las autoridades el respeto al derecho a la salud.
El representante de la Asamblea Extraordinaria de Médicos del Táchira, Omar Vergel, expuso a los presentes algunas causas por las cuales marcharon, entre las que se encuentra la «urgente» apertura de un canal humanitario  y el rechazo a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) que a su juicio, no va a traer los  medicamentos, insumos y alimentos, salud y educación que necesita el país.
Por su parte, el médico Rubén Díaz alertó que entre un 70% y 75% se ubica el déficit de medicamentos en las farmacias de la entidad, siendo las áreas más afectadas de oncología, pediatría, pacientes pulmonares, diabéticos, hipertensos  y cardiacos, aunque destacó que la ausencia de medicinas es general en el país y los centros de salud están trabajando a menos del 30% de su capacidad operativa.
“Los pacientes oncológicos están muriendo de mengua en los hospitales venezolanos por no poder cumplir como debe ser con los esquemas de quimioterapia. La urgencia de la apertura de un canal humanitario es buscar un paliativo a esta grave situación”, agregó.

Por su parte, el coordinador académico de la escuela de medicina de la Universidad de Los Andes, núcleo Táchira, y médico del Hospital Central de San Cristóbal, Renny Cárdenas, informó que ante la crisis humanitaria que atraviesa Venezuela por falta de medicamentos, equipos e insumos, todos los colegios de médicos del país se encuentran en asamblea permanente.
A través de la actividad, explicó Cárdenas, se trató de hacer un llamado de atención “porque todos somos pacientes potenciales, nadie está exento de ninguna patología, hasta los que se creen intocables también van a sufrir algún día”, aseveró
El exhorto del gremio es a que se otorguen las divisas a las compañías venezolanas que producen medicamentos. Recalcó que el déficit de medicinas no es solo un problema de la salud pública, porque en las clínicas privadas también escasean.
“No entendemos cómo un país tan rico como Venezuela no tenga para medicamentos y sí para gastar en otros gastos innecesarias como los que han hecho en defensa y los venezolanos no sabemos ¿para qué?», reclamó.

Dijo que el sistema actual los «está ahogando y se debe abrir pronto paso a un canal humanitario para la adquisición de medicinas. Yo estoy en manifestaciones desde que era estudiante exigiendo salud para el pueblo que fue en eso que nos educaron. No podemos callar, ni omitir lo que pasa porque nos estaríamos volviendo cómplices de la crisis”.
Los pacientes sufren cada vez más

“El martes operaron a mi mamá de un cáncer y no ha sido posible encontrar las medicinas. No sé qué voy a hacer porque ni dinero tengo para ir a comprarlos a Cúcuta. Yo me he montado en busetas para pedir colaboración para el tratamiento de mi mamá porque no consigo tampoco un trabajo y aquí en el hospital no solo he traído todos los medicamentos que piden; hasta con mercado me ha tocado colaborar”, narró María Medina, hija de una paciente oncológica.
Con impotencia y llanto incontrolable la joven mujer dijo sentirse agobiada ante la situación. “No se trata de un perro, es mi madre la que necesita ayuda y esta tirada en una cama enferma y no consigo las medicinas. A los gobernantes les pido se pongan la mano en el corazón y nos escuchen, como no son ustedes los que están pasando la necesidad entonces no prestan atención”.
Las historias se repiten a lo largo de la manifestación y el tema que invade es el mismo: no hay medicinas.     

Eduviges Rangel de Mendoza, paciente hipertensa de la tercera edad, llegó al primer centro de salud del Táchira la mañana de este jueves no solo en apoyo al gremio de la salud,  sino a protestar por la ausencia de alimentos y medicinas a la que “han sometido al pueblo”.
Con voz llanto y voz quebrada dijo a El Estímulo estar cansada de no conseguir su tratamiento. “Soy una persona de la tercera edad y no consigo mis pastillas, el tratamiento me alcanza hasta el 15 de junio y de ahí en adelante Dios sabrá qué hacer con nosotros los que sufrimos de hipertensión. La gente debe salir a la calle a protestar porque la indiferencia nos mata”.]]>