En noviembre pasado, tras un juicio de nueve días, un jurado popular halló culpables a Efraín Antonio Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas de planificar un vuelo que transportaría la droga de Venezuela a Honduras, con Estados Unidos como destino final, a cambio de 20 millones de dólares.
Las sentencias -de un mínimo de 10 años de cárcel a cadena perpetua- debían ser fijadas por el juez Paul Crotty el 26 y el 27 de junio.
Pero los acusados pidieron más tiempo, la fiscalía accedió y el juez Crotty aplazó su sentencia hasta el 12 de septiembre para Flores de Freitas y hasta el 13 de septiembre para Campo Flores.
Ambos fueron detenidos en Haití en noviembre de 2015 por la DEA, la agencia antidrogas estadounidense, y trasladados a Nueva York, donde han permanecido en prisión desde entonces.
La fiscalía aseguró durante el juicio -por narcotráfico- que los sobrinos de Cilia Flores, esposa del presidente venezolano Nicolás Maduro, se creían «tan poderosos» que «podían trasladar casi una tonelada de cocaína de un aeropuerto a otro sin ser detenidos».
Los abogados defensores aseguraron por su lado que sus clientes fueron víctimas de una trampa tendida por informantes inescrupulosos y mentirosos de la DEA, y que son tan «estúpidos» y «novatos» que cayeron en ella.
]]>