Venezuela

Las 7 frases del Tarek William Saab del pasado que la oposición hoy aplaudiría

Hubo una vez que el Defensor del Pueblo era recordado como "el chamo de los derechos humanos". Era un tiempo en el que "fastidiaba" a todos los periodistas para realizar denuncias de violaciones de sus defendidos. De esos días recordamos algunas frases que hoy tendrían cabida en la realidad venezolana.7 ¿Qué mecanismos permitirán a la Comisión Presidencial dar viabilidad al proceso Constituyente?

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Foto Luis Robayo / AFP

-Cuando hablamos de viabilizar entendemos que existen otras vías tal vez más lentas y menos expeditas como, por ejemplo, la reforma puntual de la Constitución. En la comisión pensamos que no hace falta esa reforma puntual porque el poder constituyente originario es un derecho natural que no puede violentarse colocándole una camisa de fuerza y limitándolo
La respuesta de Tarek Saab aparece el 15 de enero de 1999 en el artículo «El poder constituyente originario es un derecho humano», publicado en El Nacional. Para la fecha, el hoy Defensor del Pueblo formaba parte de la Comisión Presidencial Constituyente. Aseguraba que la iniciativa promovida por el entonces presidente Hugo Chávez tenía «como característica esencial permitir la participación de todos los sectores en el proceso».
El Tarek de 2017 considera que la Asamblea Nacional Constituyente convocada por el presidente Nicolás Maduro sin consultar a los venezolanos (el poder constituyente originario) es completamente constitucional. 
6– «Resulta chocante ver cómo algunas agrupaciones se gastan más de 60 o 70 millones para montar obras de teatro o de ballet, hacen presentaciones de lujo que anualmente sólo son llevadas a la escena en 10 o 12 funciones, y algunas veces menos días, y que son vistas por no más de 5 mil o 6 mil personas, ya que nuestros teatros no cuentan con mayor capacidad, ni todos los venezolanos tienen para gastar 5 mil o 6 mil bolívares (cuando son entradas económicas) para asistir a una función».
La cita es sacada de un foro cultural. La periodista Chefi Borzacchini, el 01 de marzo de 1999, firma la nota  que titula «El Conac no puede seguir siendo un cascarón vacío».
A 17 años de estas declaraciones al Defensor del Pueblo no le pareció «chocante» que un país con escasez de medicinas y alimentos, se gastaran $2 millones y  más de Bs 1.320 millones en el festival Suena Caracas organizado por la Alcaldía de Caracas en noviembre de 2016.

5– En los poemas también se observa a un hombre ofendido por la historia, por la realidad que lo circunda. ¿ Cree que la palabra también ha sido ofendida? 

– Cuando el hombre asesina, o permite una injusticia, o deja que sus compatriotas -desde las alturas del poder- se lancen por ese tobogán de la oscuridad y de la muerte, se ofende a la palabra, a la poesía. Lo peor es cuando el poeta no hace nada porque esa realidad cambie, cuando se queda en silencio también ofende».
Declara el 17 de junio de 1999, en una entrevista como «poeta», tras la segunda edición de su libro «Ángel caído», según el firmante Pablo Villamizar.
A menos de un mes del inicio de las protestas el hijo del Defensor del Pueblo, Yibram Saab, exigió a su padre ayudar a detener la ruptura del hilo constitucional, frenar la represión y garantizar el derecho de los venezolanos a protestar. Ante este clamor que se viralizó en redes sociales en un video, Tarek solo respondió que respetaba la posición de su hijo. ¿Un silencio ofensivo?

4– «No puede ser que cuando presentaba el informe, en el cual se aprobó que no se utilicen armas y sustancias tóxicas en las manifestaciones, en ese mismo instante la PM agredía a buhoneros y ciegos. Es una reacción represiva más digna de la IV República».

Breve nota del 19 de octubre de 1999 tras el uso de bombas lacrimógenas. El suceso es reseñado así: «Mientras el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Nacional Constituyente, Tarek Williams Saab ocupaba la tribuna de oradores para disertar sobre el tema, a las puertas del Palacio Legislativo un pelotón de la Policía Metropolitana, apertrechado con la conocida «ballena» y otros equipos antimotines, disolvía una manifestación de buhoneros que se resisten a desocupar las aceras del casco central de Caracas». 
En dos meses y medio de protestas en 2017, el Tarek que en 1999 proponía no usar «sustancias tóxicas», solo se ha pronunciado para condenar el lanzamiento de «objetos» desde el aire para dispersar manifestaciones. Ni una palabra acerca de bombas lacrimógenas vencidas, gas pimienta a diputados con inmunidad parlamentaria o gases cerca de colegios y hospitales.

