Venezuela

FOTOS | Las caras detrás de "Resistencia Margarita"

Los grupos de resistencia que se han formado en los distintos estados del país están rodeados por muchos mitos y realidades. Tienen grandes seguidores, quienes los apoyan moral y logísticamente. También francos opositores a su causa, y sobre todo, a sus métodos. 

Publicidad
Texto: Johanna Bozo | Fotos: Sebastián Guido

En Margarita no escapan de esta realidad, pero nada los detiene. Celebran “el despertar de la gente” cuando entiende su misión y tratan de explicar a los que no, lo que los motiva a mantenerse en las calles manifestando en contra del gobierno nacional desde hace ya 91 días.
Algunos portan cascos de motos, bicicletas o de construcción, otros llevan ollas para protegerse, aunque sea un poco, de las piedras y las bombas lacrimógenas. Quienes pueden usan lentes de natación y de soldadura, los que no tienen llevan de sol y hasta para leer. Unos pocos cuentan con máscaras antigases y las usan porque “saben lo que les espera”. Tienen también guantes de jardinería y con tela de carnaza para evitar quemaduras.
_MG_9202
_MG_9269
Sus uniformes normalmente incluyen gorras y banderas de Venezuela, franelas, suéteres y pasamontañas, máscaras de personajes de ficción o superhéroes con las que cubren sus rostros, dejando destapados solo sus ojos, según dicen, para que no los reconozcan y persigan para detenerlos. No confían en la justicia en este momento.
_MG_9278
_MG_9189
Sobre este tema, uno de los vecinos de Jorge Coll explica sin capucha pero sin revelar su nombre: “Que una persona se proteja el rostro no es indicativo de que sea delincuente o terrorista. Lo hace para preservar tanto su vida como la vida de otros compañeros, amigos, la familia. Si aquí existiese democracia, usted podría salir sin la necesidad de cubrirse y protestar por derecho sin que nadie te castigue. Pero como no hay garantías constitucionales, cada quien se resguarda para no ser maltratado, violado, castigado o puesto a las órdenes de algún tribunal militar para ser sentenciado”. 

En los primeros combates unos pocos usaban escudos de cartón, en los últimos enfrentamientos estrenaron los de madera, pintados con la bandera, esos los usaron una o dos veces porque la Guardia Nacional se los quitó el día que ingresó en la Universidad de Oriente para perseguirlos. Para defenderse usan piedras, cohetes y bombas molotov.
_MG_9179
Cada quien tiene su misión y su función: unos protegen, otros devuelven bombas, otros hablan o cierran las calles. En determinados momentos deciden descubrir sus rostros ante los funcionarios policiales buscando conmoverlos. No lo han logrado. Les leen la Constitución, les cantan, les piden que se unan al pueblo, los insultan.
“Las cosas que usamos a veces las conseguimos nosotros y en oportunidades nos las regalan. Igual las medicinas para curarnos cuando nos hieren. No todos tenemos dinero o somos pobres. En las calles de Nueva Esparta estamos jóvenes de todas las posiciones sociales, pero nos une el mismo fin: acabar con la dictadura y construir un mejor futuro para todos”, comenta el zorro, quien como todos usa apodos o sobrenombres para proteger su identidad.
_MG_9275

Sus motivaciones 

La afirmación de las clases sociales es fácil de comprobar. Se ve en sus caras, en sus ojos, su vestimenta, su calzado y la forma de expresarse. Lo certifican los lugares en los que residen y sus historias. Cuando deciden acercarse y hablar para confiarte sus secretos, que no es algo muy sencillo, te dicen que no han comido, lloran, suben la voz, afirman que tienen todo para irse del país y que prefieren no hacerlo. Otros no tienen otra alternativa.
_MG_9272
Cuando les preguntas qué los motiva responden con seguridad: libertad, paz, desarrollo, un mejor futuro, rabia, tristeza, defender las leyes y la Constitución, la patria. Comentan que lo hacen porque el gobierno ha propiciado una crisis en la que no hay alimentos, medicamentos ni seguridad. Igualmente, porque el alza “anormal” de los precios que nos los deja “vivir como jóvenes”. 
“Quienes dicen que estamos aquí porque nos están pagando están jodidos de la cabeza. Son ciegos o se hacen los ciegos. El país está acabado y lamentablemente no todos tenemos la misma suerte o posibilidades y por más que queramos salir adelante y estudiar, en estas condiciones es arrecho. Sí es cierto que nos ayuda la gente, a veces nos dan comida y eso lo agradecemos, pero ¿pagarnos? No lo han hecho y no lo aceptaríamos, la razón es sencilla: después quedaríamos en las mismas. El problema es más grande, es el presente y el futuro”, dice con fuerza “el niño”, como le dicen sus amigos porque tiene solo 16 años. 

