Venezuela

La “locura” en Venezuela

Mi papá decía que una de las instituciones que más fuerza tiene en Venezuela es la “institución del loco”.

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A esos “locos”, que a cuenta de “locos”, se les perdona todo: “Ése es el loco fulano, no le hagas caso”, “aquél es el loco mengano”, “ésas son cosas del loco zutano”, son con frecuencia las frases que eximen de responsabilidad a los fulanos, menganos y zutanos “locos”, que luego de haberle hecho la vida imposible a sus congéneres, por lo general se salen con la suya porque es la sociedad misma quien los exime de culpa.
Hugo Chávez era uno de esos locos institucionalizados. A cuenta de “loco” le dejaron pasar una cantidad de exabruptos que hoy estamos pagando.
El General Gómez tenía un excelente método para probar si alguien era en verdad loco. Sostenía que loco, así, sin comillas, era el que comía excrementos. Y si comía excrementos, no había otra salida que meterlo en el manicomio. Porque el lugar de los locos es el manicomio. Nadie normal tiene el derecho de abusar de la paz y la paciencia de sus semejantes.
Los mejores aliados que tienen esos “locos” es la sociedad que les permite actuar de esa manera.
Cuando Gómez murió, Laureano Vallenilla Lanz sentenció que “había muerto el loquero”.
Lo mismo dijo Diosdado Cabello sobre Chávez. Nosotros que creíamos que Chávez era el loco y resultó siendo el loquero. Como muestra, un pequeño y reciente botón: Pedro Carreño en días pasados anunció que solicitaría al TSJ que convocara una junta de profesionales entre siquiatras y sicólogos que determinaran la salud mental de la señora Luisa Ortega Díaz.
Me imagino que el presidente de la junta sería Jorge Rodríguez. Hasta risa da que dicha petición la realice alguien que juraba que los gringos nos espiaban por Directv. Pero así son las cosas en Venezuela. ¡Recuerdo tanto a Óscar Yanes que decía que aquí podía pasar cualquier cosa, porque las cucarachas volaban!
Ahora entramos en una nueva fase de la locura: cómo los locos (de lado y lado) interpretarán el 350. Yo creía desde hace rato que estábamos en desobediencia civil. Tal vez hasta me esté volviendo loca yo, pero no he entendido cómo ni qué haremos para aplicar el artículo. Muchos hablan de un paro. Me preocupa que vayamos a revivir el 2003.
En el 2003 había músculo financiero para aguantar un paro. Sin embargo, muchas empresas quebraron. Entre otras cosas, porque el paro no fue general. Un paro donde funcionen –aunque sea a media máquina- los bancos, los supermercados y el transporte, no es tal. Ahora es mucho peor. Porque los “locos” que nos gobiernan, como están dispuestos a llegar hasta donde sea para conservar el poder, harán lo imposible por impedirlo.
Ya veremos “expropiaciones” a diestra y siniestra, amén de todos los abusos de autoridad que nos faltan por ver. Y pedirles a los comerciantes o a los industriales que se adhieran a un paro indefinido es una locura, además de una injusticia.
No sé qué tenemos que hacer que no hayamos hecho. No quiero desesperanzar a nadie. Estoy convencida de que saldremos de esta locura. Sólo pido guías de qué debemos hacer para acabarla.
Les aseguro que hay muchísimos venezolanos que están en mi misma situación, queriendo hacer sin saber qué hacer. Necesitamos instrucciones claras y precisas antes de que los locos terminen de apoderarse del país.]]>

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