El temor de los vecinos de Coche se mantiene. La amenaza de que civiles armados que supuestamente merodeaban los alrededores de las Residencias Venezuela, en la zona popular al sur de la ciudad, mantenía a las personas en vilo, luego de la arremetida nocturna de fuerzas de seguridad del Estado.
Paredes destruidas, rejas y vidrios rotos, y cableado eléctrico expuesto fueron el resultado del ingreso violento de policías y militares durante la noche del miércoles.
«Entraron con todo, no les importó nada. Son unos malandros», dijo con molestia un ciudadano de la popular zona sur de la capital la mañana de este jueves, mientras junto a otros vecinos veía los destrozos que habían dejado los efectivos.
La represión inició alrededor de las 7:00 pm del miércoles, luego de que la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y la Policía Nacional Bolivariana (PNB) dispersaran las barricadas que los vecinos habían levantado en apoyo al primer día del paro cívico de 48 horas convocado por la oposición.
Las torres Nueva Esparta y Monagas fueron las más afectadas. José Torres, habitante del conjunto residencial, aseguró a El Estímulo que los efectivos, acompañados de presuntos colectivos (civiles armados), violentaron las puertas principales y tumbaron un muro lateral de la torre Nueva Esparta para ingresar
«Rompieron todas las lámparas, a la vecina de la planta baja le destrozaron casi todos los vidrios. Esa es la paz que promulga el Gobierno bolivariano», se quejó Torres.
Explicó que, una vez dentro de las áreas comunes, lanzaron gran cantidad de bombas lacrimógenas. «Hay muchas personas mayores y niños que se tuvieron que calar eso lamentablemente. Ningún venezolano debería permitir que cosas como esas pasen, ni aquí ni en ninguna parte», dijo.
Los uniformados llegaron hasta el tercer piso del edificio, pero no ingresaron a ninguno de los apartamentos. «Vinieron fue a meternos miedo», expresó otra vecina, que no quiso dar su nombre.
Lo mismo ocurrió en la torre Monagas. Los funcionarios destrozaron las puertas y el interior de los ascensores, además de las carteleras de información de la junta de condominio.
Vehículos antidisturbios -entre ellos «la ballena»- también fueron utilizados contra las residencias. Embistieron varias veces contra la propiedad, causando destrozos en las paredes.
Vecinos denunciaron que la represión se extendió hasta alrededor de la 1 am.
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