_MG_9259
Valentina dice que la motiva el sufrimiento y la búsqueda de un futuro de calidad para ella y sus hermanos, que son seis. Asegura que su mamá no consigue trabajo y que eso la obliga a moverse. Ella quiere estudiar. Su pareja se quiere ir de Venezuela porque no aguanta más, pero ella no puedo irse. “Dónde quedarían entonces mis hermanos, he salido todos los días desde que empezaron las protestas. Sin miedo y seguiré en las calles hasta que caiga este gobierno”, expresa la joven de 19 años, quien días atrás enfrentó la detención de una de sus hermanas menores y logró que la dejaran libre sin cargos. “Me dio una impotencia horrible, no miedo. Es arrechera. A mis hermanos si los tocan me muero, por ellos sigo en la calle”.
Sus historias y testimonios 

Cuando se encuentran en las manifestaciones y no hay funcionarios policiales están un poco más tranquilos, aunque alertas. Juegan pelota, cartas, hablan, se ríen. Les queda tiempo incluso para enamorarse y forjar “amistades de las buenas”, así lo dicen y lo han hecho.
_MG_9183
El “sensei”, de 21 años, habla del descontento que tiene con el gobierno “porque ha destruido el país, el aparato productivo nacional, la hermandad entre venezolanos y el futuro”, y con las Fuerzas Armadas “porque están desvalorizando toda una historia que fue labrada por grande hombres como Simón Bolívar y Francisco de Miranda, militares, hombres de armas, que fueron fieles y defendieron la libertad”. 
“Ellos dicen actuar bajo el pensamiento bolivariano y en realidad son una cuerda de ignorantes, corruptos, que utilizan el uniforme en beneficio de ellos mismos y no para proteger al país. Soy estudiante de Contaduría y aunque me encanta la carrera, no es lo que quería. Deseaba ser parte de las Fuerzas Armadas Nacionales de verdad, de las que llenaban de orgullo, pero mi intelecto y mis conocimientos me dijeron que no lo hiciera, no en este momento. Desde pequeño estudié con mi abuelo, quien es francés y vivió la segunda guerra mundial, me inculcó el estudio de nuestra historia y la francesa también, eso me motivó mucho. Me desmotivó que hoy están partidizados y que son uno de los componentes más corruptos del mundo. En vez de combatir lo primordial en Latinoamérica, que es el narcotráfico, lo apoyan y se llenan los bolsillos gracias a eso. Por eso sigo en la calle”. 

_MG_8621
En días pasados algunas autoridades regionales declararon que desde Margarita no tumbarían al gobierno. Leo, de 28 años, responde así: “Es sencillo. La presión debe darse en todos y cada uno de los rincones del país. Los artículos 333 y 350 nos n qué hacer. No tumbamos gobierno desde Margarita, pero hacemos presión, luchamos por lo que creemos justo. Es nuestro derecho constitucional. Estamos considerando ir a Caracas, nos estamos organizando y haremos todo lo necesario. Margarita tiene fuerza”.
No tener comida, ni ropa, ni posibilidad para comprarla es lo que mueve a “Carlitos”, de 24 años, quien tiene esposa y dos hijos de 4 y 3 años, a los que debe mantener. Juan señala que es la inseguridad, la delincuencia y las injusticias lo que lo hacen pelear. “Mi papá es jefe de una empresa, el doble del sueldo mínimo no le alcanza para nada. Somos cuatro. Todos estamos cansados. También lo están los policías que nos reprimen y sabemos que cumplen órdenes, pero tienen que parar. Ellos jamás pensaron que se encontrarían luchando contra sus mismos hijos, es fuerte, ya es hora de que reaccionen. Tengo 18”. 
_MG_8584
“Peluca”, de 22 años, la “alcaldesa”, de 19, y el “gordo” de 22 hablan al mismo tiempo, se interrumpen y apoyan en sus comentarios. Critican las condiciones en las que se encuentra la universidad, que los recursos que les asignan no alcancen para nada y que por ello ni haya comida en el comedor, ni los transportes estén en condiciones para trasladarlos. Además, se quejan de que pierden muchas clases por culpa de las protestas, que creen necesarias. Muchas cosas que son internas, pero que atribuyen a la situación país.
No soportan el hecho de que quieran estudiar carreras que solo las dan aquí y tengan que irse del país “porque no hay condiciones ni futuro”. “Es triste que te gradúes en Biología Marina y tengas que trabajar en una tienda. Los profesores cobran mínimo y no pueden vivir, se retiran. Lo peor es que vas olvidando la calidad de vida, sabes que no puedes salir de noche, ni darte un gusto. Escuchas cosas de otro país y te sorprendes de lo que para otros es normal y para nosotros un sueño. Ser un ciudadano normal. Nos quedan cuatro transportes operativos de 26. Si tienes carro no lo puedes mantener. Los niños, nuestros hermanitos y sobrinos no tienen la dicha de disfrutar en paz”.
_MG_9106
_MG_9114
Igualmente, se preocupan porque los venezolanos tengan memoria a corto plazo y que sus famosos chistes en este momento no deben aplicar. “Dicen que aquí se sufre pero se goza, eso no puede ser, nos estamos acostumbrando a lo malo, a sufrir. Ya basta”. 
“Quiero cambiar este gobierno, no me gusta como estamos viviendo ahorita. La represión estudiantil. Mi mamá es chavista y me corrió de la casa por salir a exigir mis derechos. Voy a seguir manifestando hasta que se vaya. La Constituyente no va porque nosotros los estudiantes no vamos a dejar que pase”, asevera con rabia “zúmbalo” de 17 años.

“Cabilla”, de 19, manifiesta que su gran preocupación es el futuro del país y que el Presidente quiera otra Constitución cuando viola la vigente. “El ninja”, de 17, afirma que están indignados porque si fueran delincuentes no los estuvieran reprimiendo o persiguiendo. “Lo hacen porque somos estudiantes, tienen miedo porque estamos exigiendo nuestros derechos, exponiendo ante el mundo las barbaridades que están cometiendo”. 
_MG_9142
_MG_8588
Sobre los actos violentos en los que han quemado instituciones o vehículos aseguran que no todos están de acuerdo. Confiesan que unos están más molestos que otros y no piensan bien antes de actuar. Algunos lo justifican, otros no. La sociedad civil igual. Lo que sí defienden todos son sus motivos y todos prometen que seguirán en las calles.]]>

Publicidad
Publicidad