3– «Explicó que, en materia de derechos humanos, la justicia militar sólo podrá intervenir en cuanto a crímenes de guerra, pero que, todo caso, el debido proceso y el derecho que tiene todo ciudadano a ser juzgado por sus jueces naturales, están suficientemente claros en otras disposiciones constitucionales. «El propósito -expresó- es evitar la impunidad y sancionar a los responsables de violación de derechos humanos, inclusive en estados de excepción. En mi opinión, los ex presidentes Rómulo Betancourt, Raúl Leoni y Rafael Caldera son autores intelectuales de las matanzas ocurridas en los años 60, a través de los teatros de operaciones antiguerrilleros. Si alguna denuncia fue procesada, los tribunales militares se limitaron a absolver».

El 26 de octubre de 1999, el periodista Édgar López escribe la nota «Comunidad Internacional aplaude restricción del fuero militar». Saab da su opinión sobre el tema.
En 2017, como Defensor del Pueblo, no es tan contundente. En su informe sobre las protestas que iniciaron en abril asegura que «la jurisdicción militar debe limitarse a delitos de naturaleza militar establecidos en el Código Orgánico de Justicia Militar, cometidos por civiles o militares, siempre y cuando no  se trate de violaciones de derechos humanos (…)
En caso de delitos militares cometidos por civiles pero también tipificados en el Código Penal, debe prevalecer la jurisdicción ordinaria».  Aunque el documento detalla muertes y sus causas, pero nada de los más de 200 civiles cuyos procesos los llevan tribunales militares. Tampoco exhortación a su revisión.

2 – «El programa de sanciones internacionales también ha aportado su cuota de cadáveres, esta vez -para vergüenza de la ONU- son niños, muriendo por falta de medicamentos y de víveres, algo de lo cual no se salvarán siquiera varias generaciones de iraquíes». 
La reflexión sobre la ausencia de medicinas y alimento parte de la propia pluma de Saab, en un artículo publicado el 22 de febrero de 1998. Lleva por nombre «A la espera del vuelo de Caín».
Esta reflexión de hace 19 años parece en el olvido. El Tarek que veía en las sanciones internacionales la causa de escasez de medicinas y comida en Irak, no es capaz de verlo en la mala administración económica del gobierno del que es parte. No valora la gestión de empresas básicas de alimentos y su impacto en la caída de la disponibilidad de comida, así como el efecto de los controles de precios sobre la inflación.

1 – «De qué le sirve a cualquier hombre, mujer, niño o anciano, saber que nuestro Estado -regido aún por el Pacto de Punto Fijo- ha suscrito casi todos los instrumentos legales de protección de DDHH (por lo que automáticamente se hace responsable de garantizarlos, excluyendo de tal deber a los particulares) adoptados solemnemente por la Asamblea General de la ONU y la OEA respectivamente: contentivos de derechos consagrados en nuestra Carta Magna e incorporados a la legislación patria a través de la aprobación de leyes especiales en el Congreso: de qué les sirve eso, repito, si cualquier día de estos, ellos pueden agonizar de mengua en algún hospital, morir tapiados en aquel barranco tras una tormenta, perecer de hambre debajo de un puente, de un balazo a manos del hampa o ajusticiados por un agente de seguridad; desterrado del trabajo útil y creador, de la escuela, del goce de una vida sana en armonía consigo mismo, la naturaleza y sus semejantes; con pocas posibilidades de fundar un hogar y mantener una familia dignamente; fulminado por la instauración de un «modelo democrático» que cercena cotidianamente la salvaguardia de la legalidad, limitando el espacio de la participación política al ritual minoritario de unas elecciones partidocráticas, fraudulentas y carentes de alma; hasta culminar execrado de la justa distribución de una riqueza socavada por una cofradía que continúa amparándose en la impunidad».
El párrafo pertenece a otro artículo de opinión de Saab publicado el 30 de junio de 1996. Titulado «Esta República de tristes saluda a los derrotados». Entre paréntesis se lee lo siguiente: A «José Vicente Rangel, compañero de gesta».
Si el defensor del pueblo accediera a dejarse entrevistar por un medio o periodista no oficialista, valdría la pena incluir entre las preguntas ¿de qué le sirve ahora a los venezolanos tener una Constitución con una sección entera de Derechos Humanos si en 18 años de gestión del chavismo Caracas ascendió a los primeros puestos de criminalidad mundial, el acceso a los alimentos se ha restringido severamente y la inflación destroza el ingreso de los trabajadores? Además, de qué vale quererla cambiar para «constitucionalizar» lo que no se ha podido garantizar en la realidad.  

Bonus track – Para el abogado, el mencionado juicio por rebelión militar, ha marcado un nefasto precedente en el país, digno de períodos autoritarios ya superados. «Aquí se ha pretendido castigar la participación política, ejercida de manera pacífica, por unos venezolanos que se han declarado disidentes del actual régimen, pero sin recurrir a la violencia».
El 25 de junio de 1997, Saab denuncia en El Nacional que varios de sus defendidos, entre ellos Freddy Bernal, son «perseguidos políticos».]]>

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