Venezuela

¿Qué pretenden esconder los militares tras asesinato de Vallenilla?

En la noche del jueves un fiscal militar no permitió el ingreso ni de fiscales civiles, ni de funcionarios de la Unidad Criminalística Contra la Vulneración de derechos Fundamentales del Ministerio Público a la sala de autopsias donde estaba el cuerpo de David Vallenilla, joven estudiante, de 22 años, asesinado este jueves a través de la reja de  la base aérea La Carlota, en Caracas.

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Federico Parra / AFP

En horas de la noche de este jueves, desde la Clinica El Ávila en Altamira hasta la morgue de Caracas ubicada en Bello Monte, fiscales y expertos de la Unidad Criminalística del Ministerio Público acompañaron a la policía científica Cicpc en el traslado del cuerpo de David Vallenilla hasta el recinto forense.
El cadáver había sido trasladado en un vehículo del Ministerio Público, pero al llegar a la morque, un fiscal de la jurisdicción militar se impuso y prohibió a los funcionarios civiles el paso a la sala de autopsias.
El que el cuerpo haya sido llevado por el CICPC  y acompañado por le Ministerio Público, había sido interpretado por observadores en la Clínica Avila la noche del jueves como una primera posibilidad de que se llevara a cabo una investigación neutral, ajustada a derecho.
Es importante destacar, que cuando un funcionario de la fuerza pública comete delitos o violación de derechos humanos, quien lleva adelante la investigación es el garante de la acción penal, es decir el Ministerio Público. De acuerdo al derecho y a la lógica procesal, no es posible que la mismos órganos de la fuerza pública que cometieron el delito tipo penal se investiguen ellos mismos.
¿Qué pretende ocultar el Ministerio del Interior que dirige Néstor Reverol?
Saltan algunas preguntas que debería responder el titular de la seguridad ciudadana en el país.
«Recurrente asedio a base militar La Carlota produjo hoy lamentable deceso de uno de los participantes en el hecho», escribió Reverol en su cuenta de Twitter, lo que fue interpretado como un intento de justificar el asesinato.
Según algunos periodistas de mayor credibilidad el asesino está identificado como Arli Cleiwi Méndez Terán, un militar de la Fuerza Aérea. Si se confirma oficialmente este dato, Vallenilla sería el primer manifestante asesinado por agentes del Estado diferentes a los de la Guardia Nacional y la Policía Nacional, en estos casi tres meses de protestas contra Maduro. 
¿Acaso la munición utilizada para matar a Vallenilla desde el interior de la base aérea Generalísimo Francisco de Miranda (en La Carlota) no está permitida para el control de manifestaciones?
Un joven lanzando una piedra a través de una reja de aproximadamente 10 o 15 metros de altura, representaba un peligro para la Comandancia General de la Aviación Venezolana, que se debió usar un calibre letal para defenderla?
¿Es esta la razón por la cual un fiscal militar no permitió la entrada del Ministerio Público al examen médico legal?
Según algunas fuentes vinculadas con la investigación, Vallenilla fue alcanzado por tres perdigones (municiones esféricas de plomo) en el pecho.
Vale destacar, que lo mismo plantearon hacer con el caso de Juan Pernalete, cuando el ministro de comunicación Ernesto Villegas dijo que lo habían asesinado con una pistola de pernos (usada para sacrificar ganado). Acto seguido, la Fiscal General Luisa Ortega Díaz lo desmintió y confirmó que una bomba lacrimógena había causado el impacto mortal en el pecho del joven.
Posteriormente, en otro caso, Tareck El Aissami mostrando una planimetría aseguró que no había ángulo de disparo para que Neomar Lander fuera impactado por una bomba lacrimógena y dijo que el manifestante había muerto por la explosión de un mortero.
Días posteriores se divulgó un video donde se observa como Lander lanza el mortero, el mismo explota en el aire, el joven corre, se escucha la detonación característica de una bomba lacrimógena y después el muchacho de 17 años cae al suelo y a su lado se observa una lacrimógena en plena efervescencia.]]>

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