Venezuela

Represión en El Paraíso: "Me metí en el baño con mi perro para no tragar gases"

Vecinos de El Paraíso vieron nuevamente la cara más despiadada de la represión. Habitantes de Terrazas de El Paraíso, Paraíso Plaza, Residencias Victoria y el Conjunto Residencial El Paraíso, conocido como "Los Verdes" ubicado en el puente 9 de diciembre, sufrieron la arremetida de la GNB desde horas de la mañana hasta la noche de este lunes 5 de junio, durante el "plantón" convocado por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Al menos 30 heridos fue la cifra de afectados que denunció el concejal del municipio Libertador, Jesús Armas. 

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FOTO: ARCHIVO EL ESTÍMULO | ANDREA HERNÁNDEZ

Las ventanas de la casa de Jessica García estuvieron cerradas todo el día del lunes, desde las 11 de la mañana hasta casi las 9 de la noche. «Tiene que haber mucho gas para que llegue a mi casa», dice la joven que vive en un piso 23, refiriéndose a los momentos de represión por parte de los cuerpos de seguridad. Y a pesar de vivir en una de las últimas torres de las residencias Terrazas de El Paraíso, eso no evitó que los gases tóxicos alcanzaran su apartamento. Se resguardó como pudo: con un pote de agua con bicarbonato que llevaba consigo a todos lados, mientras se metía al baño con su perro y sus tortugas para no verse afectados por los gases.
Desde tempranas horas del lunes, funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) reprimieron a los manifestantes que atendieron llamado de la Mesa de la Unidad Democrática a «plantarse» en el sector del oeste de Caracas para protestar contra la Asamblea Nacional Constituyente, convocada por el presidente Nicolás Maduro. Los enfrentamientos se mantuvieron hasta alrededor de las 10:30 de la noche, denunciaron los habitantes de los edificios de la zona.
Vecinos de la zona se concentraron frente al Centro Comercial Multiplaza El Paraíso con pancartas y consignas. A diferencia de otros puntos de concentración, los opositores permitían el tránsito de los vehículos en la avenida Páez cuando el semáforo indicaba la luz verde, contó la estudiante de Comunicación Social a El Estímulo.

En pocos minutos funcionarios se acercaron hasta el lugar  para dispersar y arremeter contra los manifestantes que estaban en las calles y a los edificios de los alrededores. «La cantidad de perdigones y bombas fue infinita», asegura Jessica. Cuenta que parte del grupo que protestaba lanzaron gritos y empezaron a correr para refugiarse, mientras que los manifestantes de la llamada «resistencia» opositora enfrentaban a los efectivos con bombas molotov.

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Restos de la represión recogidos por los vecinos de Terrazas El Paraíso

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«La GNB intentó meterse en el edificio dos o tres veces. Eran como 60 guardias corriendo y disparando, pero los vecinos le lanzaban cosas desde arriba y hacían que ellos retrocedieran», relató la universitaria. Integrantes de su familia, que se encontraban en sus lugares de trabajo, tuvieron que dar varias vueltas por la zona para poder ingresar al conjunto residencial. Denunciaron la presencia de colectivos, grupos paramilitares armados que la oposición vincula con el chavismo, en la adyacencias del edificio. «Era como si estuvieran esperando algo», dijo la mamá de la joven.


Las residencias de Terrazas El Paraíso fueron las más afectadas. Las bombas lacrimógenas llegaron hasta los salones de fiesta, que se encuentran al aire libre dentro del conjunto. Asimismo, los portones fueron tumbados y las puertas de salidas para los peatones se las llevaron los guardias «de nuevo», afirmó García. «Hace poco se había hecho una inversión de dinero para reparar aunque sea la puerta para los peatones y aun así les vale nada. Las rompieron de nuevo». Varias veces los funcionarios se situaron en la entrada del edificio para prohibir el paso de las personas.
Unas cuadras más lejos, en el Conjunto Residencial El Paraíso, conocido como «Los Verdes» ubicado en el puente 9 de diciembre, los vecinos también se enfrentaron a la GNB durante casi ocho horas, desde el mediodía hasta pasadas las 8 de la noche. La estructura sirvió como campo de batalla para los manifestantes y cuerpos de seguridad, quienes lanzaban bombas lacrimógenas, perdigones y utilizaron tanquetas y ballenas para arremeter contra la gente.


El concejal del municipio Libertador, Jesús Armas, explicó a El Estímulo que los enfrentamientos en El Paraíso, la urbanización de clase media en el oeste caraqueño, dejaron un saldo de al menos 30 heridos, 20 de «Los Verdes» y 10 del Terrazas de El Paraíso. Informó que uno de los jóvenes fue impactado por un perdigón en el ojo.
Si no vas a la marcha, la marcha va a ti

Las casas ya no son sinónimo de un lugar seguro para muchos de los residentes de El Paraíso. Desde que iniciaron las protestas, hace 67 días, la zona ha sido protagonista de múltiples arremetidas de efectivos militares. Y los vecinos, aún en sus apartamentos, han sufrido y padecido la represión.
Jessica se siente vulnerable. Este martes es el segundo día consecutivo que no sale de su casa por miedo y, asegura, durante las protestas no logra conciliar el sueño por las noches. «Hay demasiados rumores y uno se vuelve loco: que van a invadir, que se van a meter los colectivos. Ya no duermo bien porque a cada ruido, uno está alerta», expresó.
La estudiante de la UCAB tampoco pudo asistir a clases por los enfrentamientos: «Tenía clases a las 2 pm y a la 1pm estaban lanzando bombas frente a mi casa. Le escribí a mi profesor y le dije que tenía miedo. Que si me quería raspar, que me raspe porque la verdad es que no quiero salir», dijo Jessica.
«Uno se siente tan indefenso que ni siquiera estando en tu casa te puedes proteger», señaló Oriana Tovar, quien vive en un piso 26 en El Paraíso e igual el gas lacrimógeno se mete en su apartamento durante la represión. «Se supone que fue un plantón que es pacífico y desde temprano la GNB ya estaba en La Vega, El Paraíso y Montalbán lanzando bombas y perdigones», se quejó.
Contó a El Estímulo que desde su edificio se veían a los afectados por la represión. «Hubo varios heridos porque yo los vi. Y vi a la gente de mi edificio que bajaba con gasas, alcohol y bicarbonato para tratar a los heridos».
Tovar chequea constatemente las redes sociales y estar informada sobre lo que ocurre en su zona. «Estamos en un momento de guerra que no sabes si sales de tu casa y vas a volver. Yo que vivo en El Paraíso me da miedo y siempre tengo que estar viendo las redes sociales para ver si puedo a la panadería o a la universidad». Sin embargo, considera que las protestas son la única solución. «Pienso que es lo que hay que hacer, prefiero aguantarme todo ese miedo que aguantarme esto por más tiempo. Si no protestamos, va a ser mucho peor», afirmó la joven.
Norkis Rodríguez aseguró que mientras grupos de personas se enfrentaban contra la GNB, otros estaban por el sector sin ninguna complicación. «Es la incoherencia total: mientras todo el día estaban bombardeando en el Terrazas, la gente enfrente estaba comiendo perros calientes y colas en el cajero del Banco de Venezuela».
Confiesa sentirse vacía cuando no pasa nada y todo está muy tranquilo. «Siempre estás escuchando que la gente dice que en el oeste no pasa nada y te entra como un fresquito saber que en el oeste sí se está haciendo algo», afirmó Rodríguez.]]>

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